Soy optimista y en el fondo creo que el problema de nuestros políticos es solamente la ignorancia. Es cierto que hay algunos malvados, pero como dice el Principio de Hanlon, no siempre hay que atribuir a la mala intención lo que puede ser explicado por la estupidez. Nuestros políticos, en general, son ignorantes. Viven en una burbuja que les impide ver la realidad en su conjunto y a menudo les ocurre lo que a María Antonieta, que a quienes le reclamaban la falta de pan les recomendaba comer pasteles.
Los políticos de este país nunca han visto un aula inclusiva porque sus hijos van a coles exclusivos. En el vídeo que abre esta nota pueden ver a mis alumnos de este curso. Me gustaría que algunas vez esos políticos que hacen leyes educativas desde sus cómodos despachos se acercaran a nuestras aulas, pero sé que no lo harán, así que les invito a que los conozcan al menos en vídeo, a unos poquitos de los que tengo este año, a los del año pasado, a los del anterior...
Con sus nuevas leyes, es posible que pasen la reválida de la ESO, como mucho, un diez por ciento de ellos -tampoco hubiesen pasado la de Primaria más allá del treinta por ciento, seguro-. Para la mayoría de ellos, su Ley de Calidad tiene otra traducción: la Ley OMinosa que les Condena a la Exclusión.
Por suerte, son jóvenes y leen y disfrutan. Por suerte, la Calidad la llevan dentro y no tienen que aprenderla de nadie. Por suerte, les sobrevivirán a ustedes, señores políticos, y tal vez algún día enderecen su torpeza.
'Puedo escribir el comentario más triste esta noche...'
ResponderEliminarEspera, me estaba dejando influenciar por los vídeos ;).
La realidad es que aprobar una nueva -y pésima- ley tiene muchos efectos perniciosos, uno de los cuales es dejarnos ahora empantanados durante años en reformas y contrarreformas que vendrán.
Saludos
Por suerte, tienen profes que siguen peleando por y con ellos. Pero, ¿hasta cuando van a seguir aguantando que se les injurie, que se les recorte, que su ilusión sea socavada?
ResponderEliminarUn abrazo, Toni.
A pesar de todo yo también soy optimista.
ResponderEliminarLa LOMCE es un paso atrás, otra oportunidad perdida.
Pero yo voy a seguir en mi aula, en mi equipo docente, en mi centro trabajando con ellos y para ellos. Para los alumnos, claro, no para los políticos o sus decretos.
Es verdad, la calidad está en otro sitio.
Somos muchos, no estamos solos.
La red lo hace visible, en blogs como el tuyo.
Una abrazo!
Boris
Para mí el problema no es la evaluación externa, si no que cómo se evalúa con una prueba única la diversidad de enseñanzas y aprendizajes de nuestros profesores y nuestros alumnos.
ResponderEliminarCuando tienes una edad te das cuenta de que lo generalizado no es aplicable a la individualidad porque de raíz son conceptos antagónicos.
Evaluar a las personas es conocer su individualidad y me temo que no es posible con una prueba externa como se conoce hasta ahora (léase evaluaciones de diagnóstico).
Gracias por reflexionar y hacernos reflexionar.
Suscribo de pe a pa tu post y, especialmente, su título: la calidad va por dentro (más que nada porque por fuera hay demasiada venda tapando ojos que no quieren ver). Yo también quiero ser optimista y en ese optimismo pensar que esta nefasta ley exclusiva y excluyente no tendrá largo recorrido y no estará en vigor más de dos o tres años. Recuerdo que un profe del Máster me decía que había unos mínimos en la última ley que eran intocables y que viniese quien viniese no se iban a cambiar. Hoy dudo de que siga teniendo la misma convicción ese profe, pero al menos nos queda la posibilidad, como dice Boris, de ser nosotros quienes desde nuestras aulas sigamos haciendo cumplir esos mínimos y maximizarlos a pesar de la LOMCE. Por cierto, geniales las tomas falsas. Qué sonrisas tan bonitas e indispensables las de tus alumnos.
