Anoche leía las reflexiones de mi amigo Antonio Omatos en las que sacaba a relucir la necesidad de desconectar, y apenas unas horas después me entero de que ha cerrado -espero que temporalmente- un blog de lengua que aprecio: "El reino de Trapisonda". Creo que todos los que hemos vivido el boom de los blogs y las posteriores mareas de las redes sociales nos hemos planteado en alguna ocasión esa necesidad de desconectar para tomar oxígeno. Otro buen amigo, Joselu, sabe bien de lo que hablo, pues en más de una ocasión ha practicado el silencio o se ha desdoblado en blogs de vidas más o menos efímeras. Otros colegas han ido espaciando sus escritos blogueros, casi hasta la desaparición, en la misma medida en que crecían sus presencias en Twitter -todos echamos de menos el blog del Prrrofesor Potachov, por poner solo un ejemplo-. Y también están quienes se resisten a desaparecer y publican esporádicamente alguna nota en sus blogs, una nota que parece una manita alzada entre las olas del tiempo.
No pretendo con estas líneas hacer una apología de la resistencia 2.0, ni tampoco pretendo que sea un canto del cisne del mundo de los blogs educativos. Si sigo aquí es porque me apetece contar lo que cuento y porque todavía hay amigos que leen lo que escribo. Cuando falle uno de esos elementos me disolveré lo más discretamente posible. Pero, como esta nota menciona de soslayo la nostalgia de los blogs perdidos, no quisiera dejarme en el tintero el recuerdo de algunos compañeros blogueros que dejaron de escribir, pero que deberían formar parte de esta intrahistoria de la blogosfera educativa: Blogs como Tira de lengua, la Blogse, Maribelele y Makelele -ambos en activo en Twitter-, Como una reina, o Nos vemos en el blog, o cualquiera de los diversos espacios en la red de Angus Iglesias. Soy consciente de que me dejo a muchos buenos blogueros que, como Bartleby, han preferido dejar de serlo. Tener un blog es, como diría Cortázar, mantener "algo que es tuyo pero no es tu cuerpo", con "la necesidad de darle cuerda todos los días"... Tal vez no escribamos todos los días, pero el blog siempre está ahí, con su bracito desesperado colgando de nuestra conciencia.
Crédito de la imagen: 'Lost keys'
Creo que era Francisco Muñoz de la Peña que hablaba de crear un cementerio de blogs. En esa lista de blogs desaparecidos o cerrados, me gustaría recordar el de Bea Marín, pues fue la pionera de los blogs de Lengua, junto con Felipe.
ResponderEliminarYo nací al calor de ambos y resisto, aunque no sé si es esta la mejor manera de decir que sigo. Una cosa es cierta, las redes sociales no han conseguido arrastrarme. Practico la técnica del parpadeo (como dije en el Bazar de los locos).
Yo os agradezco a ambos que sigáis porque sois inspiración de muchos. Es cierto que después del empuje inicial la tendencia es bajar el ritmo y que un blog requiere disciplina pero creo que es un medio que no se sustituye en twitter, donde hay menos reflexión y textos más breves que tienen otra función. Sin duda lo que más anima a seguir son los comentarios, eso lo sabemos todos.
ResponderEliminarMuy buena idea lo del cementerio de blogs, de los que citáis conozco la mayoría y realmente han calado. Creo que la desconexión debe plantearse como algo temporal o volver cuesta cada vez más (qué pereza, dónde estarán los lectores, cuánto blog ajeno tengo que leer, qué poco tiempo tengo). Pero antes de la desconexión, mejor racionalizar las entradas y publicar menos pero con constancia. Creo, como la mayoría de blogueros, que aporta mucho tener uno y espero que sigáis "resistiendo"
Pues yo que estoy intentando "emerger" de entre la cantidad de blogs que hay, no se si hacerlo ;-)
ResponderEliminarDe momento me esta costando encontrar tiempo para pensar contenido original, escribir y seguir la estela del "twitterespacio".
Hay tantas cosas por leer, pensar, reflexionar y escribir!
