La presente recopilación de cuentos se ha realizado para ilustrar una actividad de fomento de la lectura en el aula a través del libro: LA BRUJA DE ABRIL Y OTROS CUENTOS, de Ray Bradbury, editado por la editorial SM. Por ello, tiene únicamente interés educativo, sin ánimo de lucro.
Los cuentos se han tomado de las siguientes ediciones digitales en la red:
La sabana: Biblioteca Ciudad Seva (Luis López Nieves)
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/bradbury/sabana.htm
El otro pie: Edición digital de El hombre ilustrado
http://www.librosgratisweb.com/html/bradbury-ray/el-hombre-ilustrado/index.htm
La bruja de abril: Digitalizado por el_gato
http://www.scribd.com/doc/6728476/Bradbury-Ray-La-Bruja-de-Abril
La sirena del faro: Biblioteca Ciudad Seva (Luis López Nieves)
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/bradbury/sirena.htm
Crédito de esta recopilación: Toni Solano (http://repasodelengua.blogspot.com)
Podéis comprobar, si os apetece, que todos esos relatos siguen en la red. De modo que sólo yo soy culpable de violar los derechos de autor, simplemente por haberlos reunido y compartido con el resto del mundo. Además, a pesar de que aparezco como responsable con nombres, apellidos y blog, nadie se ha molestado en contactar previamente para informarme de mi delito.
Me ha tocado rebuscar por ahí información sobre los límites del derecho a la cita con fines educativos. No soy jurista, ni ganas, y me parece que tenemos demasiada faena encima como para ponernos a dilucidar si cada una de nuestras actividades supone un atentado a la propiedad intelectual. Desde hace años, en este blog se utilizan exclusivamente imágenes Creative Commons (o libres de derechos de autor). Pero reconozco que, alguna vez, he empleado canciones e imágenes con copyright en clase; también usé una canción de The Clash en el vídeo de despedida de los bachilleres, y otra de AC/DC en el de recetas de cocina. ¿No tienen derecho mis alumnos a conocer esa cultura audiovisual aunque tenga derechos de autor? ¿No entra dentro de mis funciones divulgar las manifestaciones artísticas y culturales más allá de los exagerados límites que imponen las políticas represivas de derechos de autor?
En un breve e interesante artículo del diario El Mundo, que precisamente contestaba una duda de un profesor, he encontrado este extracto de la ley que regula estos asuntos:
Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico o fotográfico figurativo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.
Eso quiere decir que la mayor parte de nuestras actividades educativas en la red deberían permitir la inclusión de obras con derechos de autor, siempre que no lo hagamos con ánimo de lucro. Y ello viene dado porque la red educativa forma parte de nuestra práctica docente, es ya la extensión natural de las aulas y no debería tener limitaciones para compartir nuestro trabajo.
En cuanto a los relatos de Bradbury, no sé si almacenarlos por seguridad en mi wiki también constituye delito. Si veis que dejo de publicar en el blog, buscadme un buen abogado... o un bocata con una lima dentro.
Addenda 30/03/09: En mi afán por cargarle el mochuelo a unos avarientos herederos, he liquidado a Bradbury antes de tiempo: está vivo, tiene 88 años y, por lo visto, energía suficiente para rebuscar en Scribd antologías ilegales en español de sus relatos.
33 comentarios:
Alucinante. Nunca entenderé donde terminan los derechos de autor y donde empiezan los derechos de los usuarios, especialmente si es en el ámbito educativo. Cualquiera de estos días vienen los romanos a pedirnos tasas por usar palabras derivadas del latín.
Intento usar imágenes y música CC. Sobre los textos, recomiendo los clásicos que encuentro liberados por ahí, pero a veces es imposible.
Estoy contigo, Toni, así que me pido una buena conexión wifi para mi celda.
Vaya telita lo que tenemos que soportar. Haces bien en informarte, y gracias por compartirlo que otras también hacemos a veces alusión a contenido con copyright. Tienes mi apoyo ¡fuera el copyright!
Cuando leí tu entrada del 2 de enero, intenté comprar el libro, para un Club de Lectura de 3º de Secundaria. El último paso fue en la editorial SM. Me dijeron que estaba agotado.
Imposible comprarlo.
Solo nos quedan las ediciones digitales. (hasta que las retiren)
Me parece excesivo y fuera de toda lógica lo que cuentas. Así, ¿No podemos poner una canción en clase? ¿No podemos leer un texto en clase? ¿Y en el blog? Yo siempre había creído, y pienso que no estoy equivocado, que lo que está penado es hacer uso lucrativo del producto, lo otro, el compartir la música o el libro...