ResponderEliminarUn abrazo
El vídeo que has puesto en la entrada demuestra la profunda falacia de la Lomce. Porque lo peor de esta ley mala, retrógrada, anticientífica...es que es profundamenta injusta, que cierra la puerta a la escuela inclusiva, que impide la función compensadora de la escuela... Pero nos la saltaremos y con muchas y muchas prácticas como las tuyas los chicos y chicas seguiran teniendo oportunidades.
ResponderEliminarMe han encantado esas tomas falsas, en ellas, aunque no lo parezca, se ve el esfuerzo que realizan y la alegría que desprenden ante una actividad como la que propones. En cuanto a la ley lo único que deberíamos hacer es incumplirla. Ya está bien!
ResponderEliminarParece claro que no todo está perdido. Animo a todas las buenas gentes, que son muchas, como Toni
ResponderEliminarToni, conozco a un alumno húngaro que llegó en primero de ESO sin saber castellano o catatán. Ahora acaba segundo de bachillerato con buenas notas. Conozco a una alumna magrebí, en silla de ruedas, que ha obtedido un premio por su trabajo de investigación en la ciudad de Cornellà y que va a estudiar Económicas en la universidad, conozco a alumnos tremendamente limitados intelectualmente que a base de esfuerzo (y aun aprendiéndose las cosss de memoria), han promocionado la ESO y han hecho dos CFGM... Todos conocemos ejemplos estimulantes de alumnos que se sobreponen a sus dificultades... pero ese no es el panorama general que yo contemplo en mis clases donde son, sí muy simpáticos y con buenas cualidades humanas, pero esencialmente holgazanes, dejados, sin ningún aprecio por el esfuerzo ni la calidad del trabajo bien hecho. Yo los quiero, es cierto, pero eso no me impide darme cuenta de que se impone en el aula un clima de desidia en cuanto se plantean retos en que se exige el esfuerzo, la atención y la calidad. Claro que hay siempre excepciones que reman contracorriente. Son pocos los que no se dejan arrastrar por la atmósfera general de haraganería. ¿Son cortos o incapaces intelectualmente? No necesariamente. Algunos son bastante espabilados pero esencialmente vagos. Este el clima que conozco en las clases de la ESO. Nos culpamos como profesores pensando que nuestros medios no son apropiados, que no los motivamos, que les enseñamos cosas que no son útiles, que no resultan atractivas... pero eso no es cierto. Los alumnos que he mencionado y unos cuantos que se salen del esquema general demuestran que es otra cosa la que falla y no es que no seamos simpáticos o agradables y que nuestros métodos no sean oportunos. No puedo estar contento de este ambiente que se generaliza en la ESO, ambiente que no propende al trabajo y que llamamos inclusivo por no saber qué otro nombre darle. Entiendo que no estamos juzgando su calidad humana de la que habrá de todo y que son muy simpáticos y divertidos... pero un sistema educativo eficaz debiera conseguir metas más completas. Entiendo que a un centro educativo hay que ir a formarse como persona, aprender valores... pero ¡córcholis! también a trabajar en serio como algunos saben hacerlo y lo hacen poniendo a todos los demás en cuestión y mostrándonos que el modelo impuesto en la ESO no ha favorecido la promoción de alumnos socialmente no exclusivos.
ResponderEliminarLa reforma WERT tiene muchos ángulos negativos (la religión, la filosofía, el poder absoluto del director, la competividad entre centros....). Lo de las revalidas no acabo de verlo claro. No sé si puede ser un factor que nos lleve a trabajar de plano y que cree un ambiente diferente en las clases. Me gustaría pensar que sí.
El tema de las lenguas ofrece aspectos interesantes como promoción del castellano en Cataluña que se enseña como una lengua subsidiaria en la realidad.
El principal problema es que se aprueba por la total minoría mayoritaria del PP, lo que muestra su fragilidad en cuanto cambie la mayoría parlamentaria.
