Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos.
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20 noviembre 2021
Sesquidécada: noviembre 2006
07 noviembre 2021
Presente imperfecto, futuro indefinido
El último libro de Nando López no es literatura juvenil. Tampoco teatro. Ni humor educativo. Conociendo un poco su actividad en redes sociales tendríamos que haber supuesto que abordaría tarde o temprano el género del relato corto, un modelo que domina con gran maestría en sus hilos de Twitter. Sin embargo, cada canal tiene sus exigencias y este libro no es una recopilación de hilos ni nada que se le parezca. Este libro es una madeja de relatos que se tocan, se esquivan o se rozan, como en las vidas reales se trenzan nuestras intrigas diarias hasta formar un ovillo difícil de desenredar. Las vidas difíciles y los amores difíciles, como ese otro libro de relatos homónimo de Italo Calvino, que enseguida me vino a la mente, porque en Presente imperfecto son también amores complejos los que se asoman al lector. Amores conjugados en diversos tiempos y modos, amores pasados, presentes y futuros, amores hipotéticos y condicionales (o incondicionales).
Me he acordado de Calvino, pero también de María de Zayas, a quien bien conoce el autor, y sus novelas amorosas y ejemplares. Quiero pensar que ella hubiese escrito hoy unos relatos muy parecidos, libres, sin la presión del modelo heterosexual que impregna el canon literario. Me resisto a catalogar la obra de Nando como novela LGTBIQ, como si hubiese una literatura específicamente orientada a este colectivo por el simple hecho de mostrar amores diversos, como si las personas hetero-cis-normativas solo pudiesen leer historias de amor heterosexual para no caer en la tentación o el pecado. En Presente imperfecto no vais a encontrar más que literatura, historias de amor pasión, amor traición, desengaño, frustración, dolor... pero hallaréis también esperanza y optimismo. He atisbado entre sus líneas a Melibea o a Ana Ozores, no necesariamente con esos pronombres; he notado tras sus protagonistas la amarga señal del Destino o el voluble girar de la Fortuna. Leer de amores es vivir dos veces los amores propios, pues siempre encuentra uno entre líneas las trazas de vivencias o deseos paralelos. Y eso lo sabe explotar a la perfección Nando López, con sus diálogos y sus guiños constantes a una realidad que, como avisaba Pessoa, nunca sabremos si es real o fingida. Y sin entrar en detalles, lo que siempre acabo agradeciendo en sus libros es la complicidad con el lector, una complicidad generosa y comprometida, esa complicidad con la que uno cierra el libro sabiendo que, aunque el presente sea imperfecto y el futuro indefinido, siempre hallaremos un tiempo en el que conjugar a la perfección nuestros sueños.
Presente imperfecto, Nando López, Editorial Dos Bigotes, 2021. (Reseña editorial en Instagram)