El caos se ha desatado en esta mañana de diciembre, cuando millones de padres y madres, que han acudido a los colegios e institutos para dejar a sus hijos, se han encontrado con las puertas cerradas. Al parecer, los docentes alegan que se encuentran mal y que no están en condiciones de impartir clase al alumnado. Todo parece indicar, sin embargo, que se trata de una huelga encubierta. Algunos colectivos de docentes han estado avisando en los últimos días de que las condiciones de trabajo se han deteriorado hasta el punto de resultar insostenibles: “Nos han quitado autoridad, nos bajan el sueldo, estamos siempre amenazados física y moralmente por el alumnado y sus familias, la administración reduce personal y sube el número de alumnos, con casos cada vez más complicados; es normal que el profesorado acabe agotado en todos los sentidos”, manifiesta un portavoz del colectivo.
El plante de maestros y profesores está provocando una situación extrema. Cientos de miles de trabajadores no han podido acudir a sus puestos de trabajo porque no podían dejar abandonados a sus hijos. Médicos, jueces, policías, bomberos, y muchos profesionales de servicios básicos han tenido de quedarse en sus casas, al no poder contar con ayuda en la custodia de sus criaturas. También han sido miles los compradores compulsivos que han tenido que llevarse a los niños a sus compras navideñas. Uno de ellos se lamentaba en la puerta del Carrefour: "Dicen que están para educar, pero son lo peor: Han destrozado la ilusión de mi niña, que ahora no va a creer en Papá Noel". Por otro lado, los abuelos están desbordados y ya se han registrado numerosos casos de insuficiencia cardiaca en este colectivo. El clamor general es de indignación: “No sé qué quieren esos sinvergüenzas: Tienen un montón de vacaciones y cobran más que cualquier operario”, gritaba indignada una agente inmobiliaria que había tenido que llevarse a sus dos hijos adolescentes y sus respectivas videoconsolas al despacho. Un escayolista iba aun más lejos: “Es un descaro absoluto que estos privilegiados exijan mejores condiciones; no se manchan, no madrugan, no tienen apenas riesgos profesionales. Si de mí dependiera, los pondría a todos de patitas en la calle”. Una señora que pasaba por allí apuntaba en la misma línea: “Cuando le cogen manía a un chiquito, entre todos se ponen de acuerdo para suspenderlo y decir que es un demonio. Eso le hicieron a un sobrino mío, un trozo de pan, al que le han amargado la vida. Ya ve, ahora en el paro, por culpa de esos inútiles”.
Mientras tanto, el gobierno está preparando un decreto de excepcionalidad que permita obligar a los docentes a volver a su trabajo. Así lo ha manifestado el ministro del ramo: “Deben saber (los docentes) que la sociedad no va a ceder al chantaje. El colectivo docente mantiene privilegios impropios de estos tiempos y encima es poco productivo, pues el fracaso escolar no para de crecer. Si esta actitud continúa, pondremos al ejército a dar clases, que ellos sí que saben hacerse respetar”.
Es muy probable que, si se aplica esta ley, los miles de docentes que han abandonado sus aulas se vean en el banquillo, aunque, si el ejército no logra hacerse con el control de las clases, los juicios se tendrán que celebrarse en improvisadas guarderías multinivel. En todo caso, intennntarremms mantnnerleeeeeees infforsmmasdooos dee looauque ocuurra (hijo mío, deja de toquetearme el teclado que me van a despedir del periódico...)
Excelente la microficción por la transposición de profesiones y por lo bien escrita que está, la he leído dos veces.
ResponderEliminarTambién en mi centro se comentó qué ocurriría si nosotros hiciéremos lo mismo que los controladores aéreos. Y, efectivamente, creo que el resultado sería lo que has descrito en el post.
Me ha encantado esta entrada.
Genial, si cobrásemos los 200.000 eurazos anuales de los controladores.
ResponderEliminarMuy adecuado tu relato, tanto a la actualidad como a la realidad! :-) Gracias.
ResponderEliminarPues yo si viene Michelle Pfeiffer, la ex-marine, a dar clases, vuelvo al trabajo ya mismo. Pero seguro que tenemos tan mala potra que nos militarizarían tipos como el Chuachenager, el poli ese de guardería, y de sustituto el Tom Berenger. País.
ResponderEliminarPues nada, como la controladora esa de Mallorca -célebre ahora por sus blogs-: "encima para que disfruten de sus putas vacaciones, larguísimas, pero putas vacaciones". Si es que estos maestrillos no tienen vergüenza: ganan muy bien, trabajan poco y cobran de coj... ¡A mí el ejército!
ResponderEliminarHummmm... ¡Felicidades y feliz 2011 para todos!
Enhorabuena por el post, Antonio. Una sonrisa siempre va bien por Navidad, aunque detrás haya algo más que humor.