Un saludo y tu resiste, que algunos te leemos (aunque en la sombra).
Hola, después de 5 años me está llegando la crisis del blog, no será que como twitter es un microblog nos sentimos más a gusto ahí???
ResponderEliminarCreo que me están llegando ya los síntomas de una anhelada desconexión veraniega. Ciertamente publicar con asiduidad supone un desgaste (y un placer) considerable. Entiendo el cansancio de muchos proyectos que han terminado por abandonar la blogosfera, y cada uno de ellos con los que mantenía una relación fluida ha supuesto una sensación de tristeza por lo que perdía de aportación humana. Han sido infinidad los blogs que he visto desaparecer. Creo que mi momento no ha llegado todavía, aunque a estas alturas de curso estoy exhausto y el ring me pide un receso.
ResponderEliminarMe agrada seguir encontrándote y poder debatir contigo y tus comentaristas. Tu casa es un poco mía también, igual que la mía es tuya. Nos hemos curtido en mil y un debates concordando o discrepando. Hoy es fiesta en Cornellà y aprovecharé para ponerme al día de mis blogs amigos, así como para escribir mi último post (tal vez) de la temporada.
Un blog es toda una filosofía, una prolongación del ánimo…
Salud.
Ir dejando pedacitos compartidos de mi con cierta asiduidad me sigue dando vértigo, quizá la mayor reflexión y consistencia que pide un post sea una de las causas de ir hacia otros modos de comunicación... pero además de estar esperándonos, tiene un punto de enganche. ¡Qué bonita esa frase final, Toni!
ResponderEliminarEntiendo perfectamente que blogueros con una larga trayectoria como la vuestra y con los tiempos que corren decidan tomarse un respiro. Lamento, como muchos compañeros que ya no podamos disfrutar de las magníficas propuestas de "El Reino de Trapisonda". Aún así, me gustaría romper una lanza en favor de los blogs, aunque justo en este medio no haga mucha falta. Hace dos años que creé El Umbral, sigo considerándome novata y aprendiza, mi ritmo es lento pero el entrar en este mundillo
ResponderEliminarha supuesto para mí muchas satisfacciones, un crecimiento profesional y personal. Sigue siendo así, es otra manera de entender la educación, abrir las puertas de mi aula y aprender de personas que como tú que disfrutan enseñando, bueno, qué te voy a contar... Espero que dure,aunque ni yo misma sé que pasará con El Umbral si llega el momento en que me falte su materia prima...los alumnos.
Un blog es ante todo expresión de libertad, donde se escribe sin compromiso de asiduidad, por el simple motivo de contar tu experiencia.
ResponderEliminarSabes que he entrado en Twitter de pleno, pero jamás abandonaré la lectura de aquello que me aporta conocimiento y bienestar.
Gracias Toni, por estar ahí
Hola Toni,
ResponderEliminarCreo que la "desaparición" de los blogs proviene, como dice Iñaki, de que los blogs exigen mayor reflexión y consistencia. No pueden competir con la instantaneidad de twitter y, por contra, no tienen ese carácter efímero.
Por otro lado, creo que los blogs son los espacios más democráticos que nos quedan a los que queremos participar en la red. En una red social, te pueden modificar las normas en cualquier momento y prohibirte expresarte sobre diferentes temas. En los blogs, eres tú el que te ejerces tu propia censura (dejando a un lado, los condicionamientos legales). por esa razón y porque son los mejore espacios de reflexión creo que tienen una vida muy larga. Lo que si se producirá (ya se está produciendo) es una selección en el número de ellos que proviene de la madurez de nuestra presencia en la red.
Al final, cada servido de la red debe de jugar su papel y todos debe de acabar encontrando su sitio y su momento. Un site es bueno para documentar pero no para reflexionar y publicar de forma periódica, una red debe de potencializar las relaciones pero es difícil reflexionar y ...
No escribo más Toni, enhorabuena por el post y que sigamos leyéndote.
Gracias por la mención y, nada más y nada menos que como amigo :-).
Un abrazo.
