Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos.
Esta iniciativa se concibe como un homenaje al poeta Miguel Hernández cuando se cumplen, durante el presente 2010, los cien años de su nacimiento. Tratándose de un poeta, el mejor homenaje que podemos rendirle los educadores es recuperar su palabra para que su memoria tenga sentido más allá de los discursos y las biografías.
Por ello os convocamos a vosotros, docentes, y a vuestros estudiantes a participar en este homenaje poético. Dicen que los últimos versos de Miguel Hernández fueron estos:
"Me tendí en la arena
para que el mar me enterrara,
me dejara, me cogiera,
¡ay de la ausencia!"
Quizá va siendo hora de que quienes navegamos por las redes educativas despleguemos velas y rescatemos definitivamente su recuerdo.
Por un lado, queremos invitar a alumnos y alumnas de las diferentes etapas de la educación no universitaria a la participación en una muestra de GLOGS (carteles on-line) en torno a la obra y a la figura del poeta. Estos Glogs, individuales o colectivos, tendrán como eje central alguno de los poemas de Miguel Hernández. La muestra no tiene carácter de competición, no hay premios, aunque sí MENCIONES HONORÍFICAS a los mejores glogs de los alumnos y alumnas.
Por otro lado, queremos invitar al profesorado de Lengua Castellana y Literatura a participar en la elaboración de una antología oral y on-line, de la obra del poeta.
Quienes promovemos este proyecto somos conscientes del esfuerzo y la dedicación necesarios para llevar a cabo las actividades propuestas. Por eso, queremos agradecer a todos los participantes su interés y voluntad. Creemos que estas tareas contribuyen al desarrollo de una red más libre y solidaria, capaz de ofrecer recursos de calidad hechos por y para la comunidad educativa. En esta labor llena de constancia y paciencia, todo avance es un éxito compartido. Gracias por participar.
Para consultar las bases y tener más información, visitad la página homenaje que hemos preparado. Y como el movimiento se demuestra grabando... ¡escuchad, escuchad!
Antes del odio
Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor con dolor,
por haberme enamorado,
corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
pero sed alrededor.
Corazón en una copa
donde me la bebo yo,
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.
Odio, vida: ¡cuánto odio
sólo por amor!
No es posible acariciarte
con las manos que me dio
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.
Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
sólo por amor.
Amor, tu bóveda arriba
y yo abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo sólo,
sólo por amor.
Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
sangre, monte rodador,
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.
Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre,
sólo por amor.
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme. no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.
De "Cancionero y romancero de ausencias" 1941 1942
Enero de 1995: Sumido en el estudio de la literatura valenciana, de la gramática generativa, de la literatura latinoamericana y de otros intereses filológicos, la asignatura de Latín era para mí un bálsamo (a pesar de los odios que despertaba entre muchos filólogos de otras especialidades). La traducción de textos clásicos era un divertimento que proporcionaba placeres similares a la resolución de un sudoku, con el añadido de conocer las raíces de nuestro pensamiento y cultura modernos. De aquel enero de 1995, rescato la lectura de La República de Cicerón. Revisando mis notas del libro para esta sesquidécada, me encuentro con un pasaje de rabiosa actualidad, que dirían los telediarios. Es un poco largo, pero lo compensaré con la brevedad de mis comentarios al respecto:
Cuando las fauces insaciables de un pueblo se resecan por la sed de libertad y, a causa de los malos servidores, sacia su sed con una libertad excesivamente pura y no moderadamente rebajada, entonces, si los magistrados y dirigentes no son los suficientemente blandos y remisos como para servirles una generosa acción de libertad, el pueblo los persigue, los calumnia y los acusa, llamándolos 'potentados', 'reyes', 'tiranos' (...)
Quienes obedecen a los dirigentes son continuamente provocados por ese pueblo (...); por el contrario, a quienes desde el cargo de magistrados quieren parecer ciudadanos normales, que trabajan para que no existan diferencias entre el particular y el magistrado, a ésos los llenan de alabanzas y los colman de honores, de manera que se hace necesario un régimen político de este tipo, que rebose libertad, que en la casa privada no haya autoridad alguna y que esta epidemia se extienda hasta las bestias; finalmente, que el padre sienta miedo ante el hijo; que el hijo olvide sus deberes con el padre; que sobre cualquier tipo de respeto para ser totalmente libres; que nada importe si se es ciudadano o extranjero; que el maestro tenga miedo a sus discípulos, que los adule y que los discípulos desprecien a sus maestros; que los jóvenes asuman las graves tareas de los ancianos y, por el contrario, los ancianos desciendan a los juegos de los jóvenes, con tal de no resultarles odiosos y pesados (…) Y de esa anarquía sin límites ésta es la consecuencia: que los espíritus de los ciudadanos se vuelven tan delicados y suceptibles que, a la menor aplicación de la fuerza del poder, montan en cólera y no consienten en acatarla; a partir de aquí comienzan a despreciarse también las leyes, con el fin de verse libres por completo de toda autoridad. (Libro I, XLIII)
El texto nos lleva a dos líneas de pensamiento divergente:
A) Hay que limitar las libertades y poner coto a los vuelos democratizadores demasiado exigentes.
