Algunas historias de la red docente deberían escribirse para que no caigan en el olvido. Sumidos como estamos en el ajetreo de blogs y redes sociales, es normal que no tengamos tiempo para detenernos y mirar hacia atrás, hacia los orígenes de todo lo que hoy nos envuelve. No voy a escribir una nota nostálgica ni reivindicar los tiempos pasados, pero sí quiero aprovechar para recordar la existencia de la red docente Internet en el aula y contar lo que supuso en su día. Es extraño que haya todavía docentes que no conozcan esta red que cuenta casi con 10000 miembros de todo el mundo. Recuerdo perfectamente que a principios de marzo de 2008 recibí una invitación de Felipe Zayas para formar parte de ella. La había creado José Luis Cabello con motivo del Congreso Internet en el Aula que se iba a celebrar de manera virtual y presencial simultáneamente (si no me equivoco, fue la primera vez que se nos ofrecían congresos virtuales, tan habituales hoy día). Me llamó la atención el crecimiento exponencial que vivió esta red en unos días, a pesar de lo poco que sabíamos entonces de las redes sociales en general y del funcionamiento de Ning en particular.
En apenas dos meses había más de mil personas compartiendo lo que sabían en Internet en el aula. Para mí, uno de los momentos especiales fue el debate sobre el reconocimiento oficial del trabajo con las TIC en el aula, un asunto que había surgido cuando a Lu le negaron, para un mérito al que optaba, la validez de sus magníficos materiales y experiencias. La red se convirtió en un torbellino de ideas y en un foro de debates apasionados del que surgieron amistades que perduran hasta hoy. Quiero pensar que pusimos un granito de arena para que el trabajo en la red dejase de ser tarea de cuatro friquis y pasase a tener un apoyo institucional. De hecho, cuando en 2010 la red Ning avisó de que se convertía en una herramienta de pago, el Instituto de Tecnologías Educativas acabó haciéndose cargo de ella, y comenzó un nuevo ciclo con recursos, actividades, foros y talleres para todos sus miembros.
Por toda esta intrahistoria, cuando me ofrecieron facilitar un Taller Abierto de Aprendizaje en Colaboración sobre Lengua y Literatura, no me pude negar a aportar un poquito de lo que sé a esa red que es de todos, recopilando en un sitio web algunos recursos básicos y comprometiéndome a enseñar lo que yo mismo aprendo día a día. Porque, con independencia de que participes mucho o poco, es importante saber que hay un lugar en el que encontrar colegas y en el que conocer experiencias educativas de todo tipo. Os animo a (re)descubrirlo.
12 comentarios:
Recuerdo con bastante emoción mis primeras incursiones em Internet en el aula. Creo que supuso un antes y un después en muchos de los aspectos de la introdución de las Tic en el mundo educativo.
Participar en la red del encuentro fue como un estallido de energía aunque, en mi caso, se ralentizó y paró poco a poco.
La verdsad es que hay todo un tesoro de recursos y de energías dentro de esas páginas y me alegro de que siga viva todavía.
Revisaremos el taller con ganas y detenimiento.
Me he registrado en la página para hacer el taller, lo que pasa es que está pendiente de aprobación por los administradores mi solicitud. Cuenta con M. José y conmigo en cuanto nos la aprueben.
Formo parte desde el principio de internet en el aula, pero mi participación ha sido nula. No he sabido de la importancia de esta plataforma para el intercambio de experiencia. En Cataluña hay también una plataforma que reúne a los profesores de la escuela 2.0 pero, aunque intenté participar, tuve la impresión de que aquello no era muy dinámico. Parece que Internet en al aula sí lo ha sido por tus referencia.
No obstante, tengo la impresión de que los congresos, o conferencias o encuentros digitales han terminado siendo asumidos por la administración que los patrocina o promueve. Incluso Telefónica tiene su plataforma Educared. Está bien. Sirven como elementos de relación y de conocimiento de experiencias que se comparten, pero temo la oficialización. Esto me ha hecho mantenerme siempre un poco al margen.
En todo caso, lamento mi nula participación en este proyecto que ha sido tan interesante por lo que cuentas.
