Hay en la red muy buenos profesionales y también muy buenas personas. Conchita López es una de esas profes que reúne ambas virtudes, a las que habría que añadir la honestidad y la modestia.
Mi primera referencia de su blog docente fue en 2008, cuando tuvo la gentileza de reseñar una entrada mía. Poco después ya éramos buenos amigos en la red, sobre todo a partir de su interés por el proyecto de homenaje a Miguel Hernández.
Luego vinieron los Callejeros Literarios en Jacarilla, y su tribu de Blogmaníacos se convirtieron en habituales de la red, siempre mostrando proyectos y actividades excelentes, como las preguntas al presidente del gobierno o la reciente entrevista a su alcaldesa.
A pesar de todos los devaneos educativos en los que hemos participado juntos desde entonces, solo coincidimos presencialmente una vez en la entrega de premios Espiral, aunque ni siquiera pudimos hablar.
Hoy se ha jubilado Conchita. Para mí que solo ha abandonado un poco el aula, porque seguro que un buen trozo se lo lleva puesto. A quienes la mirábamos por estas ventanas virtuales nos deja también un poco huérfanos. Por suerte, nos queda su amistad, su cariño y su buen hacer. Esperemos que desde la trinchera de la retaguardia nos siga alumbrando con su sabiduría.
Te queremos, Conchita.
Muy bonitas palabras.
ResponderEliminarTodos los referentes se quedan siempre con nosotros y el maestro lo es 24 horas al día y toda su vida, dé o no dé clase
ResponderEliminarFue para mí muy halagador ver ayer esta entrada dedicada a mi persona. Una tiene sus referentes en esto de la blogosfera, y hay algunos que perduran a través de los años, como es tu caso.
ResponderEliminarHe aprendido mucho de ti y contigo durante estos seis cursos de devenir 2.0. Quizá sea porque la literatura es nuestro amor común, quizá porque me gusta el mimo que pones al escribir tus entradas, quizá porque te he visto en la red en diferentes intervenciones/ponencias/eventos,... y comparto tu sentido del humor con el que siempre las sazonas...
Seguro que hay muchas otras razones, pero me quedo con esas tres.
Bueno, quizá habría que añadir que no se te ha subido a la cabeza la merecida fama que tienes entre nosotros, tus aprendices. Véase si no esta entrada dedicada a una humilde maestra de primaria que se jubila.
Seguimos en contacto, ¡cómo va a ser de otra manera ahora que el aprendizaje es ubícuo, líquido, al revés y de costado si se presenta!
¡Buen curso, te leeré atentamente!
Ubuntu...mis dos referentes y amigos ...caminante no hay camino...me gusta pisar vuetras estelas
ResponderEliminarNo he seguido a Conchita pero por tu evocación y homenaje me merece todo mi interés. Yo me pregunto que cuándo me llegue a mí en un tiempo no muy lejano, ¿qué haré con mi blog que es un pedazo de mi alma? Es un momento agridulce este de irse. Yo no querré ninguna despedida, ninguna mención, ninguna referencia, ninguna comida de departamento. Nada. Solo saldré como llegué, con una mano delante y otra detrás. Y en el más estricto silencio y discreción. Siento no haber hablado más de Conchita pero no he tenido el placer de conocerla. Seguro que su riqueza personal y profesional seguirá estando presente.
ResponderEliminarRo: Bonitas palabras para un bonito oficio.
ResponderEliminarEduideas: Tienes razón. Resulta muy difícil desvincularse del trabajo, sobre todo si te apasiona lo que haces, como en el caso de Conchita.
Conchita: ¡Cuánto honor invocarte y que aparezcas! :) Sabes que no exagero y un paseo por tus blogs lo demuestra con creces. Se agradecen tus palabras de reconocimiento, pero el mérito esta vez te lo llevas tú. En Secundaria se percibe muchas veces, demasiadas, al alumnado como enemigo al que hay que vencer. Darme un paseo por tu aula siempre me ha producido envidia sana porque he visto lo que otros buscan en Finlandia o no sé dónde. Creo que mereces el descanso, pero te echaremos de menos. Un abrazo.
Mercedes: La carrera de Conchita solo necesitaba como guinda esa tesis que ya ha sentado cátedra en la red. Con vuestra tesis habéis documentado que un cambio es posible y que depende de nosotros. Gracias también a ti.
Joselu: No sé si tú lo percibes igual que yo, esa brecha que hay en los institutos respecto a los colegios. Es como si de la noche a la mañana los niños dejaran de serlo, como si tuvieran que abandonar los juegos para entregarse a la erudición sin sentido. Personalmente, veo que mi cambio metodológico me acerca más a algunos coles, aunque también es verdad que en todos sitios cuecen habas.
En cuanto a tu jubilación, no sé si será celebrada o silenciosa; solo espero que entonces tengas tiempo de pasarte alguna tarde por aquí para charlar mirando al mar de invierno :)
Veo que estoy más desconectada de lo que pensaba. ¡Conchita! ¡Mi Conchita se jubila!Pues te deseo todas las bondades posibles, querida maestra. Seguiremos aprendiendo de ti. Un beso enorme.
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