Que el sistema actual tiene muchas carencias, lo sabemos todos, pero lo que no sé es de qué manera va a arreglarlos la LOMCE. El PP fue incapaz de llegar a un pacto de estado con Gabilondo como ministro de Educación, y ahora que tiene mayoría impone una ley que pretende solucionar los males de la educación con reválidas, entre otras cosas. ¿De verdad esto puede ayudar a mejorar ese clima de falta de trabajo, por ejemplo, del que habla Joselu y que muchos sufrimos? Al alumno disciplinado y trabajador, que tiene como objetivo seguir estudiando, no le hacen falta. Al estudiante vago, no sé de qué manera puede estimularle más una prueba externa. Al estudiante con dificultades de cualquier tipo, que quiere y no puede, tampoco veo cómo puede estimularle una valla más. En Madrid, desde que se establecieron las pruebas CDI (Destrezas y Conocimientos Indispensables, toma ya) los resultados son cada vez peores. No creo que tenga que ver tampoco con que exista la prueba, simplemente que es una herramienta que no sirve para detectar nada que no se detecte desde las evaluaciones ordinarias, y una vez detectados esos problemas, las medidas que se toman van dirigidas a preparar la prueba. Un círculo vicioso. Con las ayudas a la escuela segregadora, con el nuevoviejo estatus de la religión, con la reducción-supresión de las materias artísticas...¿van a arreglarse los problemas desde la raíz -formación y estatus del profesorado, existencia de esa doble escuela pública-concertada, currículos perversos, metodologías obsoletas, sociedad que en su mayoría no valora la cultura y la formación, políticos que no ven ciudadanos sino mano de obra barata...El espíritu neo-con ha venido para quedarse. Con que estudien unos pocos es suficiente: el resto, con tener una mínima capacidad de endeudarse para mantener el sistema ya es suficiente.
ResponderEliminarPanta: El sentido común señala que si se cambia algo sea para mejorar; el sentido común pone en evidencia que ninguna de las medidas de la LOMCE soluciona las graves deficiencias de la Educación actual.
ResponderEliminarPuerto: No sé hasta cuándo. El desánimo va por días y muchas veces dan ganas de tirar la toalla. Ya veremos.
Boris: No me da miedo trabajar, incluso contracorriente. Me da miedo la caza de brujas, que ya ha empezado. Verte señalado y acusado porque dices que el emperador está desnudo. Lo que ha hecho Ángel Sáez, por ejemplo, y su castigo ejemplar es un aviso para los discrepantes.
Pedro: La evaluación externa es un engaño, sobre todo para centros como el mío, en el que no hay un solo grupo estándar, en el que cada avance visible se consigue con mucho esfuerzo invisible. En esta carrera, no partimos del mismo punto, no tenemos el mismo equipamiento, ni siquiera las mismas metas ¿Cómo nos van a cronometrar igual?
Javier: Había muchas cosas que parecían intocables y han caído ya. Tengo claro que a la Escuela como la conocemos le queda muy poquito. Es terrible, pero parece que solo unos pocos se quieren dar cuenta del desastre hacia el que vamos.
Blogge@ndo: Resulta increíble que en la LOMCE se hable de refuerzos a quienes lo necesitan. En los últimos años se han cargado todas las medidas de atención a la diversidad y las han sustituido por planes que nunca se mantienen más de un curso seguido. LA inclusión requiere una política educativa que exija, por ejemplo, a los centros concertados que asuman su parte de alumnado en riesgo; eso nunca se ha exigido, al menos en ciertas comunidades autónomas que han fomentado que las clases medias migren a la concertada. Ahora la Pública será por fin homogénea, en la exclusión, claro.
Mª José: Algunas actividades provocan el entusiasmo porque no requieren destrezas que no tienen. Lamentablemente, cuando dependamos de evaluaciones diagnósticas, no podremos 'perder el tiempo' con esto, porque a la escuela se viene a aprender, no a reír.
Iñaki: Gracias por el comentario. Ya veremos lo que nos dura el ánimo.
Joselu: Nos hemos leído durante años y conoces también mis críticas a la inclusión mal entendida. La escuela no puede acabar convertida solo en esto, en una ONG en la que los profes son animadores socioculturales. Lamentablemente, con la LOE no se cumplieron los puntos que limitaban el número de alumnos con necesidades por aula (creo que se hablaba de no más de 3, y hemos llegado a tener más de 15), ni tampoco se respetó la exigencia de dotar de recursos a aquellos centros que por sus características socioeconómicas necesitasen intervención educativa específica. Las leyes educativas solo se han cumplido para lo visible, mientras en las aulas quedaba latente la marginalidad y la exclusión. En mi centro no existe inclusión, porque para ello tendría que haber un grupo estándar en el que 'incluir' a los que tienen necesidades. Cuando hablamos de un fracaso escolar del 70% en el Primer Ciclo de ESO, las cosas están muy mal, con la LOGSE, con la LOE y con la LOMCE. No es una pelea contra ningún partido en concreto, aunque bien es verdad que el PP se ha quitado definitivamente la careta y huye hacia atrás buscando un modelo franquista. ¿Realmente alguna de las medidas estrella de la LOMCE mejorará tu centro y el mío? Tal vez en algunos contextos esa ley suponga calidad, pero desde luego en el mío es un claro paso atrás, una apuesta por la discriminación y el abandono de la responsabilidad educativa.