Bueno, creo que la cordura reinará y no pasará la cosa a mayores.
Un abrazo, Toni.
En tal caso, es posible que cuando pongamos los poemas de Serrat de Antonio Machado en clase la SGAE venga a pedirnos derechos de autor, o cuando leemos un texto de Muñoz Molina, o incluimos una canción en nuestro blog. Me parece inadmisible lo que te ha pasado. También está pendiente de si habrá que pagar en las bibliotecas públicas cuando saquemos un libro por aquello de los derechos de autor. Creo que es muy peligrosa esta dinámica. Quieren luchar contra la piratería pero atacar a los lugares de libre creación sin ánimo de lucro, o de práctica docente es absurdo. Todos nuestros blogs están en peligro porque el que más y el que menos toma de aquí y de allí, igual que no me molesta que tomen de mí, y si tienen a bien citarme, pues mejor. Pronto habrá un penal para blogueros, y allí nos encontraremos.
Esto confirma mi teoría de que la gente con ánimo de lucro pretende que todos seamos de su misma condición y nos sintamos muy mal por violar las leyes que ellos mismos impulsan.
Yo pensaba que la gente tenía derecho a acceder a la cultura, respetando los derechos de autor; pero dudo que este tipo de actuaciones, como la que tienes que soportar, se pueda considerar un derecho, sino más bien un atropello a la cultura.
Por suerte muchos sabemos dónde está la diferencia. Espero que no se llegue al límite de perseguir a quien deja un disco o un libro a un amigo (¡con la de dinero que puede perder la SGAE por ello, válgame la ironía!).
Espero
Es increíble. A mí me retiraron un vídeo de "Aída" que había colgado en el blog para un ejercicio de las variedades de la lengua, con gran decepción por parte de mis alumnos, y otro de "Extremoduro" que sigue puesto pero no se puede ver por "violar derechos de autor". Es evidente que que en este tipo de blogs no hay ánimo de lucro ni nada que se le parezca.¡Encima que se difunden! A ver qué hacemos entonces con los comentarios de texto el día que se presente en clase la "brigada antivicio".¡Lo que nos faltaba pa'l duro! ¡Con la fama que tenemos ya de "presuntos sospechosos"!
Lo que te ha ocurrido, Antonio, demuestra dos cosas:
1. Que las publicaciones digitales son eficaces, y tienen un impacto indiscutible sobre la audiencia. Desde luego, al poseedor de los derechos de Bradbury le preocupa mucho más tu recopilación que cualquier montaje que pudieras haber hecho en el pasado con una fotocopia y el corta-y-pega tradicional.
2. Que la legislación sobre derechos de autor, especialmente en lo que afecta al ámbito educativo, está del todo obsoleta, y urge renovarla. Además de pretender un imposible (como el de poner puertas al campo), en más de un aspecto constituye un freno a la transmisión del conocimiento y un atentado al sentido común.
No obstante, y a tenor de lo que se señala en el artículo de El mundo que has citado, me temo que Scribd ha hecho lo que tenía que hacer, pues la legislación española no ampara tu práctica, y seguramente menos aún la nortemericana (Scribd tiene su sede en San Francisco), mucho más defensora del copyright.
Hasta Google ha tenido que desembolsar una cifra astronómica para que se le permita digitalizar y distribuir los fondos de muchas bibliotecas, así que imagínate lo que pueden hacernos a nosotros, sufridos blogueros, las entidades gestoras de los derechos de autor.
En fin, qué le vamos a hacer.
"Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo".
Con todo lo que ya se ha comentado no sé qué más podría añadir.
Yo también tengo entendido que se pueden utilizar obras con copyright siempre que no se incluyan íntegras, tengan una finalidad docente y se haga sin ánimo de lucro.
Que nos puedan cortar las alas unos estúpidos es muy triste. Ya está bien, hombre.
Nuevamente, Toni, nos encontramos con un viejo problema que nos está atemorizando y amordazando psicológicamente, sin necesidad de denuncias interpuestas. Tanto los derechos de autor como los derechos de imagen nos están creado demasiados problemas a la hora de escribir en nuestros blogs. Urge una revisión de la actual legislación; urge una reforma -en su caso- si fuera necesaria; urge que intentemos normalizar los usos educativos de todos estos contenidos; urge, en definitiva, comenzar -seriamente- una nueva campaña de sensibilización en la edublogosfera.
