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26 abril 2015

Sesquidécada: abril 2000

Esta sesquidécada de abril tiene sabor de escuela, pues en ella recupero una antología de citas sobre Educación a cargo de filósofos, escritores, pedagogos y otros autores célebres. Latín y mentiras, que así se llama esta obra, es un libro delicioso que ofrece puntos de vista muy distintos sobre el arte de educar. En el año 2000 en que yo me estaba iniciando en este oficio docente, algunos de aquellos pensamientos me resultaron curiosos o extravagantes, pero debo reconocer que hoy día los entiendo mucho mejor. Resulta muy difícil hacer una selección de otra selección, pero quería aprovechar esta sesquidécada monotemática para dejaros algunos de los textos que más me han llamado la atención. Espero que os gusten.


Alexander Shutterland Neill
He dicho que los padres quieren que su hijo llegue a ser lo que ellos no pudieron llegar a ser. Pero hay más: todo padre reprimido está decidido al mismo tiempo a que su hijo no saque de la vida más de lo que él sacó. Padres sin vida no quieren que su hijos vivan, y esos padres siempre tienen miedo exagerado al futuro. Creen que la disciplina salvará a sus hijos. Esa misma falta de confianza en sus yos interiores les hace postular un Dios externo que obligue a la bondad y la verdad. La disciplina es, pues, una rama de la religión. (..)
Nunca he esperado mucho de la educación; quiero decir que siempre he dudado de que al hombre se le pueda modificar o mejorar de algún modo por medio de la educación. En cambio, siempre tuve cierta confianza en el suave poder de persuasión de la belleza, del arte, de la poesía; a mí mismo, en mi juventud, me formó más y me despertó con mayor fuerza la curiosidad hacia el mundo espiritual ese poder que todos los "métodos de educación" oficiales o privados. (...)
La escuela es el único problema cultural moderno que tomo en serio y que ocasionalmente me excita. En mí la escuela ha destrozado muchas cosas, y conozco pocas personas de cierta importancia a las que no les ocurriera lo mismo. Aprender, sólo aprendí allí latín y mentiras.

Martin Buber
Una enseñanza cuyo objetivo es el qué, no es educativa. Por el contrario, si su meta es el cómo, entonces lo es. La educación no es una cuestión del qué sino del cómo: cómo se enseña, cómo se presentan las cosas. Y esta en verdad es una tarea muy difícil.

James Boswell
Nuestro actual sistema educativo es muy malo. A un joven le enseñan durante algunos años una serie de cosas que, cuando se enfrenta al mundo, no ve modo de usar. No se enseña ni una sola cosa relativa a cómo debe uno comportarse en la vida real. Se ara y se allana la mente pero no se echa semilla alguna. Mediante el cultivo, el terreno se fertiliza, y así, cuando un joven se enfrenta al mundo, lo que ha sido sembrado crece con gran exuberancia. (...) Según mi plan, los jóvenes deberían, en primer lugar, hallarse bien cualificados para ser buenos ciudadanos; además, debería haber oportunidades concretas de instrucción para cada modo concreto de vida.

H.L. Mencken
Pienso que el período escolar es el más desdichado de toda la existencia humana. Está poblado de tareas insulsas e ininteligibles, de reglamentaciones nuevas y desagradables, de transgresiones brutales al sentido común y el decoro. Un niño razonablemente despierto no necesita mucho tiempo para descubrir que la mayor parte de las enseñanzas con que lo atosigan son absurdas, y que a nadie le interesa realmente que las asimile o no. Sus padres tienden a aburrirse con sus lecciones y deberes, a menos que tengan una mente infantil, y son incapaces de ocultar este hecho cuando él los escudriña con sus ojos penetrantes. A sus primeros maestros los ve sencillamente como policías fastidiosos. A los posteriores generalmente los cataloga, con mucha razón, como asnos.

Johann H. Pestalozzi
En tanto que los maestros no se tomen la molestia o no sean capaces de infundir en sus alumnos un vivo interés por aprender, no tienen derecho a quejarse de su falta de atención ni de la aversión de algunos niños hacia la enseñanza. Si pudiéramos ser testigos del indescriptible aburrimiento que invade el alma infantil cuando se pasan una tras otra las fatigosas horas ocupándose en cosas que no causan ningún aliciente en los niños ni puede parecerle de alguna utilidad, y si quisiéramos acordarnos de esos mismos hechos que nos ocurrieron en nuestra propia infancia, no nos extrañaríamos ya más de la pereza escolar que se arrastra hacia la escuela como una babosa.

