Antes de que media blogosfera educativa se marche de vacaciones, me gustaría hacer apología de una de las experiencias educativas más interesantes que he vivido hasta el momento. Se trata de la docencia compartida. Hablé de ello en el blog un
par de
veces. Básicamente, ha consistido en convertir los desdobles de los grupos de 2º de ESO en grupos únicos en los que entrábamos dos profesores. De algunos de esos grupos también
he hablado, aunque se puede resumir diciendo que había dos grupos estándar y otros dos grupos de alto fracaso escolar (en términos numéricos se podría hablar de un 90%, aunque no me considero exclusivamente responsable de asuntos como el absentismo, la incorporación sin garantías de los inmigrantes o el seguimiento de alumnos con graves problemas socio-psicológicos, que demuestran sobre todo la falta de coordinación entre administraciones educativas y otros servicios públicos).
Cuando planteamos en septiembre que queríamos probar a dar la clase de manera compartida, muchos alumnos se mostraron contrarios a la experiencia y preferían dividir el grupo según sus intereses y amistades. Tampoco nosotros, los profesores, teníamos muy claro cómo organizarnos con ese embrollo. Nuestra manera de dar clase era muy distinta y el carácter creo que también.
Han pasado los meses y esa experiencia casi improvisada se ha convertido en un auténtico éxito. En los últimos días de clase, pasamos una encuesta anónima a los alumnos de 2º de ESO para evaluar distintos aspectos de la docencia (descargar
encuesta PDF). Había tres puntos en los que se pedía opinión sobre la docencia compartida. Los resultados nos han sorprendido:
El 72% de los alumnos (38 sobre 53) considera positivo tener dos profesores en clase. El mismo porcentaje considera que los dos profesores estaban organizados en el aula. Sólo un 24% hubiese preferido dividir el grupo, muy lejos del 62% que no lo deseaba. Únicamente cuatro alumnos del total de 2º de la ESO del centro han considerado negativa la experiencia; la razón que daba uno de ellos es que "si uno no viene un día, el otro sí y así todos los días damos clase" (efectivamente, los alumnos no han perdido una sola clase por ausencias de los profesores).
Siempre he reconocido que el peor curso para mí era 2º de ESO. Si puedo repetir la experiencia, el curso que viene elegiré todos los grupos de 2º. Estas son mis razones para defender la docencia compartida:
- Todas las decisiones que se toman en el aula han de ser consensuadas previamente.
- Se toma conciencia de los aciertos y errores de cada uno de los profesores.
- Se aceptan términos medios en metodologías dispares.
- Se establecen criterios de evaluación mucho más definidos a la hora de evaluar.
- Se puede estar en varios sitios a la vez (uno se queda en el aula y el otro va a por material, por ejemplo)
- Se pueden manejar materiales distintos en una misma clase.
- Se da respuesta inmediata a cualquier contingencia.
- Hay una mayor atención a la diversidad.
- Se pueden aplicar con mayor rigor y justicia las normas de convivencia.
- Hay menos liderazgo en las aulas y se 'democratiza' el espacio.
Pero, no todo han sido ventajas. Nos ha costado mucho coordinar el reparto de tareas: libretas, exámenes, atención en clase, explicaciones, etc., aunque al final parecía funcionar bastante bien. También era preciso planificar las intervenciones en cada grupo, algo que teníamos que preparar en horas libres. Y, para el curso que viene, habría que mejorar algunos aspectos que no han cuajado por falta de tiempo o previsión.
Agradezco a Elena, mi compañera, toda la colaboración prestada y la confianza en este proyecto que es ya de los dos. Y a Paqui, del aula de acogida, que nos ha ayudado un montón. También a Puri y Elisa, que han llevado a cabo la misma experiencia en 1º de la ESO y a las que creo que les ha gustado también.
Os dejo a continuación algunas de las sugerencias de los alumnos:
-Que no nos separen en dos grupos el año que viene.
-Me ha gustado mucho lo de tener enseñanza compartida (...) así se aprende más y además el método que han utilizado para explicar ha sido bueno.
-Me ha resultado interesante tener dos profesores en el aula (...) el próximo año me gustaría que hicieran lo mismo.
-Al principio pensaba que tener dos profesores sería pesado, pero conforme ha pasado el curso me he acostumbrado y ahora lo prefiero así porque te ayudan más.
-Con dos profesores tienes una mayor ayuda y así puedes tener dos opiniones o explicaciones personalmente.
-Me he enterado más de las cosas. Las dos profesoras han sido muy buenas conmigo y me han ayudado. Mientras una explicaba la otra nos ayudaba.
Hay otras sugerencias más críticas, pero se refieren a los deberes, a los libros de lectura y a lo mucho que gritamos, quizá por instinto de supervivencia.
¿Alguien se anima para el curso que viene?
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