Yo ofrezco mi colaboración y, al igual que hicimos con la campaña del Reconocimiento de los trabajos en la red, propongo una nueva: Derechos de autor y de imagen: ¿y los usos educativos?
En cualquier caso, ¿de qué quieres el bocata? ;)
La culpa es vuestra, por empeñaros en educar a la gente y trasmitir conocimientos aprovechando los nuevos medios a vuestra disposición...
grrrrrrr
Si necesitas algo, por favor, pide por esa boca, que somos muchos los que estamos en la misma línea..
Creo que Marcos Cadenato tiene muchísima razón. De hecho, hay una clarísima relación entre el asunto del reconocimiento de las publicaciones digitales y la reconsideración de las normas del copyright en relación con los nuevos escenarios y formatos de publicación digital.
Porque, en la situación actual, lo que consigue la legislación vigente es frenar la innovación y consagrar los modos de trabajo más tradicionales (lo cual no quiere decir que no sean válidos). Es decir, si un profesor se monta todo un manual con fotocopias de otras fuentes, que sólo distribuye entre su centro, nadie le dice nada. Ahora bien, como se le ocurra digitalizar sus fuentes y reelaborar un documento para publicarlo en la web, lo tiene claro.
Ay, señor, qué cruz.
Yo había sido una de las personas que había enlazado esa recopilación en la entrada de un blog de aula. Me había parecido muy interesante. Dejé, por supuesto, constancia del sitio en que estaba. Un día me di cuenta de que ese enlace había desaparecido, pero sí estaban, como bien dices, en el mismo Scribd, otros relatos de este autor. Y sí están los relatos recopilados por ti en otros sitios, pero dispersos.
Yo no lo entiendo.
Julia.
En fin, poco más se puede añadir. Una tiene la sensación de que todo esto es bastante absurdo o contradictorio. Es como si hubiera que preservar un animal en peligro de extinción. Alguien genera una obra y una vez muerto cobran hasta los nietos. Derechos de autor heredados. Desde luego, no está nada mal... Tu abuelo escribe un bestseller o un megahit musical y tu no tienes que pegar palo al agua.
Una cosa es que uno copie o haga pasar por suyo cosas que no lo son y encima saque provecho de ello y otra muy distinta es que uno haga un uso no lucrativo con fines educativos. De algún modo el modelo actual de negocio cultural está quedándose obsoleto y busca la forma de permanecer a flote.
Esto me recuerda los problemas que tenemos en la zona con las bandas de música y la reproducción de la música festera. Las multas han caído por doquier...
Bienvenido, amigo Toni, a esta cárcel de la red, donde se juzga y condena en tiempo récord. No sé por qué, se me ha venido a la cabeza al leerte la película "FAHRENHEIT 451", que, mira por donde, se basa en una novela de Bradbury. Allí se quemaban libros, aquí se prohíbe su difusión y reproducción. ¡Qué curioso!.
Usando la red, fui a tu enlace de Scribd. Allí figura: "This content was removed at the request of M. Congdon". Así que puse a Congdon y Bradbury en el buscador y encontré esta entrevista en su web. Resulta curioso leer que Congdon es su agente literario desde 1947 y que el propio libro "Fahrenheit 451" que defiende la transmisión de la cultura, está dedicado a Congdon.
Estoy con Marcos en que una campaña en la red podría ser válida para defender el uso educativo de las obras de arte. Pero una campaña genérica y en castellano creo que no tendría mucho eco.¿Por qué no usar a Bradbury y su libro como foco de una campaña bilingüe, como un ejemplo del secuestro actual de la cultura?
No creo que Bradbury a su edad nos leyese, pero casi seguro que Congdon o sus empleados sí. :-)
Por cierto, echen un vistazo a la película de Truffaut, antes de que algunos de estos fuegos la hagan desaparecer. Saludos.
Antonio, así estamos muchos: pendientes de que alguien tire de un hilo y mande a la basura parte de nuesto trabajo.
Mientras repasaba mi Netvibes, me ha saltado un twitt que expone otro caso sangrante: Pierre Étaix, director de cine francés, no puede proyectar ni restaurar sus películas porque los derechos de explotación no le pertenecen.
Por supuesto, completamente de acuerdo con Marcos y Eduardo en que deberíamos hacer algo.
Increíble y preocupante.
