Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Tal vez por azar, esta sesquidécada de noviembre tiene mucha relación con la condición de la mujer y con su lugar en este mundo gestionado por hombres. En aquel lejano noviembre de 1997, uno de los cursos de Doctorado que realicé en mi carrera sin rumbo fijo tenía el apasionante título de "La imagen de la mujer en el Siglo de Oro". Lo impartía Teresa Ferrer y creo que fue el primer trabajo de investigación serio que abordé, y además lo hice con un entusiasmo desbordado. Las primeras lecturas iban encaminadas a mostrarnos los programas de educación de la mujer en el siglo XVI. Los autores de referencia: Juan Luis Vives y Fray Luis de León. Ambos pertenecían al estamento religioso y ambos fueron perseguidos por sus correligionarios. Veamos qué ideas tenían acerca del papel de la mujer.
Juan Luis Vives fue uno de los más lúcidos humanistas del siglo XVI. Tal vez por ello tuvo que marcharse de España, iniciando así una larga nómina de cerebros fugados que llega hasta nuestros días. Tras su éxito como intelectual en toda Europa, sus amigos españoles insistían en que volviese del exilio, pero Vives, que había visto exhumar los huesos de su madre para ser quemados por judaizante, prefirió morir lejos de España antes que convertirse en mártir por decir las cosas claras.
Por lo que respecta a las mujeres, la obra más conocida es Instrucción de la mujer cristiana, dedicada a Catalina de Aragón. Pretendía servir de modelo pragmático de conducta para las mujeres de la clase alta urbana de Europa. En ella se define a la mujer como un ser inclinado al placer sensual, mudable, con inclinación al mal, envidioso, necesitado de amparo... y se dan una serie de recomendaciones para que sea obediente, casta y doméstica. Este programa de educación incluye una serie de lecturas virtuosas para conseguir tal fin: Séneca, Cicerón, San Jerónimo...
Pocos años más tarde, será Fray Luis de León quien vuelva al tema con otra obra similar: La perfecta casada. El público al que va destinada esta obra es también de clase alta y pretende la misma ejemplaridad que Luis Vives. Insiste en los mismos defectos de la mujer: ánimo flaco, inclinada al ocio y al gasto, habladora en exceso, falta de ingenio, rencillosa y falta de cordura y seso. Los remedios que propone van en la línea que ya conocemos: matrimonio, vida ocupada, honestidad, silenciosa, ahorradora...
Ambos autores toman como punto de partida las cartas de San Pablo Ad Corintios, aunque matizadas con las ideas de Erasmo en la Institución del matrimonio cristiano, también presente en los Coloquios matrimoniales de Pedro Luján.
Con los siglos, la lectura de estos autores tal vez nos parezca rancia y misógina en extremo. Sin embargo, no debemos olvidar, como he apuntado arriba, que los dos fueron personas adelantadas a su tiempo, con unas ideas bastante renovadoras que les llevaron incluso a la cárcel o el exilio. Los programas de ambos sitúan a la mujer en un lugar concreto del mundo, el hogar o la familia, un ámbito reducido sí, pero al menos con unas ciertas atribuciones y poder. Hemos de considerar que 'los otros', quienes dominaban los púlpitos ni siquiera tenían un programa educativo para la mujer, porque para ellos ni siquiera merecían atención por ser seres inferiores. De este modo se explica que, por ejemplo, Giambattista Porta, en su Magiae naturalis, dedicado a Felipe II diga que "las mujeres durante su periodo menstrual pueden infectar los pepinillos y los melones por el mero hecho de tocarlos o mirarlos haciendo que los mismos se marchiten (...) Contaminan con su sangre melancólica a otros seres humanos a través de los ojos...". El fraile Castañega aconseja vestir a los niños con "unos pedazos de espejo pegados a los cabellos sobre la frente" para protegerlos de la mirada de "las viejas que han dejado de purgar sus flores". Gaspar Navarro, en 1631, afirma que "este sexo femenino es más flaco de cabeza y las cosas naturales o ilusiones del Demonio las tienen por del Cielo, y de Dios; sueñan más que los hombres y piensan que son verdades apuradas... son más imaginativas que los hombres, pues como tengan ellas menos juyzio y discurso, y menos prudencia, más se inclina el Demonio a engañar a las mugeres". Estos 'pensamientos mágicos' acerca de la mujer, compartidos por la mayoría de intelectuales del clero, o fuera de él, siguieron dominando el mundo durante varios siglos más, hasta la llegada de la Ilustración.
Por suerte, los programas educativos de los humanistas fueron evolucionando y hoy en día cualquier mujer tiene las mismas oportunidades que un hombre, cobra el mismo salario, tiene la misma consideración social y puede decidir por sí misma sin ser considerada un ser inferior, con lo que la celebración de este día contra la Violencia de Género pronto dejará de tener sentido, ¿o no?
Pues sí, afortunadamente dejará de tener sentido y aún así podremos llevarlo a las clases...
