En cualquier caso, tengo por delante todo un año para reflexionar sobre ello, incluso con la azarosa probabilidad de que deje de escribir aquí o que cierren definitivamente los blogs, cumpliéndose aquel pronóstico que viene de tan lejos. Pero, dejémonoso de elucubraciones y vayamos al lío.
Tenemos en esta sesquidécada un trío de lecturas variadas. Para empezar, un clásico de los superventas, que sigue siendo una buena propuesta para el aula, aunque ya hay película: El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. No es necesario explicar su argumento, centrado en los campos de concentración nazis, porque casi todo el mundo ha oído hablar de ello. Es una novela ligera, con un enfoque bastante original y sin demasiados elementos melodramáticos, si exceptuamos su desenlace. Como digo, puede ser una lectura recomendada para trabajar en el aula, ampliando su sentido hacia cualquier tipo de exclusión o xenofobia.
La segunda novela me marcó bastante en su momento. Se trata de La carretera, de Cormac McCarthy. Es una narración dura, muy en la línea de su autor, con una sobriedad que ayuda a marcar la soledad y devastación que rodea a sus protagonistas. Una road movie distópica que también habla de afecto y esperanza, a su manera. Creo que es un clásico de nuestra época, una obra que ha creado escuela y que merece la pena leer.
Finalmente, recomiendo un ensayo de José Antonio Millán, Perdón, imposible, un libro divulgativo muy ameno sobre cuestiones referidas a la puntuación. Al margen de las cuestiones ortográficas o de estilo, el autor utiliza unos ejemplos y textos sugerentes, que evitan que se convierta en una lectura demasiado técnica. Ideal para ese gramático que todos llevamos dentro.
1 comentario:
Quince años de reseñas, y las que deben llegar aún. Leídos los tres y coincido que el primero aún aguanta en el aula
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