ResponderEliminarCarlota Bloom: Has señalado bien las líneas en las que creo que se moverá esta nueva ley. Comunidades como la mía o la tuya han adelantado terreno en estos últimos años y han objetado de la LOE cuando no les ha interesado, como he dicho antes. Llevo años diciendo que la ley no se cumple, que da igual que haya decretos de derechos y deberes, que haya decretos de atención a la diversidad, etc. si luego las administraciones no dotan de medios para que eso se lleve a efecto. Pero lo que más paraliza no es la ley, sino ese mensaje a las familias, ese socavamiento de la confianza en la institución educativa, esa sospecha hacia los docentes como si fuésemos mala gente a la que hay que controlar para que no ensucien la mente de sus hijos. Esa guerra sucia convirtiéndonos a los profes en enemigos. Contra eso no hemos sabido luchar y ahora tenemos mucho terreno perdido.
Yo no sé lo que se nos viene encima, pero viendo el vídeo que nos has mostrado y viendo el día a día en mis clases, te diré que el alumnado está por encima de las leyes. Y a pesar de las Leyes, como tú bien dices, la calidad se lleva dentro. Y es, como decía Sócrates, el enseñante el encargado de parir estas cualidades sacándolas a luz. Y para eso, la verdad es que lo de menos es la Ley Educativa de turno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se me han humedecido los ojos, viendo a tus alumnos y leyendo tus palabras porque ese mismo pensamiento lo tenemos también mis compañeros y yo. Sabemos que nuestros alumnos estarán condenados a la exclusión y la marginación y eso nos produce mucha tristeza.
ResponderEliminarConfiemos en que, como tú dices, les sobrevivan a pesar de ellos y a pesar de todas sus leyes. Yo confío que las urnas digan NO antes de que se llegue a aplicar.
"Es cierto que hay algunos malvados, pero como dice el principio de Hanlon, no siempre hay que atribuir a la mala intención lo que puede ser explicado por la estupidez. Nuestros políticos en general son ignorantes", dices, tú, Toni.
ResponderEliminarCarga contra "la jerga pedagógica" de "progres empecinados" en leyes educativas que han llevado a "un paro juvenil del 52%", defiende que "a las asignaturas se les llame asignaturas; a los planes de estudio, planes de estudio; a la geografía, geografía; a la historia, historia; a las oposiciones que se les llame oposiciones; a los aprobados, aprobados; a los suspensos, suspensos y a los exámenes, exámenes", la LOMCE -ha dicho- sirve para "empezar a cambiar el torcido rumbo de la Educación en España" la insigne Esperanza Aguirre.
¿Mala intención?, ¿estupidez?, ¿ignorancia?, ¿torpeza? me temo que todo junto y mucho más que prefiero callar..., digo yo.
¡LOMCE NO! #espeonzaguirre #wertuitidate
Estic amb tu.
ResponderEliminarCom Sísif, malgrat tots els Werts, no podem dimitir de la responsabilitat d'ajudar els nostres alumnes a sortir del forat on els ha clavat aquest sistema injust. L'educació és un dels seus pocs mitjans per sortir-se'n.
Potser no és tant maldat com estupidesa; Segur que no volen saber què és una aula inclusiva: ells ja estan bé en els seus barris i col·les exclusius. No saben quant costen els cigrons i això de les penúries dels pobres els sonen a posat estètic.
Hem de perseverar, que estem en la travessa del desert. Almenys hem de sembrar i alguna cosa brotarà.