Iba a comentar lo mismo que Iñaki y Antonio, pero antes, quiero felicitarte por tu excelente post.
ResponderEliminarEn realidad nos movemos en un mundo de la velocidad, el espacio ha perdido su papel hegemónico, es un tiempo del aquí y ahora (hic et hunc).
El blog es un gran medio para las disertaciones y reflexiones, peor no son tan dinámicos como una red social o los content curators (curadores de contenidos).
Los tiempos avanzan a una velocidad vertiginosa. Recuerdo que tanto Hannah Arendt como Foucault hablaban de la velocidad como medio para el status quo del poder. Sin desmerecer la revoluión 3.0, no cabe duda de que según para que cuestiones es bueno regresar a ciertas prácticas 2.0. La reflexión es fundamental, máxime cuando andamos a 1000 por hora.
La dedicación y exigencia que lleva alimentar un blog lleva a que a veces nos planteemos si merece la pena. Yo sufrí tanto agotamiento digital el curso pasado, que este he intentado dosificarme. Si no escribo en un mes, pues no escribo, que el tiempo me espere a mí. A eso se ha unido la situación de impotencia que estamos viviendo en la escuela pública, ese pensar que somos estúpidos por dedicar tantas horas a nuestro trabajo (nuestra pasión) cuando el Gobierno nos reduce el sueldo, los recursos y la libertad de enseñar como se merecen nuestros alumnos. Aun así, merece la pena la resistencia. Para mí es un regalo cuando Google Reader me avisa de que Toni Solano ha escrito un nuevo post. Acudo rauda, lo leo por encima, lo pospongo para un momento de tranquilidad y lo vuelvo a leer saboreando cada palabra
ResponderEliminarToni, a pesar de que estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices y me identifico plenamente con esas diferente sensaciones que describes, me resisto a pensar que todo se resume en Twitter y que los blogs vayan desapareciendo... A veces desfallecemos y nos entran ganas de tirar la toalla, a veces el trabajo que supone pensar, escribir y publicar un post "no compensa" en lo personal. "Un blog, se alimenta de tus coemntarios", si no, no tiene ningún sentido. Y a veces, por el mucho trabajo y el poco sueño, leemos, pero no comentamos; a veces ni leemos... Bueno, pues a pesar de todo, recordemos: "desde el momento que decidiste publicar, te debes a tu público. Ya sean cinco personas o cinco millones..." Esas cinco personas siguen mereciendo la pena... :)
ResponderEliminarLu: Tienes razón, Bea es una de las pioneras en empezar y también en tomar distancia. El ritmo sosegado de tu blog es el mejor ejemplo de pervivencia en esta red.
ResponderEliminarEduideas: No sé si el cementerio de blogs es buena idea, porque a mí me da mucha pena visitar los blogs que menciono y echar de menos la vida en ellos. En cuanto a lo de parar y retomar, de momento no me lo planteo por eso mismo que dices, la pereza de vencer la inercia.
Dani: No debes plantearte tener un blog o cómo mantenerlo; hay que plantearse si vale la pena contar experiencias. En mi caso, creo que el blog solo tiene sentido en la medida en que sirve para volcar lo que hago en el aula. Aunque aparecen reflexiones de otro tipo, no creo que durase mucho tiempo alejado de esa función principal.
Ramón: Cinco años es una eternidad. El microblogueo es más cómodo e inmediato, pero por eso mismo más banal. En el blog prima la reflexión y en twitter la transferencia rápida.
Joselu: Cuando se escriba la historia de los blogs educativos, habrá un espacio dedicado a la filosofía (o la metafísica) bloguera en el que brillarás con luz propia. Sabes que echo de menos a veces aquellos posts tuyos con experiencias de blogs de aula, pero ahora no me acostumbraría a abrir mi Reader sin hallar tus posts reflexivos. Gracias por andar ahí.
Iñaki: Tu blog se está desdoblando en estos días en miradas ajenas que confluyen hacia ti. En el fondo, los blogs son esas proyecciones públicas que lanzamos como botella al mar esperando que vuelvan en forma de comentarios que nos sirven de espejo. En cuanto a la frase final, dale las gracias a Cortázar que es el gran inspirador.
