Por si no lo sabíais, hoy ha sido el día de la marmota. Yo me he enterado a través de Escolar, donde podéis satisfacer vuestra insaciable curiosidad. A mí me interesa del asunto esa sensación que planteaba la película Atrapado en el tiempo (Bill Murray apuntaba ya una vis cínico-cómica que cuajaría en Lost in translation), esa molesta contrariedad de tener que vivir infinitas veces el mismo día, metáfora de la propia marmota que cada vez que asoma la cabeza del agujero conjura el destino anual de miles de personas.
Así, yo me asomo a este agujero de la red, desde mi madriguera virtual, y según si se proyecta o no mi sombra sobre la pantalla, así me va el día.
Últimamente estaba bastante soleado, lo que, a mi juicio, vaticinaba un gran éxito de la Web 2.0, sobre todo, al ver el maravilloso trabajo que hacen mis colegas, con sus desarrollos para el aula, con los repositorios de recursos y materiales, con esas guías con las que no te pierdes en el caos de la blogosfera (son sólo unos ejemplos).
Imbuido de ese espíritu cuasi primaveral, yo mismo me lanzo a preparar wikis y presentaciones, mapas y blogs de aula, propuestas y más propuestas, unas veces solo y otras acompañado. Por si fuera poco, toda esta euforia la avivo con un curso en el que estamos todos iluminados por Santa Web Cooperativa.
Pero, es el día de la marmota... Así que, en unas horas, me vuelvo a despertar y lo veo todo nublado. Leo un artículo demoledor que, con cierta sorna, es verdad, crucifica a mi Santa Web etc. Descubro, además, que soy víctima, en ocasiones, de repentinas subidas de egorías. Para colmo, no me queda más remedio que aceptar que nunca podré colaborar en todos los wikis que me parecen interesantes y, mucho menos, podré desarrollar a tutiplén actividades TIC en el aula, a menos que la guardia pretoriana al completo pacifique mis territorios. Por mucho que multiplique mis horas frente a la pantalla (incluso con fórmulas innovadoras), estoy atrapado en el tiempo y sólo puedo aspirar a correr de agujero en agujero, rescatando de aquí y de allá semillitas con las que pasar el día, o el año, según se mire.
Y, como no quiero ponerme alegórico, que ya parezco Juan de Mena, concluyo con la gran duda de esta 'lifequest': De todo este boom tecnológico, de todo este tiempo dedicado a las TIC, de todos vuestros hallazgos, ¿aprovecharemos un porcentaje aceptable en las próximas cinco -por poner un número- primaveras? Es más, ¿se le ocurrirá a alguna mente pensante y mandante establecer un medio para canalizar tantos esfuerzos hasta hoy dispersos? Y aun me pregunto: ¿Colaboraríamos, unos con otros y todos entre sí , en la misma medida -con comentarios tan elogiosos- si estas actividades tuviesen carácter oficial?
Ahí es nada...
(No me lo tengáis en cuenta, que es el día de la marmota y tengo sueño)
5 comentarios:
No te lo vamos a tener en cuenta, pero para ser tu día de la marmota has sabido hacer una análisis bastant lúcido de lo que te pasa. Yo, en días así, escondo mi cabeza en la madriguera y apago mis neuronas.
En cuanto a la pregunta de si dentro de cinco primaveras... La verdad es que las TIC avanzan a pasos agigantados y cinco años son una eternidad en la blogosfera. No me gusta hacer pronósticos, pero se me ocurre que quizá estas frases al vuelo te pueden animar un poco:
Navega que algo queda.
Nunca navegarás, sin aprender alguna cosa más.
El que webs avista es innovador. [remake de El que avisa no es traidor]
A mí la duda que me queda de todas estas innovaciones tecnológicas alucinantes que estamos viviendo es que no ayudan a mejorar el nivel de nuestros alumnos. El que es vago, rutinario, sin imaginación, desordenado... no hay wiki o webquest o blog que le haga mejorar. Las aberraciones tecnológicas son peores todavía que las tradicionales. En el fondo un papel y un bolígrafo expresan formidablemente el nivel y las posibilidades de nuestros pupilos. La tecnología es atractiva pero no hace milagros, abre posibilidades a los que son capaces de imaginarlas o desarrollarlas.
En cuanto a si seríamos capaces de colaborar en todas estas actividades si tuvieran carácter oficial, sostengo que rotundamente no. Todo lo que me llega de la oficialidad me parece detestable y burocrático. Lo bonito de este mundo es su anarquía, el nivel de empatía espontánea que se genera, su independencia, su creatividad no sujeta a sistema. Me ha gustado eso de las egorías.
Además del día de la marmota, por tierras más cercanas el dos de febrero se celebra la Candelaria:
http://www.elalmanaque.com/Calendarios/candelaria.htm
Yo propongo dos velas:
Una que te suba el nivel de egorías. Necesito que se mantenga alto para que en tu blog sigan apareciendo noticias como la del ladrón del currículum. A mí me gustó mucho y a mis estudiantes también.
Otra por la anarquía y la empatía espontánea que comenta Joselu, para que nos protejan de todo carácter oficial.
Lu: Efectivamente, quien siembra windows, recoge tempestades, esto es, las nuevas tecnologías siempre tienen un efecto atómico de expansión y contracción. El tiempo dirá lo que queda, pero seguro que hay cuestiones que perdurarán (por ejemplo, recuerdo que cuando aprendí HTML, hace diez años, los expertos me decían que era una pérdida de tiempo, y ahora lo suelo usar muchísimo para retocar plantillas).
Joselu: La pregunta sobre el status de oficialidad tenía trampa, y era para ver el grado de funcionariado que corre por nuestras venas. También yo pienso que lo oficial acaba siendo gris y aburrido (salvo que seas generosamente gratificado por ello). Y lo de las egorías... a raudales.
Longrey: Olvido imperdonable, lo de la Candelaria. Mi abuela y tres primas se llaman así, de modo que no tengo excusa. Acepto las velas y procuraré mantenerlas encendidas por mucho tiempo (y además espero que vengáis a calentaros en ellas para que sigan subiendo mis egorías)
Hola. ¿Sabes que día es hoy?, ¿qué se celebra?.
Un saludo.
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