Friedrich Schiller
La ilustración del entendimiento sólo merece respeto si se refleja en el carácter, pero con eso no basta: surge también, en cierto modo, de ese mismo carácter, porque el camino hacia el intelecto lo abre el corazón. La necesidad más apremiante de la época es, pues, la educación de la sensibilidad, y no sólo porque sea un medio para hacer efectiva en la vida una inteligencia más perfecta, sino también porque contribuye a perfeccionar esa inteligencia.

León Tolstoi
Los niños son moralmente mucha más sagaces que los adultos, y -a menudo sin mostrarlo y hasta sin tener conciencia de ello- no sólo ven los defectos de los progenitores, sino también el peor de todos los defectos: la hipocresía de los padres, y pierden el respeto por ellos y el interés por todas sus enseñanzas. La falsedad de los padres en la educación de los hijos es el fenómeno más corriente, y los niños son muy sensibles y lo notan al instante, se alejan y se corrompen. La verdad es la primera y principal condición de la eficacia del influjo espiritual; de ahí que sea también la condición primordial del empeño educativo. 

Francisco Giner de los Ríos
El gran secreto de la vida es aprender a olvidar, debiendo proceder con todo el saber que adquirimos como el actor con los papeles que aprende: sin retenerlos en la memoria más que mientras hacen falta, a fin de que dejen hueco para otros. Es una suerte que la mayor parte del bagaje con que nos cargan en la juventud se nos olvide. El método verdaderamente psicológico, el más económico de fuerzas, tiempo y dinero, es el que emplea todos los sentidos.

Robert L. Stevenson
Si recordamos los tiempos de nuestra educación, estoy seguro de que no serán las intensas, instructivas, henchidas horas en las que hicimos novillos las que lamentemos. Más bien suprimiríamos algunos apagados momentos de duermevela en las clases (...)
No es este el momento de extenderme en hablar de ese poderoso lugar de educación -la calle- que fue la escuela favorita de Dickens y Balzac y hace cada año muchos oscuros maestros en la ciencia de la Vida. (...)
Baste con esto: el muchacho que no aprende en la calle es que no tiene facultades de aprender. Ni el que hace novillos está siempre en la calle; porque, si lo prefiere, puede, atravesando los barrios extremos poblados de jardines, salir al campo, sentarse cerca de unos lilos, al lado de un arroyo y fumar pipa tras pipa al son del agua en las piedras. Un pájaro cantará en la enramada. Y se sentirá llevado de agradables pensamientos; y verá las cosas a una nueva luz. Si esto no es educación ¿qué es, entonces?

Ludwig Wittgenstein
Nuestros niños aprenden ya en la escuela que el agua está formada por los gases de hidrógeno y oxígeno, o el azúcar por el gas carbónico, hidrógeno y oxígeno.Quien no lo entiende es tonto. Los problemas más importantes se ocultan.

Jean Jacques Rousseau
Si la naturaleza da al cerebro de un niño esa flexibilidad que lo vuelve idóneo para recibir toda clase de impresiones no es para que en él se graben nombres de reyes, fechas... no tienen sentido para su edad ni utilidad alguna, las ideas que pueda concebir deben servirle para conducirse durante su vida de manera conveniente a su ser y a sus facultades. (...)
¿Por qué consumir el tiempo en instrucciones que siempre vienen por sí mismas y no cuestan ni esfuerzos ni cuidados? ¿Qué niño de doce años no sabe todo cuanto vos queréis enseñar al vuestro, y, además, lo que sus maestros le han enseñado?

Wystan H. Auden
Un maestro no tarda en descubrir que sólo puede ser útil a unos pocos, que hay muchos por los que nada puede hacer, salvo enseñarles unos cuantos trucos para aprobar los exámenes, y otros pocos a los que no puede hacerles más que daño. Los niños que me interesaban eran los retrasados, es decir, aquellos que aún no habían descubierto su verdadera naturaleza, cosa que resultaba de gran interés incluso para mí mismo, o aquellos que, al igual que yo a su edad, eran anarquistas que odiaban la escuela. A estos últimos intenté, mientras alentaba su rebelión, enseñarles la técnica del camuflaje para evitar el martirio. En el aspecto político no pude hacer nada, excepto tratar de minar su fe.