Mª José: Espero que al Umbral nunca le falten los alumnos, porque eso significaría que el sistema educativo ha caído en el horror de los horrores. Dices que eres novata, pero en este medio todos lo somos, o al menos deberíamos serlo para poder aprender sin descanso.
Carmen: Me alegra mucho ser fuente de conocimiento y bienestar: Me haces sentir como Paolo Coelho :)
Antonio: Es interesante que menciones la autocensura, aunque yo lo llamaría mejor automoderación. Las redes animan al exabrupto, a lo efímero e impulsivo, mientras que el blog requiere tiempo y moderación. Cada nota exige su tiempo, cada entrada ha sido rumiada en silencio con paciencia, cada post es un trozo muy personal que no se puede lanzar sin consecuencias. Por eso cuesta tanto mantenerse y mantenerlo.
Alazne: Gracias por tu visita y tu comentario. Habrá que replantearse la velocidad en la red y construir, como las slow cities, una red de "blogs pausados" que inviten a pegar la hebra. Un saludo.
Silvia: Si tuviese que poner en relación la dedicación al blog (y al resto de artefactos TIC que acompañan mi docencia) con el reconocimiento que pueda recibir de la administración, este blog llevaría cerrado cinco años por lo menos. Mi planteamiento es el contrario: Ya que la administración no me puede obligar a mantener blogs, voy a hacerlos. En cuanto se pongan estupendos y me exijan un post mensual, me vuelvo al bloc -de notas-. Gracias también por tus elogios, aunque sabes que también yo guardo tus posts para comentarlos con tranquilidad :)
Marcos: El podcast que compartiste hace unas semanas en Tres Tizas es lo que me ha animado a seguir :) Ahora en serio, soy un "homo bloguensis" y no me veo evolucionando todavía. Tal vez algún día, un "homo realidaumentatis" encuentre mis huesos en una trinchera mediterránea y se sorprenda de mis hábitos sedentarios y reflexivos. ¡Qué le vamos a hacer!
Tranquilo, Toni, Omatos se estará reinventando. La calidad no depende del formato. Como todo en la vida, hay que dominar el aluvión de emociones que suponen las nuevas herramientas. Lo he visto en tantos otros vicios, aficiones y actitudes de la vida que el hartazgo del blog personal no me sorprende nada. Sigo, de todas maneras, defendiendo el uso del blog con los alumnos: un alumno-un blog en secundaria… ese fluir con la vida, con las generaciones, lo hace inagotable.
ResponderEliminarPasado el entusiasmo inicial, llega el sosiego. Ya no te preocupa si pasa una semana y no has escrito nada. Tienes twitter para la comunicación rápida, para señalar cosas que te interesan, para un repoaso rápido y te quedan los blogs para la reflexión, para la lectura y la escritura sosegada.
ResponderEliminarRecuerdo cuando empecé a escribir en mi blog. Lo hacía cada día y sin mucho rigor. Un tiempo después empecé a dar muestras de cansancio y entregué las entradas con un ritmo semanal. Me gustaba hacerlo y aún hoy, cuando escribo cada 15 días o cada tres semanas siento que lo importante es mantener esas brasas soplándolas para que no se apaguen. Mi blog es un humilde rincón de la red, sin más pretensiones que ayudar a canalizar mis ideas y compartirlas. Hace 15 días me dediqué a hacer curación de contenidos y eliminé entradas supérfluas y que no aportaban apenas nada. Limpié tags y dejé las que de verdad me importan. Lo cual implica un compromiso.Estoy seguro de que es mucho más aprovechable que mis comentarios en redes sociales y además cumple otras funciones menos efímeras.
ResponderEliminarLa gran pregunta es:
Es posible que algún día se apaguen las brasas? Sí, es posible, pero lo que no se apagarán serán los momentos de satisfacción que aporta a todos los que se pasan por allí. Y eso es lo que importa en definitiva.
