El año pasado surgieron, casi como una broma ligera, las inocentadas educativas, una serie de tuiteos en los que los docentes planteaban un universo educativo paralelo lleno de problemas y soluciones al mundo real. Este año se ha repetido la convocatoria, en la que se han escrito casi mil aportaciones, y que ha conjurado a cientos de participantes con ingenio desaforado, cuyos tuits más destacados he recopilado en el storify que acompaña esta nota. He tenido ocasión de leerlos casi todos y he aquí mis conclusiones acerca de las quejas más habituales en la comunidad educativa, principalmente entre los docentes.
De qué se quejan los docentes:
- Falta de consenso en las leyes educativas
- Dificultades para atender la diversidad en el aula
- Ser cuestionados de continuo por las familias
- No disponer de tiempo para organizarse y coordinarse
- Falta de equipamiento y recursos materiales
- Malas conexiones a redes en los centros
- Falta de esfuerzo del alumnado
- Excesiva burocracia o problemas con las plataformas de gestión docente
- Poco reconocimiento por parte del resto de la comunidad educativa
- Escaso apoyo de la administración, especialmente de la inspección o de los políticos
- Inestabilidad de la plantilla, especialmente con profesores interinos
- Poco valor de la pedagogía de salón procedente de expertos ajenos al aula
- Incomprensión de sus colegas cuando innovan contra corriente
- Tendencia a no implicarse en el correcto funcionamiento de los centros
- Abuso del libro de texto o de los deberes
- Poca disposición a cumplir las normas que les afectan
- Metodologías obsoletas o prácticas rutinarias
- Diferencias entre profesores según su condición laboral
- Falta de formación
- Adopción superficial de supuestos métodos modernos
- Falta de empatía con el alumnado o con las familias
- No revisar las tareas que se mandan
- Representar los tópicos del "funcionariado castizo"
- Tener una jornada y calendario privilegiados
Por supuesto, aparecen muchas más críticas, de tipo político, con referencias concretas a la (mala) gestión de tal o cual partido, la eterna lucha entre escuela pública y concertada, la pervivencia atávica de la religión católica en el currículo oficial, o la reivindicación de visibilidad de escuelas rurales, de la FP, de las escuelas de adultos, del colectivo LGTB, de la formación inicial del profesorado... Todos esos tuits los podéis encontrar en la etiqueta #educentadas
Esperemos no nos falte el humor en este año 2017 que está a punto de comenzar y que, algún día, no olviden estas pequeñas bromas tan serias quienes asuman la tarea de dotar de un marco educativo estable a este país.
Así sea, Toni. Que no olviden nuestras reflexiones quienes van a dibujar el nuevo escenario educativo. Entre risas y veras, se han dicho muchas verdades.
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