John Dewey
Nadie ha explicado aún por qué los niños están llenos de preguntas fuera de la escuela (de tal modo que llegan a abrumar a las personas mayores si reciben algún estímulo) y su sorprendente ausencia de curiosidad sobre las materias de las lecciones escolares. Ningún perfeccionamiento en la técnica personal del docente remediará plenamente este estado de cosas (...) Como consecuencia de la falta de materiales y ocupaciones que produzcan problemas reales, los problemas de los alumnos no son suyos, o más bien son suyos sólo como alumnos, no como seres humanos.

Friedrich Nietzsche
El gran defecto de la enseñanza actual es que se imparta por horas y todo revuelto. (...)
En los Estados grandes la instrucción pública siempre será sumamente mediocre, por la misma razón por la que en las cocinas grandes se cocina, en el mejor de los casos, mediocremente. (...)
Los Estados sinceramente democráticos tienen que proveer a todos de la educación más elevada a cualquier precio.

Oscar Wilde
La educación es algo admirable, pero conviene recordar de vez en cuando que nada que merezca saberse puede ser enseñado.

Karl Kraus
Los niños de hoy se ríen de sus padres cuando les cuentan cuentos de dragones. Es de todo punto necesario que el terror sea una asignatura obligatoria; de lo contrario, nunca lo aprenderán.

Hannah Arendt
El propósito de la educación totalitaria nunca ha sido inculcar convicciones, sino destruir la capacidad para formar alguna.

Esta sesquidécada, como ya es costumbre, también tiene su reseña en el podcast de El Recreo, de la mano de Gorka Fernández (a partir del minuto 27): 

23 abril 2015

Completamente quijotizados...



Como muchos de nuestros lectores saben, este año se celebra el IV Centenario de la edición de la segunda parte del Quijote y desde varias bitácoras de Lengua, Literatura y Educación hemos dedicado parte de nuestro quehacer y trabajo este curso escolar a impulsar un nuevo proyecto que presentamos hace unos meses: Quijote News.

Hoy, 23 de abril, basta echar un ojo a la Wikipedia para recordar que quedan 252 días para terminar el año, que es el Día Internacional del Libro y que hay tres efemérides ligadas a tres excelsos nombres de la literatura universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. También queremos celebrar con todos vosotros,-as que nuestro proyecto sigue a buen ritmo y queremos compartir algunos datos que nos hacen sentirnos muy orgullosos y felices:
  • número de centros participantes: 46
  • número de alumnos, -as: 2367
Así mismo, nuestros compañeros de Tres Tizas han lanzado otra iniciativa para conmemorar esta efeméride que queremos compartir hoy con todos: buscad en vuestras bibliotecas, rescatad vuestro ejemplar del Quijote y publicad en Twitter un selfie o selfi para la colección conjunta con la etiqueta #selfiequijote. Aquí tenéis algunos ejemplos.


Aún estáis a tiempo de participar en esta feliz celebración, bien en Quijote News o bien en nuestra colección de selfies del Quijote. Animaos, esperamos vuestras colaboraciones…


20 abril 2015

Muchos clásicos poco clásicos

Invitado por la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil (ALIN) a través de Marisa Zapata y el CEP de Almería, pude participar el sábado pasado en las Jornadas "Es moderno ser clásico", que tuvieron lugar dentro de la semana del Teatro del Siglo de Oro. Allí fui a contar lo que hacemos en clase con los clásicos, que es básicamente leerlos para convertirlos en otros textos audiovisuales, algo que ya sabéis de sobra quienes pasáis por aquí.
Aunque pude mantener una charla informal sobre literatura juvenil con Fernando Lalana, apenas tuve tiempo para saludar a Rosa Navarro, a quien admiro y de quien hubiese podido aprender mucho. Por suerte, de quien sí aprendí fue de Pepe Cañas, que nos regaló una excelente apología del teatro escolar bien salpicada de anécdotas y consejos. Curiosamente, ambos coincidimos en que los proyectos, sean teatro, vídeo o cualquier otra manifestación artística, acaban sacando a la luz el potencial oculto de muchos alumnos.
Como suele ser habitual, al margen de la ponencia formal, lo mejor del viaje fue el contacto humano con profesionales magníficos y con buenas personas de verdad, como Carmen Cañabate, Adrián Zapata, Mª Jesús Escarabajal o Rubén Martínez, a quienes agradezco sus atenciones y paciencia. A modo de colofón, pudimos ver la representación de la comedia El rey Perico y la dama tuerta, una adaptación muy divertida de otro clásico. También mi amiga Carmen Cañabate ha reseñado la jornada en su blog.

