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04 septiembre 2013

Leer el exilio, vivir el exilio



No resulta fácil para mí elegir los proyectos en los que quiero embarcarme cada inicio de curso. Por un lado, la oferta de actividades en las que colaborar es cada vez más amplia y atractiva. Se añade, además, la "amistad profesional" con muchos de los compañeros que los coordinan y promueven. Por otro lado, también me complica la elección el hecho de no tener claro aún el contexto de aula en el que me voy a mover, aunque resulta evidente que cada curso las condiciones se endurecen con una vuelta de tuerca, o más.
A pesar de ello, uno de los proyectos a los que no renunciaré este año es mi colaboración en El barco del exilio, un proyecto en el que ya participé el curso pasado, y que viene ahora con un ambicioso plan de trabajo cooperativo: N-MOOC Los astilleros del barco. No voy a entrar en detalles porque podéis encontrar mucha información en los diversos foros y plataformas en los que está ya fraguándose esta segunda edición del proyecto. Animo a todos los lectores del blog a que lo conozcan y participen de manera activa en la creación de actividades y en la construcción de una red de conocimiento compartido para el aula y fuera de ella.
Decía que tengo clara mi participación en este proyecto, pero hasta que no vea el material humano con el que cuento en el aula no voy a entrar en materia. Es muy posible que lo lleve a cabo en el 2º curso de PQPI de Jardines y Viveros, un grupo reducido que se rige por el currículo de la escuela de adultos. Tengo en mente trabajar la vivencia de los exiliados a partir de lecturas juveniles que les resulten cercanas. Es curioso comprobar que vivimos en una sociedad de exiliados, unos que se fueron, otros que llegan y muchos más que tendrán que marchar. En ese contexto de migraciones, creo que todo el alumnado tiene historias familiares que contar, experiencias cercanas vividas con alegría o dolor. Por tanto, mi proyecto, al que he llamado "Leer el exilio, vivir el exilio", irá encaminado a leer, recrear y compartir estas vivencias. No sé si llegaremos a buen puerto, como pretende mi amigo Joaquín José Martínez, patrón fáctico de este Barco del exilio, pero siempre he defendido que más que la meta importa el viaje.
De momento, comparto con vosotros un listado de lecturas juveniles cuyo tema es el exilio, abordado desde distintos puntos de vista. Es una selección personal, con sus virtudes y carencias. Algunas lecturas las conozco bien y puedo dar fe de su calidad (cito, por ejemplo, Saboreando el cielo, Los fuegos de la memoria, El llanto de las palomas, Cuando Hitler robó el conejo rosa, Rosas negras en Kosovo, La piel de la memoria, etc.); en otros casos, me he dejado guiar por opiniones ajenas. Si alguien conoce más lecturas de este tipo, puede dejar un comentario o pinearla en el tablero colaborativo de Lecturas para el aula de Secundaria en Pinterest.
Espero que tengáis un buen comienzo de curso. 
(Por cierto, si no fallan las previsiones, el próximo domingo 8 de septiembre, aparecerá un reportaje de docentes creativos en El País Semanal, en el que podréis encontrarme junto con alumnos míos).
Addenda 13/09/13: Enlace al artículo Nuevos tiempos, nuevo profe

9 comentarios:

  1. Interesantísimo el proyecto y las lecturas. Cuánta humanidad hay en esa red libre en aguas profundas que tejen los (buenos) libros.
    Es una suerte compartir contigo y con tus grupos de aprendices lo que vais a pescar. Abrazos!

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  2. Me parece un proyecto necesario, sugerente y muy interesante. Revisaré con atención las lecturas propuestas; ojalá pueda colaborar yo también. Un abrazo y ánimo con el 13-14.

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  3. Interesante la lista de lecturas, muchos títulos que no conozco, investigaré. Es increíble que haya docentes que tengan demasiados proyectos potenciales en los que participar, como cuentas, y una gran mayoría que van a seguir con lo de siempre, libro de texto y punto

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  4. Me encanta la selección de lecturas que has hecho y el enfoque que le vas a dar al proyecto. Yo estoy dándole vueltas a algo relacionado con la guerra en varios países vista desde la óptica de un joven, pero no sé si al final saldrá algo o acabará en el cubo de la basura. Le voy a echar un vistazo al proyecto, a ver si puedo aportar algo, pero me pasa como a ti, que hasta que no conozco a los chavales de este año, no me puedo comprometer porque no sé qué derroteros tomará el curso.