ResponderEliminarFeliz Navidad!
Genial Toni,
ResponderEliminarDesde el inicio de la crisis de los controladores, llevaba pensando lo mismo y lo has descrito magníficamente. Creo que va ser el texto de clausura de curso.
Muy bueno y muy bien contado, pero yo no tengo tan claro que el resultado de nuestro abandono fuese el caos (al menos, no en secundaria). De todas formas, he pasado un buen rato leyéndolo.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Precisamente, el otro día un amigo mío cuyos padres son profesores y yo nos pusimos en esta misma situación...Feliz navidad y próspero 2011!!!
ResponderEliminarMuy buena la ficción, que por otro lado hemos pensado más de uno, que pasaría si médicos, profesores, o culaquier otro colectivo hiciera lo mismo. Aunque la militarización me parece muy radical y el gobierno se ha pasado tres pueblos lo que han hecho los controladores no tiene nombre!! Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!! MARU
ResponderEliminarY según noticias de hoy quien abandone su centro 4,5 millones de multa.
ResponderEliminarFantásticaliteratura-ficción
¡Qué bueno!
ResponderEliminarSin embargo, siendo que cada colectivo puede paralizar parte del país, sólo hay un grupo humano, que trabaja gratis, sin vacaciones y sin convenios anuales, capaz de hacer ver su verdadera valía: el de las amas de casa, las mujeres en general, diría yo. Me temo que hasta Boyer se quedaría son desayuno si la Preysler no da la orden correspondiente a la doméstica.
jjjjjjjj
Apocalypse now! o "cuando las barbas de tu vecino...".
ResponderEliminarGracias por tan estimulante entrada.
Saludos.
Je,je, je, je...Antonio, no des ideas, no des ideaaas!!!
ResponderEliminarSublime.Lo he leido y releido.
ResponderEliminarGran entrada.
Coincido con Estrella, "Sublime".
ResponderEliminarSólo, a la altura de unos pocos como usted, amigo Antonio.
Sencillamente genial.
Felicidades, enhorabuena, ...
La ficción encerraba tres puntos que me parecían esenciales:
ResponderEliminara) No es conveniente juzgar a los otros si no queremos ser juzgados, sobre todo cuando sabemos que los medios de comunicación no suelen ser inocentes ni imparciales.
b) No deberíamos olvidar que formamos un colectivo 'privilegiado' a los ojos de la opinión pública. Hemos escuchado mucho eso de "si no están conformes, que se busquen otro trabajo", y esa cantinela nos la podríamos aplicar de igual modo (sobre todo cuando nos ponemos en plan plañidera sin muchos argumentos).
c) Lamentablemente, si esto ocurriese algún día, las quejas no vendrían por la pérdida de formación de los hijos o por las carencias que tendrían en el futuro, sino porque muchos dejarían de contar con una guardería gratuita. Es una pena que la escuela haya quedado para esto.
Y finalmente, GRACIAS A TODOS por vuestros comentarios y tuiteos y FELICES FIESTAS.
¡Qué susto Toni!
ResponderEliminarSegún iba leyendo me estaba entrando de todo por el cuerpo...
Hacia la mitad ya empezaba a sospechar...
Al final la sonrisa en los labios..
¡FELIZ NAVIDAD!
Divertido relato entre la fábula y el apólogo. En los años ochenta hubo una lucha de los enseñantes que duró cuatro meses con paros semanales de dos y tres días. Las asambleas eran mayoritarias y la unidad de acción ante las reivindicaciones fue casi total. El ambiente en los institutos fue combativo. La huelga acabó con importantes mejoras salariales que marcaron un antes y un después. Sin duda era otro tiempo, pero la huelga contó con complicidades en la sociedad. Sin duda era otro tiempo. Todo esto debe resultar increíble, pero fue así. Sin embargo, a pesar de nuestro paro masivo durante tanto tiempo con descuentos salariales importantísimos, la sociedad no se conmocionó ni sucedió lo que hemos visto con los controladores. No somos tan esenciales. Un buen relato, sí señor.
ResponderEliminarSaludos y mis mejores deseos para estos días.
¡¡Ole, ole y ole!!
ResponderEliminarGenial, estupendo, magnífico,....me ha encantado, me he reído.... pero
¿Y si fuésemos capaces de hacerlo?
¡Realmente ocurriría lo que tu dices!
Afortunadamente la docencia no está tan loca ¡aún!
Enhorabuena
Genial. Ocurrente.
ResponderEliminarAhí va una reflexión un punto amarga. ¿Sabrás disculparme?
El paro generalizado en nuestro colectivo es hoy una vana ilusión. Somos un grupo social dividido que, encima, tiene mala prensa. El marco argumental de tu entrada es ficción, no así las citas que son una realidad con la que tenemos que convivir cada día.