Más información sobre las actividades de aula de las que hablé:
En este vídeo podéis hallar un resumen de algunos fragmentos de esos proyectos mencionados:

13 abril 2015

No soy yo, son ellos


Aunque es habitual entre los profes usar las palabras que dan título a esta nota como muestra de una fingida modestia, no es este el propósito con el que las recojo en esta ocasión. He visitado Gijón hace muy poco para impartir (o compartir, mejor) unas jornadas formativas en diversos foros y me he encontrado varias veces con unos elogios que agradezco pero que debo matizar. Al acabar mis exposiciones, algunos profes comentaban: "¡qué trabajos más interesantes haces!", a lo que siempre tenía que responder: "lo que he enseñado no son mis trabajos, sino los de mis alumnos".
Es posible que mi mayor mérito sea el de ser pesado y de no cansarme de mostrar lo que hacemos en clase. Desde hace tiempo, en el blog, en las redes o en los eventos educativos, insisto en la necesidad de difundir el trabajo de aula, independientemente de lo llamativo o innovador que sea. Los profes tenemos que asumir esa tarea de abrir el aula como algo fundamental. Muchos de los trabajos que muestro en jornadas y cursos no son brillantes: tienen fallos, son simples, esconden vicios o descuidos garrafales... pero son los trabajos de mis alumnos, con sus luces y sus sombras. Está claro que suelo enseñar los más originales, pero todos los demás también están en la red y, lo que es más importante, también está visible en parte la trastienda de todos ellos. Esta era otra de las cuestiones que quería comentar: mi trabajo no es que mis alumnos hagan vídeos divertidos o creativos; eso es un elemento más de las tareas, pero no el objetivo final. En todos los proyectos hay una gran parte del trabajo que no sale a la luz, como en un iceberg. Cuando trabajamos con Google Drive es fácil colgar los documentos de trabajo (portfolios o sitios web de algunos proyectos, por ejemplo), pero en otras ocasiones, ese esfuerzo queda en las libretas o en borradores que permanecen en la sombra. Esos trabajos -textos expositivos, instructivos, guiones, resúmenes, biografías, etc.- también son tareas suyas, tareas en las que ejerzo mi tutela curricular tanto como en el desarrollo de las competencias digitales o la alfabetización audiovisual. Por eso, son mis alumnos y alumnas quienes merecen todos los elogios. Y por ellos seguiré contando todo lo que pase en el aula.

En cuanto a mi ponencia en Gijón, os dejo los materiales, tanto la presentación como el vídeo del streaming. Como dije en la charla, si durante un tiempo hemos permanecido al margen de la ley desarrollando metodologías que muchos consideraban cuanto menos dudosas, quizá valga la pena seguir siendo un forajido educativo y tratar de promover un cambio para ese posible BOE de 2020. No creo que sea fácil, pero tampoco es sencillo para muchos de nosotros resignarnos al fracaso o a la rutina. ¿Cuáles serían esos objetivos?
  • Dar prioridad a las competencias 
  • Abolir los deberes 
  • Flexibilizar etapas y niveles 
  • Aprendizaje móvil y ubicuo 
  • Trabajo por ámbitos 
  • Pedagogía de la lentitud 
  • Invisibilidad de las TIC 
  • Derribar los muros de aulas y centros
  • Desaparición de las notas numéricas 
  • Leyes educativas del siglo XXI
De momento, sólo una lista de aspiraciones y deseos, que quizá se vayan cumpliendo si nos empeñamos en empezar a cambiar nosotros mismos.

Por último, aprovecho para mostrar mi agradecimiento: a mi amigo Xulio Berros, que me acompañó en el periplo asturiano como un estupendo cicerone; a Lucía Álvarez y Alberto García, a quienes admiro desde hace tiempo y con quienes pude charlar un rato; a los equipos docentes del CPR Gijón Oriente, del IES Emilio Alarcos, del CP El Lloréu y de la CEPA de Gijón, que me abrieron sus puertas y mostraron su gran profesionalidad y una gran cordialidad; a Queli Fueyo y a sus alumnos de Pedagogía, por la magnífica iniciativa de compartir experiencias reales de aula con alumnado de Primaria; y finalmente a todos los profes que dedicaron un poco de su tiempo a escuchar todas estas experiencias de las que solo soy un mero relator, porque el protagonista no soy yo, son ellos.