ResponderEliminarNo seré yo quien cargue contra Fray Luis, líbreme Dios. Efectivamente, era de los adelantados de su época, y no dejaba de ser hijo de su tiempo. Como bien dices, desde el siglo XXI podemos mirar por encima del hombro a esos antiguos porque ahora ya somos muy modernos y muy leídos y nos hacen gracias esos tratados rancios y polvorientos. Un abrazo, Toni, que "tiés" una retranca...:)
ResponderEliminarMe sumo a la retranca. No pares, sigue, sigue.
ResponderEliminarJuan Luis Vives y Fray Luis de León quizá sean productos de su tiempo y, para la fecha, adelantados, como dices, pero lo preocupante es que en 2012 siga habiendo "intelectuales de la cosa" que creen tener La razón y constituyen el ABC de la postmodernidad; profesionales de La Gaceta y la Intereconomía... Y, claro está, gracias a estos profesionales de la comunicación y otros que en El Mundo son está más cerca ese gran día en el que la celebración contra la violencia de género pronto deje tener sentido. Vale.
ResponderEliminarJosé Luis: Gracias por el comentario. Para que esto se acabe, hace falta más educación; para que haya más educación, hacen falta políticas educativas; para que haya políticas educativas, hacen falta políticos educados... nos queda mucho por andar.
ResponderEliminarCarlota Bloom: Imagino que si volviesen a nacer Fray Luis y Luis Vives, los habrían mandado a las misiones o directamente los habrían excomulgado. Incluso para ciertos sectores del clero actual, algunas de sus palabras son modernas.
Carmen: ¿Piensas que es ironía? ¡Qué va...! Gracias por la visita :)
Marcos: Leer ciertas columnas periodísticas me hace recordar textos de la edad media. Resulta alucinante, por ejemplo, que los mayores defensores de la familia, de la procreación, de la castidad y del ayuno, sean unos orondos señores solteros que se visten con faldas que frecuentemente nos sorprenden con escándalos sexuales -como aquel insigne Marcial Maciel, entre otros-. Algunos siguen sin ver relación entre la condición de la mujer y el peso de las religiones, pero basta situar en un mapa los fundamentalismos de distinto signo y superponer ahora el mapa del maltrato de género... ¡vaya por Dios!
Me ha gustado leer tu trabajo, he aprendido cosas que no sabía. A pesar de estar de acuerdo con lo que dices, voy a romper una lanza por todas las mujeres que a lo largo de la historia han hecho posible con su lucha que la situación de las mujeres sea infinitamente mejor que la que se sufría en los tiempos de Fray Luis, aunque aun nos quede mucho camino por andar y hayan muchas cosas inexplicables que se nos escapen.
ResponderEliminarCreo que llevará mucho más tiempo del que creemos. Me parece muy desalentador ver las cifras de maltrato entre jóvenes de 20 años que se suponen llevan toda la vida educados en la coeducación y con el mensaje de la igualdad. La filtración de esta semana de fotos desde la Universidad de DEusto pone de relieve que no sólo el que inicia estos hehos sino todos los que siguen considerando inocuo pasar una foto de este tipo, los comentrios de Twitter sobre ellas (me los he enseñado mi hija), ponen de relieve que el tema está muy interiorizado.
ResponderEliminarNo sé, todo cambiará supongo.
MªJosé: Las mujeres han luchado para salir de aquella situación, pero aún les queda. Lamentablemente, no sé qué pasa para que muchas chicas jóvenes sigan tolerando y fomentando conductas machistas. Lo veo a diario y no lo entiendo. Más educación o mejor, tal vez...
ResponderEliminarBloggeando: En las redes sociales siguen siendo víctimas, ya que son un reflejo de lo que ocurre en la calle. No hay modelos positivos en los que la mujer se sienta digna, al menos en medios de gran alcance como pueden ser los programas de televisión en prime time. Es terrible ver el lugar en el que aparece la mujer en la televisión.
Yo he vivido en un mundo dominado por las mujeres, en un mundo en que eran presencia total y amenazadora. Los mitos sobre la mujer son complejos y contradictorios. El hombre ha necesitado arrumbarla, y deponerla porque se sentía profundamente inseguro ante ella. La idea de la igualdad de sexos es meritoria y loable, pero no dejará de tener presencia esa relación extraña y compleja que existe entre hombre y mujer que lo lleva a él a necesitar doblegarla. Cuando uno ve ciertas imágenes de la sensualidad y sexualidad de la mujer y ve, en consonancia, imágenes de la simpleza en el mismo sentido masculina, te das cuenta de que es un diálogo más complejo del que podría dar lugar las interpretaciones progresistas que hablan simplemente de la igualdad, por supuesto necesaria pero profundamente insuficiente. La dialéctica femenino-masculino es tremendamente feroz y propensa a los incendios. Como vemos habitualmente en la prensa. Saludos.
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