Este curso tengo dos grupos de 4º de ESO: en uno imparto
Lengua Castellana y en el otro el
Taller Monográfico de Investigación. Son dos grupos que proceden en parte de los 2º y 3º de ESO con quienes ya he coincidido en cursos anteriores. Ese conocimiento mutuo facilita las tareas de evaluación inicial y de establecimiento de los niveles de competencia del alumnado, ya que en bastantes casos los alumnos no suelen experimentar grandes progresos ni retrocesos en el aprendizaje. Por otro lado, el hecho que muchos de ellos hayan participado en
proyectos ya conocidos como 'Poesía eres tú', 'Callejeros literarios' o el 'Quijote sincopado', permite una mayor confianza a la hora de plantear nuevos retos con ellos.
El segundo plato fue la práctica de la narración. A partir de un relato literario de un día en la vida de cada alumno, se pedía que construyeran otro relato audiovisual, bien como mera sucesión de fotos o bien como videonarración. Podéis ver algunos resultados publicados en Veoh:
Un día en la vida de... (elegí esta plataforma pensando que no daría tantos problemas con las bandas sonoras, pero tampoco permite subir vídeos con música protegida por copyright, de modo que resulta poco útil y menos versátil aun que Youtube).
En el texto argumentativo, hemos trabajado en analógico, ya que con un grupo de 32 alumnos no podemos subir a informática sin excluir a alumnos en el uso de ordenadores. Los textos planteados han sido la
fotografía de la pesadilla de Kevin Carter y una carta al director opinando sobre los desahucios, que no descartamos enviar al periódico por si la publican.
Casi para cerrar el trimestre, hemos iniciado el proyecto
'Vamos a venderlo todo'. He comentado alguna vez que me incomoda participar en proyectos colaborativos con media España y no ser capaz de enredar a mis compañeros de claustro, de modo que este curso estoy intentando por todos los medios convencer a profes de otras asignaturas para colaborar. En este proyecto queremos trabajar de manera interdisciplinar la creación de un producto o servicio y confeccionar los textos expositivos, argumentativos, instructivos, publicitarios, etc. que sean necesarios para ello. Ahora mismo estamos en la fase de crear webs con Google sites en las que se vayan agrupando esos trabajos de distintas asignaturas. De momento, se han apuntado colegas de Música, Plástica, Tecnología, Inglés y Valenciano. Ya os iré contando.
Por otro lado, la lectura del trimestre ha sido una antología de relatos del siglo XX, a muchos de los cuales han podido acceder desde la barra lateral del
blog de aula. Para evitar los odiosos controles de lectura, se proponían dos relatos cada semana y se comentaban oralmente en el aula.
Debo decir que poco de esto sería posible sin el aprovechamiento de la inercia y de las competencias ya consolidadas en años anteriores. Es para mí un lujo contar con una base metodológica y logística previa -manejo de cuentas de Google, de correo electrónico, de redes sociales...- que me permite avanzar con soltura y poderles corregir trabajos directamente sobre Google docs o que consulten las tareas en el blog de aula o que me pregunten dudas en el Tuenti sin interferir demasiado en las tareas de clase. Aun quedan por delante desafíos como conseguir que las asignaturas y los cursos dejen de ser compartimentos estancos, pero de momento, creo que estos cuartos son crecientes y eso produce cierta satisfacción profesional.