El gran error de base es que el modelo inclusivo se ha intentado imponer por decreto, sin que la sociedad en su conjunto ni muchos de los que lo tenían que aplicar estuvieran convencidos o preparados para hacerlo, y se ha aplicado conservando muchos de los rasgos de la escuela tradicional, entre ellos la mayoría de las prácticas que conducen inevitablemente a la selección. Desde el momento en que los alumnos se agrupan por cursos, siguiendo el criterio de tener la misma edad, y el Estado fija unos conocimientos mínimos que todos deben alcanzar en cada nivel, ya se está desvirtuando la esencia de la inclusión.
ResponderEliminarAnte lo contradictorio de la situación, en la que al final priman más los resultados que los procesos, se buscan todo tipo de fórmulas y de apaños, manteniendo la ilusión o la apariencia de que se atiende a la diversidad, cuando lo que se está practicando son distintas formas encubiertas de selección, acompañadas de una tendencia creciente hacia la igualación a la baja.
Por citar algunos ejemplos: las exigencias se reducen para que haya más que las puedan satisfacer; los profesores tienden a delegar su responsabilidad en los especialistas y solicitan que los alumnos con dificultades manifiestas sean atendidos privadamente, fuera del aula; cuando es posible, los grupos se dividen en otros grupos más pequeños, buscando que el nivel académico de los alumnos sea lo más homogéneo posible o intentando aislar o neutralizar los alumnos más problemáticos o conflictivos; mientras que la ley lo permita, se busca el momento más idóneo para que los alumnos repitan curso, con la esperanza de que maduren, se solucionen sus dificultades o recuperen el retraso. Incluso los padres son selectivos, buscando aquellos colegios donde consideran que es más alto el nivel y menor la conflictividad, lo que dichos colegios consiguen a base de seleccionar los alumnos que contribuyan a ello y denegar la plaza a aquellos que no se ajustan a cierto perfil. Todo ello sin cuestionar la premisa principal: para seguir estudiando, una vez terminada la enseñanza obligatoria, es necesario haber demostrado que se saben ciertas cosas.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/%C2%BFinclusion-o-seleccion
Miguel: Mi optimismo procede de esa confianza en que los jóvenes sacarán lo mejor de sí mismos y acabarán enderezando este cúmulo de despropósitos. Es un deseo, es un sueño.
ResponderEliminarMaru: Produce lástima pero también impotencia porque en el aula oyes los comentarios de algunos de estos jóvenes cuyas familias han confiado en estos políticos que tan pronto les han dado la espalda y no hay realmente una actitud crítica que les lleve a pensar que los gobiernos los ponemos con nuestros votos y que están ahí porque los hemos elegido, engañados o no. Creo que falta muchísima educación cívica y desde luego las elites gobernantes ya se han encargado de que la escuela no tenga lugar para ese tipo de enseñanza. Es mucho mejor rezar y pensar que 'Dios proveerá'.
Marcos: La conjunción de torpeza con maldad puede ser desoladora. Lo hemos visto en numerosos gobernantes de nuestro país. Hay una percepción de que todo se irá arreglando sobre la marcha y en educación eso no es así, pues los retrocesos tardan decenios en compensarse. Con la nueva LOMCE solo cabe esperar que Dios nos pille confesados.
JoAn: Viven en una burbuja que les impide ver qué ocurre, saber qué piensa la gente de la calle, rodeados de pelotas que les ríen las gracias y les aseguran que las críticas proceden del resentimiento... Cuando gobiernan son como los portadores del anillo, ansían su tesoro, desconfían de todo y de todos. Esos son nuestros políticos.
Enrique: La inclusión en el aula ha sido un fracaso porque no ha ido acompañada de la integración social. Ya lo he comentado en otras ocasiones: pretender que la escuela resuelva en sus horas lectivas toda la marginación de las vidas completas de nuestros alumnos y sus familias es una estafa. Nunca habrá igualdad de oportunidades si no se acompaña la labor educativa en las aulas con programas dirigidos a las familias, con eliminación de guetos, con políticas de empleo para clases excluidas... Todo eso cuesta mucho; llenar la Escuela Pública hasta los topes y decir que es inclusiva no cuesta tanto. Pero todos sabemos que es mentira, aunque intentamos que en muchos momentos se parezca un poco al ideal.