1.-Los preliminares:
Hace apenas un mes fui invitado por el
ITE a moderar un foro en el
II Congreso Escuela 2.0. En el anterior congreso me quedé fuera porque mi comunidad autónoma, que tiene su propia visión acerca de la escuela del futuro, que obviamente no voy a desvelar aquí por tratarse de un secreto de Estado, decidió no enviar emisarios fuera del territorio, algo que se ha repetido una vez más.
Tres semanas antes del congreso, se abrieron los
foros de reflexión. En un principio, eran foros a los que accedían los inscritos, pues parece que la idea era que se planteasen hilos que pudieran debatirse presencialmente durante el congreso. No obstante, a los pocos días se abrieron al público general, previa identificación. Mi propuesta de mejora para ocasiones posteriores es que los foros sean abiertos, incluso aprovechando plataformas ya existentes como
Internet en el aula o con un simple hashtag en Twitter.
Los hilos del foro tenían como base algunas de las conclusiones del
Informe Horizon 2011, aunque las discusiones se fueron abriendo tímidamente hacia otros asuntos.
2.- El congreso:
He oído y
leído quejas acerca del congreso, sobre todo de quienes no han participado en él. No sé si los criterios de selección han sido los mejores (tampoco conozco ningún congreso que exponga públicamente el modo en que selecciona a sus participantes) ni si era económicamente viable ese gasto. Los asistentes hemos comprobado lo difícil que resulta coordinar la asistencia de unas mil personas y que todo salga bien, porque, quitando pequeños detalles, todo ha funcionado casi a la perfección, algo que afirmo públicamente por si alguien lo quiere desmentir (bueno, me quejaré de los problemas con la wifi del palacio de congresos). A esto habría que añadir que era un congreso organizado por dos instituciones, el ITE y el Gobierno de Aragón, algo que habría de ser, más que una ventaja, un inconveniente para la organización y que, sin embargo, no ha producido desencuentros visibles.
Tampoco parece que haya quedado clara su función, dadas las críticas que he leído. Considero (igual me equivoco) que es un congreso para que los técnicos educativos de distintas comunidades autónomas conozcan las experiencias de aula y los modos de gestión educativa de otros territorios. Los docentes tenemos (o deberíamos tener) ya suficiente oferta de formación en nuestros ámbitos, así como diversos encuentros más o menos formales en la red y fuera de ella. Para mí, este era un congreso de "puestos intermedios", con independencia de que los docentes de base que allí estábamos pudiésemos disfrutar del intercambio.
En cualquier caso, ya se ha hablado de la diferencia entre gasto e inversión, y puestos a recortar gastos se me ocurren muchísimas partidas presupuestarias en las que meter mano (acabo de leer la barbaridad que nos cuesta a los españoles, por ejemplo, un partido Madrid-Barça).
3.- Mi foro de reflexión sobre Educación e innovación:
Aunque las propuestas del foro virtual apuntaban hacia el futuro, como se recoge en la presentación que ofrecí, el debate en la sala se centró en cuestiones del presente, cuestiones que aparecieron en casi todas las comunicaciones del congreso. De manera resumida vienen a ser éstas:
- La formación de los docentes ha de cambiar: Muchos de los docentes que se estrenan en el oficio siguen llegando sin competencias digitales. Los que llevan tiempo en las aulas tampoco confían mucho en aprender y van dejando pasar el tiempo. La oferta de cursos de actualización tampoco parece ser muy efectiva. No discutimos que hay mucho por hacer, aunque quizá, como apunta Jordi Adell, la cosa no funciona ni con tic ni sin tic, sino echándole ganas.
- Estandarización de formatos: Las cuestiones de software libre o propietario y las luchas de formatos constituyen una traba para el futuro de las tecnologías educativas. Nadie quiere gastar tiempo en convertir archivos para usarlos según qué herramientas. Además desmotivan a quienes no están familiarizados con cuestiones informáticas.
- Implicación de los docentes 2.0 en cargos directivos: Se apuntó la necesidad de liderar equipos que miren hacia el futuro. Un centro que cuente con una dirección abierta a las TIC permite que todo el claustro se implique en proyectos más o menos innovadores.
- Mayor importancia de los enfoques colaborativos: No hemos despegado todavía en el campo de la colaboración. Es cierto que hay numerosos proyectos colaborativos en la red, pero se aprecia cierta inercia y resistencia frente al trabajo en grupo más allá de la propia aula.
Como se puede ver, el futuro está más en las ideas y en los modos de trabajar que en las tecnologías.
4.- Lo humano:
Estuve en Zaragoza poco más de veinticuatro horas, pero fue todo un placer profesional y humano encontrarme y reencontrarme con docentes a quienes admiro. Por ejemplo, en la calle me encontré con @
isidro y con @, así como si nada. Me reencontré con @, @, @ y @. Conocí a @
gregoriotoribio, @
antonio_garrido, @, @, @, @, @ @, @, @... y seguro que me dejo alguno más. Mención especial merece @ que estuvo siempre pendiente de que todo saliese bien, y @ mi colaboradora y presentadora en el foro, un lujo de compañía. Estos colegas y otros tantos a quienes no pude conocer fueron mi ilusión del congreso, mucho más interesantes que los stands comerciales, las mesas autonómicas, las palabras del ministro o los canapés, a los que yo siempre llegaba tarde.