No tengo ni idea de las leyes que protegen los derechos de autor. Sin embargo, desde mi humilde opinión, creo que un autor debería estar orgulloso de que haya personas, profesores, ... que difundan su obra. De esta forma se conoce su obra y se puede llegar a comprar, si es que lo que les importa es el dinero que les aporta los derechos de autor.
Por mi parte, creo que la labor de difusión que realizas, Toni, es muy importante. No sólo trabajas con tus alumnos, sino que compartes tus ideas, tus experiencias y tu trabajo con toda la red. Y esto de forma altruista y sin derechos de autor. Continua con tu labor, si necesitas una lima o un bocadillo cuenta con él.
Un saludo: Eva M
Ana: Los repositorios de imágenes y sonido que citas son ya imprescindibles para muchos (me encanta la utilidad de flickrcc), pero no podemos estar siempre huyendo de la realidad. A este paso, ni siquiera los alumnos de Bachiller podrán hacer comentarios de texto.
Igualemente: Gracias, aunque me gustaría tener información más fiable para compartir.
Evaristo: Esto ya es el colmo, que encima quieras ser legal y te tropieces con el siglo XIX.
Miguel: Los problemas no se dan en el aula; es el contexto de internet el que produce esa terrible paradoja por la cual las redes de la información restringen la divulgación de la información.
Joselu: ¿Recuerdas el wiki homenaje a Ángel González? Me temo que algún día nos obligarán a retirar nuestros recitados; de hecho, dependemos únicamente de la buena voluntad de sus herederos.
Cocoliso: Tienes razón: todo se reduce a una cuestión de dinero. Si hubiese pasado por caja, nadie diría nada. Vamos, lo que nos faltaba: pagar por trabajar...
Carlota: Es sorprendente, pues hay un montón de vídeos en Youtube que vulneran los derechos de autor, pero como son "muy vistos", ahí están. En usos docentes tendría que haber excepciones o canales exclusivos.
Eduardo: No censuro la actuación de Scribd, que me parece lógica. Tampoco la de los poseedores de derechos de autor, que ejercen su legitimidad. Me quejo, sobre todo, de la doble moral y de la dejadez de las instituciones en todo este cotarro. Porque sé que no me ha pasado a mí únicamente. Como dices, el documento llevaba más de mil visitas, lo que quiere decir que había sido útil a muchas personas. Ahora recurrirán a otro sitio o se buscarán la vida, así que lo que han conseguido es entorpecer nuestra labor cotidiana.
Loly: Nos falta información y apoyo institucional. Bastaría con rellenar un papel y pedir formalmente el uso educativo de un material para cubrirnos las espaldas. ¿Por qué nadie lo ha hecho todavía?
Marcos: ¿Tú quieres que yo vaya definitivamente al trullo? Sólo me falta enredarme en otra como aquella, que salió hasta en el País. No me tientes, no me tientes, que ando calentito... (el bocata de antxoa de Getxo).
Desequilibros: Pues eso, que somos unos friquis y encima educativos, vamos, lo peor.
Eduardo: Como siempre, las TIC sólo nos causan problemas. Donde esté el cortaypega con tijeras...
Julia: Yo los tengo "almacenados" por ahí, por si los necesitas, aunque ya sabes que el intercambio P2P también es pecado.
Mª Isabel: Hasta para eso seremos miserables, que no sacaremos provecho económico de estos escritos. Será que nuestros abuelos ya eran Creative Commons.
Pedro: Gracias por la información exhaustiva. Había visto que el tal Congdon (me ahorraré chistes fáciles) estaba relacionado con Bradbury, lo que me hizo descartar mi primera suposición de que se trataba de la editorial SM. La ironía del destino lo coloca en el lado de los quemadores de libros. Quizá convenga difundir esta curiosidad si algún medio le da cobertura.
José Luis: Lo de Pierre Étaix es peor aún, pero demuestra el mismo espíritu inquisidor. Me gustaría que alguien aplicase (y redactase) alguna vez las leyes con sentido común.
Y GRACIAS A TODOS POR VUESTRAS PALABRAS.
Eva: Gracias, que he llegado tarde a tu comentario. Como dices, si no compartiésemos trabajos y experiencias, ¿qué haríamos aquí y qué sentido tendría un blog de profesor?
Saludos Don Antonio. Cuando estés entre rejas, no dejes de escribir. Me alegro de volver.
Estoy con Eduardo Larequi ( no sólo cuando habla de sci-fi :).