Simplemente una palabra ¡Grande!
ResponderEliminarDivertido. Sugerente. Irónico. Sarcástico. Imaginativo.
ResponderEliminarFelicidades y gracias por el buen rato que he pasado leyéndolo.
Muy bueno. Pero eso pasaría en cualquier profesión. ¿Qué pasaría si, un día cualquiera, los bares amanecieran cerrados porque los camareros estuvieran en huelga? ¿O los albañiles? ¿O los taxistas? El resto de trabajadores montaría en cólera y los pondría verdes.
ResponderEliminarNo estaría mal Toni pasar de controlados a controladores durante una temporadita. Un pequeño-gran relato ¿de ficción?
ResponderEliminarDí cuando! Feliz Navidad -tb a todos los comentaristas de tu blog-
Un abrazo, Mila
me ha encantado. Soy profe de mates y me ha parecido glorioso.
ResponderEliminarBuenísimo Antonio. A veces la razón se pierde con las maneras. Parecéis un colectivo más humano y por supuesto más inteligente, vosotros no picaríais. Felices Fiestas a todos.
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrada: ha conseguido despertarme una sonrisa en esta mañana de trabajo y de no-fortuna lotera. Sigo siendo profe y encima: pobre.
ResponderEliminarMe entusiasma más la forma que el contenido.
Si ya estás de vacaciones, felicidades ( aquí seguimos hasta mañana disfrutando de nuestras excelentes condiciones de trabajo y larguíiiiiiiiiiiisimas vacaciones).
Si es profesor de lengua la cosa es grave: ese lenguaje progretrepa: padres y madres, alumnado, etc.
ResponderEliminarErrores que harían suspender en un examen de dictado y un estilo...
Me ha encantando la entrada. Lo mejor de ella, que tiene dos posibles lecturas, según la posición que tengas.
ResponderEliminarRealmente buena.
Un relato extraordianrio. Me ha encantado. El cariz apolcalíptico que la huelga salvaje de los docentes provocaría en la sociedad ha estado muy bien retratada. Tal vez en realidad no fuera para tanto, pero que fastidiaría un montón, esto es seguro.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas.
Fantástico!!!!! Genial.
ResponderEliminarDebería de convertirse en relaidad,que todos pensaran lo esencial de nuestro trabajo.
Marlen
Una vez más, GRACIAS a todos por vuestros comentarios. Aprovechad estas fiestas para hacer acopio de energía. Un saludo.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Antonio! Y qué pena que nuestro colectivo sea incapaz de unirse, no ya para protagonizar una gamberrada como la de los controladores, sino para defender unas condiciones mínimas de trabajo que, sin duda, se están deteriorando.
ResponderEliminarMe ha encantado esta realidad traspuesta. Estoy convencido de que si esto se hiciera realidad, se dirían palabras más gordas que las que se han pronunciado con los controladores.
ResponderEliminarFelices fiestas y que el año 11 sea un auténtico año 10 para todos.
Saludos.
Qué bueno. Me he reído bastante, aunque la semajanza con la situación real del profesorado y su valoración social sea para llorar. Besos y ¡Feliz Navidad!
ResponderEliminarEres genial.
ResponderEliminarAntonio, después de todo lo que han dicho tantos y tantos compañeros, sólo me queda una cosa:
ResponderEliminar¡¡Felices fiestas y un f-a-n-t-á-s-t-i-c-o 2011!!
Un abrazo.
Más que el caos, sigue sembrando ideas y felicidad, Antonio.
ResponderEliminarFeliz Navidad
Feliz e caótico nadal desde Galicia
ResponderEliminarVaya entradón!. No sé si sobrevivirás a tanto halago, merecido. Ahí va otro: espero seguir compartiendo comentarios un año más contigo en tu magnífico blog. Plantéate este 2011 el ofocio de escritor, se te da muy bien.
ResponderEliminarQuería decir oficio, claro.
ResponderEliminarQue traigan al ejército, a ver si lo resuelve. Yo tengo un ex-alumno que es cabo y cuando fue a verme al instituto me dijo que estas nuevas generaciones no valen más que para quejarse, que no saben hacer nada y encima protestan.
ResponderEliminarA ver si sus padres se dedican de una vez a ser padres y no colegitas.
Excelente tu post,Antonio. He pensado lo mismo: ¿qué ocurriría si los docentes hiciéramos lo mismo? En Murcia se está planteando seriamente hacerlo (no sé si te habrá llegaod la noticia de que se nos ha bajado de nuevo el sueldo 175 euros y de que cerca de 2000 interinos van a ser despedidos). A esto se le suma otra posible bajada del 8% a nivel nacional...teniendo en cuenta estas condiciones, ya te digo que se ha planteado hacer huelga a la vuelta de vacaciones. En mi opinión, el estado de alarma con los controladores no es sino el aviso al resto de trabajadores públicos de que no se atrevan a plantar cara al Estado. Lo que está claro, y ellos lo saben bien, es que el panorama no va a estar sereno a partir de enero. Ya veremos qué pasa. Un abrazo.