Blogge@ndo: Muchos de los que empezamos a trastear en Internet en el aula hace años, bajamos el ritmo con el tiempo. Sin embargo, creo que sigue siendo un buen lugar para los que empiezan, pues permite seleccionar contactos por afinidad.
Conxa: El taller no exige aprobación para participar en él. Supongo que el acceso a la red sí que pasa un filtro. Si hubiese algún problema, me lo dices. Ahí os espero.
Joselu: En mi caso, empecé a trastear en la red con gran ilusión. Sin embargo, a diferencia del dinamismo de los blogs o de Twitter, Internet en el aula tiene un ritmo distinto y con una dispersión de intereses que la convierten más en un mosaico que en un flujo. He permanecido mucho tiempo en modo espera, entrando de vez en cuando para leer lo que se aportaba a los grupos que me interesaban. Como he comentado arriba, me parece fundamental para todos los que empiezan y necesitan un mapa para orientarse.
Aunque conocía la existencia de la plataforma, no he formado parte de ella hasta hace muy poco. El acceso a los blogs ya me parecía una excelente forma de estar en contacto con otros docentes y de intercambiar propuestas. Supongo que, como dices, tiene otro ritmo. He aceptado tu invitación para participar en el taller que propones con un tibio "Quizá concurra", pues no tengo muy claro qué puedo hacer. Un abrazo, y espero ponerme pronto al día.
Creo que estas iniciativas son muy interesantes y muy generosos los que como tú se prestan a tutorizarlas. Un lujo. Gracias.
Tu nota me ha traído recuerdos. Ya ves que tú te resistes a ponerte nostálgico y yo no puedo evitarlo. La Red crece y crece y un poco de historia es necesaria. Habiendo como hay tanta diversidad de fuentes (blogs, Twitter...) no viene mal inyectar energías a las plataformas seguras, como lo es "Internet en el aula", donde hay una voluntad clara de poner orden al caos.
¿Cuánto tiempo hace de eso? Las tic van a remolque, desde mi punto de vista, del miedo a innovar en el que vive instalado el colectivo docente. Pasan los años se suceden las tecnologías y sin embargo el impulso renovador sigue sin manifestarse. Un día se da un paso hacia adelante y al día siguiente se dan dos hacia atrás.
Saludos, Antonio.-
javier
Carlota Bloom: Gracias por el tibio "quizá", que deja abierta la posibilidad de que nos acompañes en alguna actividad :)
MªJosé: Creo que todos los que estamos en esto asumimos un cierto compromiso de compartir y apoyarnos unos a otros. No hay expertos en la red, sino colaboradores o "facilitadores" :)
LU: Es verdad que no resulta fácil poner orden en el caos de Internet, pero los grupos de esta red permiten encontrarse con colegas que están interesados en lo mismo que tú, y eso se agradece.
Javier: Otro de los pioneros por aquí, ¡qué lujo! Poco queda de aquellos cuatro blogs de visita obligada. Ahora somos muchos y eso no tiene que ser ni bueno ni malo en sí, sino simplemente distinto. No percibo ese miedo a innovar que mencionas. Creo que hay apuestas arriesgadas que salen bien y otras que no, pero en este mundillo lo peor es quedarse parado. En alguna cuestión parece que no adelantemos, es cierto, pero supongo que todo irá llegando con el tiempo. Un saludo y gracias.
Con frecuencia entro en Internet en el Aula para consultar lo que escriben otros profes, aunque reconozco que me da pereza intervenir de manera más activa.
La idea del taller me gusta. Ya estoy enredando en él
También a mí me trae buenos recuerdos tu post sobre Internet en el aula. Talleres, compañeros, cursos y red, sobre todo red... Seguimos enredándonos y ya he hecho los primeros deberes de tu taller. Gracias, Toni.
Es impresionante la cantidad de recursos que has recopilado. Estoy fascinada y también abrumada. ¡Necesito tanto tiempo para ponerme al día de todo lo que se mueve en la blogosfera!
De momento, y ya me pesa, no puedo participar en el curso tan atractivo que ooordinas. Espero, eso sí, seguir disfrutando y aprovechando a mi ritmo lo que vais proponiendo.
Gracias mil.
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