Urge racionalizar esta legislación. en tu blog respondes con nombre y apellidos de los contenidos y además alcanzas una difusión notable con un trabajo bien hecho, ése creo que es el argumento principal para ellos.
Saludos y no te desanimes, a seguir trabajando.
Me parece tremendo, Antonio. De hecho, di por supuesto que la _censura_ provenía de la Editorial SM antes de enterarme de la relación del Sr. Congdom y Bradbury: de verdad no me hubiese imaginado de ninguna manera que el autor estuviese detrás de estas persecuciones.
La verdad es que en este país andan con la boca siempre presta para decir que los profesores no están formados en las TIC y, francamente, yo lo que veo es que no hay ningún apoyo a las mil y una actividades que os curráis, que trabajáis con los chicos y que ponéis a disposición de otros profesores.
Un beso.
Bueno, pues casi acierta. M.Congdon es con seguridad Michael Congdon, hijo de Donald Congdon y actual director de Don Congdon Associates, Inc. representantes y editores de Ray Bradbury. Si tienes interés en comunicarle tu disgusto su dirección es mcongdon@doncongdon.com
Don Congdon fue el primer y único agente de Bradbury y al que el escritor dedica Fahrenheit 451.
Respecto de scribd, regularmente hacen "limpia" de todo cuanto huela a copyright, y, de hecho, todas las obras de Bradbury fueron retiradas "a petición de M. Congdon".
Scribd, sin embargo, manifiesta respetar la excepción del "Fair use" que autoriza a la reproducción de fragmentos para uso discreto, entre ellos el educativo, pero no incluye la publicación de obras completas, que entiendo que fue tu caso.
Scribd: What is Fair Use
Por cierto, que Bradbury se declaró escéptico con el futuro del libro electrónico, insinuando que "huele a gasolina quemada", en clara alusión al olor a queroseno que atribuye a los encargados de quemar libros en Fahrenheit 451.
Es absolutamente incomprensible. Mi solidaridad y agradecerte el que lo hayas compartido con todos.
No sirve de mucho, pero en mi blog he añadido parte del texto de la ley que aparece en el artículo que mencionas de El Mundo.
Habrá que hacer algún tipo de campaña.
Martín: Me vendrá muy bien contar con alguien relacionado con las fraguas.
Wraitlito: Dar la cara me hace estar tranquilo. Por un lado, me obliga a ser honesto, pues cualquiera podría desvelar mis mentiras; por otro, me da la satisfacción de no tener que ocultar nada: me puedo equivocar como cualquiera, pero no necesito máscaras para ello.
Ana: Es extraño, porque no creo ni siquiera que SM pueda alegar algo contra esa recopilación: no he reproducido las ilustraciones, ni siquiera la traducción, que provenía de las versiones que ya están en la red. Otra cosa sería si utilizase propuestas didácticas ajenas, que no es el caso. Creo que, para SM, mi actividad le supone publicidad gratuita, pues, nada cobro de ellos.
Miguel A: Gracias por tu completa aclaración. Podemos partir de la base de que mi acción es ilegal; si hay derechos de autor, lo es. Pero, cuando esos textos, que no forman una obra única pues proceden de diversos libros, ya se encuentran en la red y yo los recopilo declarando su procedencia, no puede considerarse una acción ilegal. ¿Cómo deberíamos actuar entonces cada vez que copiamos un fragmento de internet? ¿Debemos mandar una petición a la SGAE para asegurarnos de que ese fragmento puede ser utilizado con fines docentes? Es complicado, desde luego.
Marian: Gracias por el apoyo. Espero que esto sea solo una anécdota que nos haga reflexionar a todos.
El caso bien daría para un capítulo de CSI. ¿Quién retira qué y con qué derechos?
Antonio, la cita que transcribes pertenece al artículo 32 de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobada por el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12/04.
Precisamente el mismo texto es el que encabeza la página de créditos de nuestra web Materiales de lengua. En 2004, un experto nos aconsejó amparar nuestros contenidos bajo esa cita. Nunca hemos tenido a nadie pisándonos los talones.
Un día estuve a punto de hacer un esccrito airado sobre este tema, a raíz de un artículo de Marías en el País en defensa del sacrosanto derecho de autor.
Cuando estudiaba filología creo recordar que copiaba, estractaba, parafraseaba autores y, siempre que pusiese comillas y la procedencia, no pasaba nada, es más, era la metodología, ¿no?