    Te añado otro título que no sé si te servirá porque la protagonista no se exilia pero sí muchos de sus amigos. Seguro que lo conoces, se titula El diario de Zlata, de Zlata Filipovic, una chica de 11 años sarajevita que escribe un diario en el que cuenta el horror de la guerra de Bosnia.

    Un abrazo y feliz inicio de curso.

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  5. La Red educativa crece y la oferta de proyectos, también. Entiendo tu prudencia a la hora de elegir. La propuesta que presentas es muy interesante y la lista de lecturas, un buen recurso. Gracias, Toni.
    Ah, y el domingo te leemos.

    Virgina, El diario de Zlata lo recomendé un año y fue un éxito. Es una historia triste, pero real y les conmueve muchísimo.

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  6. Hoy en el el País Semanal he visto que salías en una foto en la UJI. Y que luego decías algunas cosas interesantes en el reportaje. ¡Qué categoría, Toni! ¡Enhorabuena!

    Un abrazo.

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  7. Hola Antonio!
    Me deja pensativo que haya proyectos adecuados para los alumnos de PQPI. Trabajar la vivencia de los exiliados a partir de lecturas juveniles que les resulten cercanas, ¿No vale para otros cursos de la ESO?
    Hace años, una compañera que cambio de instituto me contaba que no hacía trabajar en grupo a los alumnos porque en su nuevo centro "ya no hacía falta". Es que "allí puedes dar la clase y te escuchan", me contaba. Es una idea profunda a la que hemos contribuido muchos, sin querer. Trabajando en los centros difíciles, con alumnos en grandes dificultades, con los chicos del PQPI... contribuimos a estas creencias. Haces otras cosas porque no puedes hacer "lo normal". Nada más desacertado: yo promuevo una gestión social del aula porque se aprende mejor y porque se aprenden otras cosas más necesarias y más importantes!
    Ya sé que lo propio de la innovación es hacerlo en la periferia de los sistemas, donde hay más libertad, menos rutinas, menos ortodoxia. Pero creo que ya toca innovar en los "núcleos duros" del sistema. Porque lo que "funciona" en realidad no funciona porque sigue siendo un aprendizaje de exposiciones de contenidos, ejercicios, exámenes individuales, etc. No es un aprendizaje potente, necesario, que empodere.
    Ya sé que haces un magnífico trabajo. Pero tu post me ha dejado pensando... :)
    Un abrazo y buen curso!
    Boris

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  8. Joaquín: Muchos pescadores se conforman con el paseo en barca, incluso soltando sus presas. También yo me conformo con intentarlo y con acompañarme de tan buena gente. Gracias.
    Carlota Bloom: Era difíci quedarme solo con algunas, porque hay tantas... Espero que te sirvan.
    Eduideas: Ni siquiera me planteo eso de elegir entre el libro y proyectos, pues para mí son elementos complementarios que pueden coexistir. Creo que plantear esta cuestión como una dicotomía es un error metodológico. Ya hablaremos de ello.
    Virginia: Todavía no sé el enfoque porque no conozco los grupos. Tomo nota del Diario de Zlata.
    Lu: Embarcarse en proyectos es una decisión sabia, pero también se debe medita con calma. Espero que coincidamos en alguno :)
    Miguel: El reportaje se hizo a principios de julio; es una pena que no hayan salido más fotos, porque había otras muy buenas. Gracias.
    Boris: Tu apreciación es muy interesante. En mi caso, la decisión de llevarlo a cabo en el PQPI obedece a que conozco ya el grupo y sé qué quiero de ellos. En los otros grupos todavía no sé nada: en Bachiller seguro que haremos #piensamelamor, pero en 2ºde ESO hemos perdido profesores y no me atrevo a plantear nada sin consultar a mis colegas. No obstante, parece que los mejores proyectos se suelen plantear como dices en los grupos singulares. Seguimos hablando de ello.

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  9. Recién llegado de mi particular exilio veraniego, me encuentro con una entrada sugerente y llena de enyusiasmo e interés. Respecto a lecturas, creo que nunca te podré recomendar un libro -¡me llevas varias bibliotecas de ventaja!- pero me ha parecido muy interesante lo de pensarse los proyectos en los que participar y la mirada pedagógica de Boris. Quizá haya que pensarse muy en serio lo de empezar a derribar paredes, descolocar mesas y sillas y replantear tareas, proyectos, programaciones desde la red hacia adentro... ¡Va llegando la hora!

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