“Después de la verdad, nada hay tan bello como la ficción”. Juan de Mairena
Campos de Castilla de Antonio Machado ha cumplido cien años, un siglo lleno de verdades y ficciones. Muchos de los que hemos leído esta obra no sabríamos decir cuánto alberga de verdad o ficción, porque en sus versos, como en la vida, es difícil trazar una frontera entre lo real y lo soñado.
Se cumplen cien años de un clásico y no podíamos dejar pasar la oportunidad de celebrarlo en las aulas como lo haría el propio Juan de Mairena o Antonio Machado -porque, ¿cuál de ellos era el real?- con el proyecto Un paseo con Antonio Machado.
A los docentes que quieran unirse a esta experiencia, desde cuatro blogs de lengua, A pie de aula, Blogge@ndo, Re(paso) de lengua y Tres Tizas, les proponemos trabajar la lectura guiada de Campos de Castilla y reconstruir poemas en forma de videoclips poéticos. Para ello tendrán a su disposición un sitio web con las bases del proyecto, el texto de Machado, la guía didáctica, así como un formulario para inscribirse. También tendrán un correo a través del cual resolver dudas técnicas o didácticas y una cuenta de twitter para seguir el avance del proyecto.
Queremos que los jóvenes conozcan la obra machadiana, que la entiendan, que la conviertan en una vivencia propia y personal, que la adapten a nuevos formatos expresivos y que vuelvan a darle valor en nuestro tiempo. Queremos que en ese camino de aprendizaje puedan trazar sus propios pasos y, al volver la vista atrás, hayan podido disfrutar de la verdad y de la ficción, sin fronteras.
Más información:
Queremos que los jóvenes conozcan la obra machadiana, que la entiendan, que la conviertan en una vivencia propia y personal, que la adapten a nuevos formatos expresivos y que vuelvan a darle valor en nuestro tiempo. Queremos que en ese camino de aprendizaje puedan trazar sus propios pasos y, al volver la vista atrás, hayan podido disfrutar de la verdad y de la ficción, sin fronteras.
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Caminamos:
ResponderEliminarParábolas
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
¡Qué bonito! ¡Qué bien planteado!
ResponderEliminar¡Qué liantes que sois!¡Qué pinta tiene de que me voy a dejar liar...!
Toni, quizá porque este curso no estoy en las aulas y no oigo el bullebulle del patio, ni la melodía de sus voces, me he acordado de este poema.
ResponderEliminarYO ESCUCHO LOS CANTOS
Yo escucho los cantos
de viejas cadencias,
que los niños cantan
cuando en corro juegan,
y vierten en coro
sus almas que sueñan,
cual vierten sus aguas
las fuentes de piedra:
con monotonías
de risas eternas,
que no son alegres;
con lágrimas viejas,
que no son amargas,
y dicen tristezas,
tristezas de amores
de antiguas leyendas.
En los labios niños,
las canciones llevan
confusa la historia
y clara la pena;
como clara el agua
lleva su conseja
de viejos amores,
que nunca se cuentan.
Jugando, a la sombra
de una plaza vieja,
los niños cantaban...
La fuente de piedra
vertía su eterno
cristal de leyenda.
Cantaban los niños
canciones ingenuas
de un algo que pasa
y que nunca llega:
la historia confusa
y clara la pena.
Seguía su cuento
la fuente serena.
Borrada la historia,
contaba la pena.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
ResponderEliminarde ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!
Encaja con la melancolía otoñal en la que estamos inmersos.
Desde el umbral de un sueño me llamaron...
ResponderEliminarEra la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?....
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre....Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Mi humilde aportación a este bello e interesante proyecto.Como sabes la palabrita "umbral" me pierde :)
Este año imparto clase en 4º de ESO y Machado está dentro de la programación, así que me viene como anillo al dedo. Podéis contar conmigo :) Gracias por implicarnos en un nuevo proyecto literario.
ResponderEliminarLu, Blogge@ndo y Mª José, gracias por los versos :)
ResponderEliminarSilvia: Estamos deseando ver los trabajos de tus alumnos. Gracias.
En "El tinglado" también le hicimos un modesto homenaje a nuestra manera...
ResponderEliminarhttp://www.tinglado.net/?id=con-antonio-machado-en-campos-de-castilla
Muchos saludos desde Atenas,
Leonor