ResponderEliminarCaperucitaazul
¡Estupendo, Antonio! Con mucho humor planteas una situación que sería de veras caótica. Estamos hartos de explicar una y mil veces nuestras condiciones de trabajo y sólo encontramos incomprensión. Los controladores tendrán sus motivos para actuar como lo han hecho (me temo que nunca sabremos toda la verdad, como siempre) pero somos muchos los que hemos comentado que los docentes, sobre todo los de los IES, soportan unas situaciones vergonzosas y lamentables por un sueldo nada boyante y sin posibilidad de cobrar ni una sola hora extra. Me gusta tu sentido del humor, es lo mejor para plantear un tema tan serio. Imagínate si de verdad TODOS los centros docentes cerraran a cal y canto siquiera por un día, sería un caos indescriptible. Algo hay que hacer, sin duda, pero, ¿qué? Nadie nos une, nadie nos aglutina. Nos quejamos en pequeños círculos, sin repercusión alguna.
ResponderEliminarEn fin... A pesar de todo, felices vacaciones. Un abrazo, colega.
¡Hola!
ResponderEliminarLo llamativo (haciendo una lectura seria, que creo que lo merece) es que las consecuencias de la ausencia de escuela sólo se notan una década después... Pero sólo suceden protestas si las molestias o daños ocurren rápidamente.
Como ahora en la crisis.
Civilización de la inmediatez se llama, ¿no? Hemos perdido la capacidad de ligar causas y consecuencias si están separadas por más de un día, me parece.
¡Buen post!
Me ha gustado, sí señor.
ResponderEliminarA ver cuándo os animáis, que por lo que me vuentan mis amigos profes yo diría que ya estáis tardando.
Para el que dice que la razón se pierde por las formas yo diría que no. Se tiene o no se tiene, y nosotros la tenemos. No nos juzguéis tan a la ligera y preguntaos antes cómo hemos llegado a esta situación, que es importante.
Es muy fácil decir que los maestros son unos inútiles y unos vagos saltándose que los desautorizo ante mis hijos, que les echo la culpa de lo que yo no hago, que les ponen demasiados alumnos a los que no hay quien sople ni regañe, sin contar el tiempo que se pegan en casa corrigiendo exámenes o preparando temas...¿no creéis?
Soy hija de maestra, y me ha tocado oír que iban a demandar a mi madre por abusar sexualmente de un niño...al que le dio un azote en el pañal.
Y sí, también soy controladora aérea. La famosa de Mallorca.
Y no me digáis que no estáis tan locos. El día que os acosen a lo bestia durante un año entero nos sentamos a hablar y me lo repetís, que os sorprenderá comprobar que quizá nuestras posturas se hayan acercado más de lo que podríais imaginar ahora mismo.
Un saludo desde Ses Illes
Reitero los agradecimientos a quienes habéis comentado en las últimas horas. Aunque la nota fue publicada hace una semana, creo que hoy, día de los inocentes, cobra un nuevo sentido.
ResponderEliminarP.D: Los futbolistas amenazan con huelgas para el año que viene; imagino que serían tratados con mayor benevolencia que los docentes o los controladores/as ;-)
HACE 5 AÑOS QUE ME JUBILE, CON 65 , ALGUNOS NIÑOS YA ME DESBORDABAN.DIFICIL TENEIS LA EDUCACIÓN,NO HAY CONSIDERACIÓN NI RESPETO HACIA LA FIGURA DEL MAESTRO.SI LOS MAESTROS HICIERAN LO MISMO QUE LOS CONTROLADORES, SERIA UN CAOS NACIONAL.ME HA ENCANTADO EL COMENTARIO,RETRATAS MUY BIEN LAS FUNESTAS CONSECUENCIAS QUE OCURRIRIAN.
ResponderEliminarBuenísimo.
ResponderEliminarCasualmente me ha llegado un mail desde el correo de mi insti, enviado por un profe de biología, y supongo que fruto ya de sucesivos reenvíos, apropiándose de tu texto. Parece ser que ante la falta de imaginación, algunos la suplen con un copia y pega, a costa de las ideas de los demás.
ResponderEliminarAntonio, ¡copyright en los blogs ya!
Gracias, Conxa. No me molesta la copia, sino que quienes copian sin citar sean los mismos que se escandalizan cuando lo hacen sus alumnos. En fin, no hay remedio.
ResponderEliminarAcabo de llegar a este post... Más vale tarde que nunca. Emhorabuena, Toni.
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