B) Si limitásemos las libertades, nos encontraríamos todavía con una sociedad como la que plantea Cicerón en la que la mujer sigue siendo inferior o en la que se tolera la esclavitud. No voy a pediros que toméis partido en este debate, pero lanzaré una pregunta al aire: ¿Pensáis que la Generación 'ni-ni' es producto de una excesiva libertad o es simplemente heredera de un tiempo y sociedad determinada? Para no engañar a nadie, me apunto a la segunda opción.
Con motivo de mi premio Espiral, hablaba de la blogobiografía y comparaba la vida de los blogs con la vida humana. Siento que este blog va llegando a su periodo de madurez (para bien o para mal). Lo noto en que se van fijando ciertas manías de quien escribe, algunas recurrencias temáticas, ciclos que se repiten curso a curso... Igual que ocurre en la vida real, se reúnen aquí viejos amigos incondicionales que, al fin y al cabo, dan sustento a estas notas, pero, a veces, teme uno cansarlos con batallitas y opta por el silencio.
A pesar de ello, este blog no se va a jubilar todavía. En ocasiones, uno quisiera colgar las teclas y marcharse a una obra para ver como izan los obreros el forjado; o a mirar lo que escriben otros, a curiosear por sus actividades, a dedicar tiempo a leer, simplemente.
No sabemos cuántas vidas tiene un blog (a pesar de que hay quienes llevan tiempo matándolos), ni si los blogs son más de resurrección o de reencarnación. Este blog al que ustedes se asoman es poco dado a la espiritualidad, pues su redactor jefe (y becario a la vez) está todos los días bastante pegado a la realidad en sus manifestaciones más feas, algo que inmuniza contra el desánimo y el pesimismo (miren con detalle a su alrededor y díganme cuántos lamentos docentes están fundados). De hecho, escribir en este blog permite cargar pilas cuando más se necesitan: Si llega el agotamiento o bajan las defensas por el frío, siempre se puede encontrar energía aquí o allá.
Por eso, para animar a quienes van llegando al mundo de las TIC con más dudas que certezas, he resuelto escribir esta nota. Esta red de personas relacionadas con la educación, con sus visiones apocalípticas o integradas, es hoy día la auténtica voz de la experiencia de nuestro oficio. Así pues, no pierdan la oportunidad de formar parte de ella y asómense al siempre edificante mundo de los blogs.
Pese a todo el desvarío de libros y lecturas que pueblan mi existencia, no me considero (todavía) un bibliófilo. Ya he comentado en otras ocasiones que me he curtido en la lectura con ediciones de bolsillo y con libros de saldo. En mi caso, soy el lector que soy gracias, sobre todo, a la librería París-Valencia, en la que encontraba joyas de baja calidad a buen precio, como por ejemplo, dos de las gramáticas que aparecen en la imagen: la de Martín Alonso y la de Andrés Bello (la otra gramática que aparece es la de mi apreciado Emilio Alarcos, cuyas propuestas terminológicas en sintaxis han sido desterradas de esta nueva gramática). Sin embargo, bien por caprichos de un momento loco, o bien por regalos, llegan a mí libros que significan algo especial. En estas fiestas, me han regalado la Nueva gramática de la lengua española. Es un lujo de libro, con dos tomos impresionantes (4000 páginas) en los que perderse a gusto. Para los que nos dedicamos a la lengua como oficio y como pasión, esta gramática es una especie de biblia en la que se puede saltar de un artículo a otro sin más orden que la fe lingüística. No es un libro divulgativo, ni un manual, como apuntaba hoy mismo José Antonio Millán en El País, sino una delicatessen para quienes nos deleitamos con cuestiones tan importantes como ésta:
Para abreviar "Instituto de Educación Secundaria" se escribe "IES" o "I.E.S."
En el primer caso, consideramos que se trata de una sigla (como ONG), mientras que, en el segundo, consideramos que es una abreviatura (como S.M.).
Os lanzo un reto para empezar el año: ¿Cuál es la forma correcta: La primera, sin puntos; la segunda, con puntos; o las dos son igual de válidas? (Hay una encuesta en la barra lateral para que votéis quienes no soléis comentar, aunque lo interesante es que contéis vuestras razones)