Ahora, si quisiera divulgar estos trabajos, estos comentarios, estos estudios ... ¿estaría cometiendo un delito? ¡Anda ya! No se lo creen ni ellos.
Todo este debate es el canto del cisne de la figura del "AUTOR" así, por antonomasia, que, recordemos, proviene del romanticismo, hace la friolera de casi 300 años.
Lu: Tan previsora y pionera como siempre. No había caído en ello. Lo tendré en cuenta para cualquier material que lo exija, aunque la maquinaria de los grandes no creo que se detenga con palabras.
MªJosé: En las universidades no hay mucho problema porque la difusión es mínima, salvo honrosas excepciones. Muy buena la reflexión sobre el concept de autor (¿por qué un pintor de fachadas o un carpintero no cobran derechos de autor?).
Todo esto me da un poco de miedo, Antonio, y me hace recular porque "los papeles del camión" no los tengo yo tampoco en regla. Es una faena que los docentes que intentamos innovar un poco en la educación y que no obtenemos ningún beneficio económico tengamos que estar siempre con ese miedo de vulnerar algún derecho de autor.
Un saludo.
Verdad es, gentil donzel de ajenos méritos, que todos sus secuaces le doran la píldora y relamen su imaginada herida (voto a bríos, cuán remilgado y femíneo sois, casi tanto como feo), pero dejadme deciros, beldad ausente o de belleza relajada, que copiáis tanto como mentís, y que esas actividades -clamadas al cielo sin citar la fuente- no son iniciativa vuestra. ¿Quieres que sea más concreto? Todas esas actividades que citas para tus alumnos -sin citar la fuente- y presentadas como algo "tuyo", ya están escritas y utilizadas profusamente en otros lugares... así que, el diagnóstico de tu enfermedad: infame y falsa petulancia de pretenciosa sabiduría.
Pero lo patético no es eso, lo patético es que tus secuaces internautas te laman la píldora para que tu enfermedad de remilgamiento y melindre no mejore,¿sabes la fábula de la mona?
Antonio, te conozco como si te hubiera parido, pronto te diré quién soy. Así que haz el favor de no arrogarte sabidurías que no te pertenecen, y deja de tocar los cojones con tus remilgos.
Si quieres hacer un monumento a la vanitas vanitatum éste no es el camino.
Sé que esto duele, así que elimina esta entrada o no le hagas ni puñetero caso. Porque si contestas... vas a tener respuesta, y además te va a sorprender.
Manuel Guerrero: Si todo se reduce a que te borren un documento de la red, no hay que tener miedo. Otro asunto es que empecemos con denuncias por cuestiones de propiedad intelectual. Los papeles, en ese caso, habrá que tenerlos en regla.
Un saludo.
Mira, Antonio, muchas de las historias que compartes y escribes, porque no somos "creativos 100%", esto es obvio, ya tienen una especie de copyright. Bastaría con que citaras la fuente en todas ellas; bastaría con que no mezclaras verdad con mentira; bastaría, en definitiva, con que arguyeses que bastantes de esas recopilaciones y actividades ya aparecen formuladas en otras partes, y que otros profesores ya venimos utilizándolas tiempo ha desde otra perspectiva o formuladas con otras palabras (me viene a la memoria la historia del móvil y el water, la del niño mejicano, la del curriculum vitae, la de la sopa de letras..., a poco que siga buceando descubro un "capazo"), ¿o es que te crees que los demás partimos de la nada y tú eres el comienzo y el fin? Las contribuciones "en abierto" están muy bien, ayudan y son una fuente de información... en esto soy el primero en apoyarte, pero la fuente de información primigenia es la que hay que respetar escrupulosamente, para no arrogarse méritos cocinados con aceite, cobardía, sal remilgada y medias verdades y mentiras (y, por supuesto, evasión de la crítica, algo que sabes hacer muy bien, ¿tus alumnos se evaden tan bien como tú de la crítica o del suspenso? Ah, claro, ellos no pueden).
Y es que, como dijo Baltasar Gracián "la verdad ordinariamente se ve, extravagantemente se oye".
¿Te gustaría saber quién soy? En persona lo sabrás, palabra.
Meses después de leer tus dos entradas recomendando La bruja de abril y otros cuentos (Leer a Bradbury / Culpable de nada), SM ha vuelto a publicarlo y nosotros hemos empezado a comentarlo, por fin, en el Club de Lectura de Bachiller.
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