19 febrero 2015

Sesquidécada: febrero 2000

La sesquidécada de febrero tiene protagonistas marca España, para que luego digan que no hacemos patria. Se trata de dos figuras fundamentales de la narrativa de finales del siglo XX: Antonio Muñoz Molina y Juan José Millás.

Muñoz Molina es conocido por sus obras de gran peso: las novelas negras o el ciclo de memoria histórica ambientado en Mágina, y sus obras de carácter cercano al ensayo. Sin embargo, son menos conocidas sus novelas cortas, muy interesantes por la condensación y por cierto aire de delicatessen literaria: En ausencia de Blanca, El dueño del secreto o Carlota Fainberg. Precisamente esta última fue la que leí en febrero de 2000 y la que ahora recupero para esta sesquidécada. En Carlota Fainberg, dos personajes se cruzan al azar en un aeropuerto e intercambian historias del pasado. No voy a desvelar mucho de la trama, pero quiero subrayar el gran trabajo de Muñoz Molina como creador de narradores interpuestos y como gestor de la tensión y el suspense, incluso sin necesidad de elementos rebuscados o artificiosos. Es un texto breve que, de verdad, merece la pena conocer.

Juan José Millás ha aparecido muchas veces en este blog, sobre todo elogiado por su capacidad de dotar de lógica a los mayores absurdos. En muchos casos, ese manejo del absurdo permite a Millás generar columnas periodísticas que demuestran que la ficción no llega a la suela de los zapatos de la realidad. En No mires debajo de la cama son precisamente los zapatos los protagonistas de la historia, aunque poco a poco ceden terreno a otras tramas y a otros personajes. La vida secreta de los zapatos por la noche sirve de excusa para mostrar, una vez más, la materia absurda de nuestra realidad. Sin embargo, creo que también a Millás se le escapa el hilo narrativo y sus alegorías resultan desmesuradas para el formato novelístico, que acaba pareciendo una columna periodística exagerada en extensión.

Para cerrar esta sesquidécada, mencionaré un libro del que apenas recuerdo nada, pero que significó mucho para mí en su día. Se trata de la Guía para el profesor de idiomas, de Maximiano Cortés, un libro que leí con fruición para ponerme al día en las claves de la docencia de Español como Lengua Extranjera. Digo que significó mucho para mí porque en aquel momento empecé a dar clases on line para un college de EE.UU., lo que me abrió las puertas al mundo de las TIC. Hace quince años empecé a manejar los cursos virtuales y las clases a través de salas de chat de voz que permitían sesiones de intercambio en tiempo real. Tuve conciencia entonces de que los contextos de aprendizaje estaban cambiando y de que el mundo se había hecho muy pequeño. Poco tiempo después, cuando comencé a dar clases en el sistema educativo general, también me di cuenta de que en este país estábamos todavía anclados en el pasado, en el "Cuéntame" del que todavía parece que no hemos salido.

Como dije en la anterior sesquidécada, esta sección también podéis escucharla en los podcasts de El Recreo que graba para la red mi buen amigo Gorka. En esta ocasión, mi intervención (a partir del minuto 24) va precedida de la excelente charla con Maru Domenech, que también nos habla del Quijote News.

07 febrero 2015

Vuelve Espiral Edublogs



Un año más llega la convocatoria de los Premios Espiral Edublogs. Por si alguien todavía no la conoce, esta convocatoria es el referente más sólido en el panorama de los blogs educativos en nuestro ámbito. Y digo la convocatoria y no los premios porque, al margen de llegar a la clasificación final, participar en el certamen y descubrir a otros que también lo hacen es ya de por sí un privilegio y un placer.
El premio Espiral Edublogs tiene para mí un sabor especial, quizá porque cumple nueve años, como pronto los cumplirá este blog, o quizá porque supuso para mí una de las mayores alegrías obtenerlo en la edición de 2008. Inevitablemente, esta nota se convierte en una recuperación nostálgica de aquel momento, no solo por el premio en sí, sino porque dio pie al comienzo de la amistad con profes estupendos como Lourdes Domenech, a quien ya idolatraba en aquella época, como Patxo Landa y Marcos Cadenato, como Isidro Vidal, Charo FernándezXavier SuñéJuanmi Muñoz, Irene Pelegrí, Pedro Villarrubia, Víctor Cuevas y muchos otros a quienes admiro y con quienes sigo compartiendo alegrías y trabajos. Aquí podéis recuperar algunas de aquellas notas que aparecieron en este blog en su día:
Ha llovido mucho desde aquellos premios Espiral, aunque, en el fondo, tampoco hemos cambiado tanto. Por suerte, los blogs son una herramienta habitual en las aulas, a diferencia de entonces, donde apenas unos pocos locos sabían qué hacer con ellos; también ha cambiado la percepción del profe que trabaja con las TIC, en aquellos años una especie de ser extraño que pergeñaba sus actividades digitales casi en la clandestinidad. Quienes estaban allí saben que no exagero.

He querido redactar esta nota para invitar a los que pasáis por aquí para que hagáis visibles vuestros blogs en la red, para que lo que ocurre en el aula no se quede oculto entre cuatro paredes. Sé que no es fácil alcanzar el premio, cada día más reñido por la cantidad y calidad de los blogs presentados (fui jurado en una ocasión y sufrí mucho para decidir), pero, más allá del galardón, la gracia de todo esto es tejer una red de docentes y alumnos lo más tupida posible, para que fluyan las buenas prácticas. 

Finalmente, os dejo aquella intervención en la que hablé sobre la blogobiografía, esto es, el nacimiento, la vida y la muerte de los blogs, un texto con algo de reflexión y con su preceptiva dosis de humor.