Un fuerte abrazo Toni, tu blog es de los que inspira a muchos de tus seguidores, entre los que me incluyo con orgullo
Yo me resisto a pensar que los blogs puedan ser sustituidos por las redes sociales. Los blogs quedan ahí, podemos volver a cualquier entrada, podemos compartir de una manera más pausada, tranquila y reflexiva frente a lo efímero de Twitter que, dicho sea de paso, a veces me abruma un poco. Los tiempos se mueven rápido pero, como todo, lo que está bien, debe permanecer y no debe ser sustituido.
ResponderEliminar¡Qué sería de mí y de mi reader si fueran desapareciendo blogs como el de Toni Solano, Lu, Silvia Gonzáles... por citar sólo unos poquitos!
Yo también creo que nada puede hoy por hoy sustituir a los blogs como entornos personales de comunicación, expresión y aprendizaje elaborado, ya que permiten una reflexión mucho más pausada e individual que el microblogging (twitter). Modestamente creo que hay que seguir publicando en un blog mientras que la reflexión para publicar cada entrada no sea algo mecánico y te siga aportando algo. Si, de paso, le aporta algo a otras personas y estas a su vez se animar a opinar, contestar e interaccionar, pues mejor que mejor.
ResponderEliminarUn saludo
Patxo: Supongo que la modernidad consiste en eso, en el hartazgo de lo cotidiano. Pides mucho cuando hablas de un alumno/un blog; me parece que ellos están menos acostumbrados que nosotros a la reflexión pausada que exige el blog. Tal vez en formatos como Posterous o Tumblr... no sé.
ResponderEliminarEvaristo: Ese que mencionas es el sistema que me sirve a mí. En cualquier caso, me parece que los blogueros de lengua tendemos a diversificar así la redacción por las exigencias del microblogging.
Fernando: También yo empecé con entradas de aluvión, casi publicando al peso. Tenía tantas cosas curiosas que contar que no me daba cuenta de que siguiendo ese ritmo duraría un verano en la red. La escritura en los blogs exige también la lectura y el comentario en otros blogs. Eso te da perspectiva y práctica a la hora de convivir en la red. No he hablado de ello, pero también se podría hacer un 'cementerio de los comentaristas perdidos'. No es fácil manejar bien los contactos blogueros, pero una vez tomado el ritmo da muchas satisfacciones. Gracias por pasarte y comentar.
Alberto GP: También tú te has ganado ese lugar entre los blogs de referencia. Siempre es un placer encontrar tus propuestas, y más ahora que eres un premiado en Espiral :)
Alberto: Gracias por la visita y el comentario. Desde luego, un blog no se puede mantener con escritos mecánicos, ni siquiera para los blogs de aula más técnicos; para eso se busca uno una herramienta distinta. Tengo por costumbre personalizar los blogs de aula porque sé que a mis alumnos les gusta tener su mascota, elegir su propio nombre del blog, etc. En el momento en que tenga que hacerlo por obligación, como apuntaba arriba, cerraré el chiringuito :)
¿Qué decir después de lo dicho? Que viva el blog, instrumento versátil donde los haya y que ha permitido construir ese departamento virtual del que tantas veces hemos hablado. Cuesta mantenerlo, cuesta seguirlos, cuesta comentarlos pero es un placer seguir leyendo las relexiones, ideas y sugerencias de tantos profesionales como tú con tanto que decir y compartir.
ResponderEliminarLas redes tienen su papel y hay que estar en ellas, seguir los hilos de tanta iformación que aparece de forma trepidante, pero...si me dan a elegir me quedo con el placer de leer una entrada de cualquiera de los amigos a los que sigo: despacio, con deleite, degustando sus palabras.
Toni, jo també penso que el blog sempre està "ahí con su bracito colgando de nuestra conciencia".
ResponderEliminarA vegades he sentit ganes de deixar-lo dormir una estona llarga. Ho pensava fer aquest estiu... però no puc!
Gairebé no escric... però hi sóc. I això que el comparteixo amb l'Ignasi Gómez, .el senyor i!
Bon estiu! Bon descans!