La semana pasada tuve la suerte de que me invitasen a conocer un instituto de Hellín. Todo surgió a raíz del artículo que publicaron hace unas semanas en El País. Antonio Andújar, director del IES Izpisúa Belmonte, se puso en contacto conmigo y, a través del CEP de Hellín, me invitó para que contase algunas de las experiencias que suelo relatar en este blog. Así que allí me fui el miércoles, después de terminar mi jornada (que todavía no he desertado de mis clases, ni ganas de ello). A pesar de lo breve del encuentro, me llevo mis buenas impresiones, un auténtico aprendizaje de ida y vuelta.
Empezando con la cuestión tecnológica, las diferencias de equipamientos entre un instituto y otro son inmensas. Aunque Antonio Andújar me advierte de que no todos los centros de Castilla-La Mancha están tan bien dotados, me alegra ver que hay institutos que cumplen con lo que un día sugerí que podría ser el equipamiento TIC ideal: me encontré con varias aulas TIC móviles (los carritos de portátiles), cañones en todas las aulas (a costa de inversiones y sacrificios diversos), aulas Althia (que parece que no dan el resultado esperado), y portátiles para todo el profesorado (el discutible “café para todos” que se aplica en esta comunidad). Ya sabemos que nunca puede ser igual un centro moderno que uno antiguo, pero debería haber unos estándares que permitiesen que la educación en España fuese homogénea. Antonio Tux y Alberto Armada llevan tiempo reclamando esto desde EDU 1:1 tIcGUALDAD.
También allí, en charlas distendidas, descubrí que hay muchos profesores que no se tragan los lamentos catastrofistas de quienes aseguran que la educación está al borde del colapso. Todo es mejorable, desde la ley hasta la actitud de las familias, desde la impunidad de ciertos comportamientos del alumnado a la impunidad de ciertas incompetencias del profesorado, que de todo hay. Pero llorar y llorar y no ofrecer nada a cambio, no parece ni profesional ni valiente. Hay cierta razón en que la pedagogía de salón ha hecho daño, pero también ha sido con el beneplácito de un profesorado que ha estado mucho tiempo mirando hacia otro lado. ¿Cuántos profesores experimentados se han refugiado durante años en los niveles de Bachiller para no tener que descender a la lucha diaria en los primeros ciclos de la ESO? Quizá podrían haber enseñado sus recetas mágicas a quienes las necesitaban. ¿O es que esas recetas docentes eran simplemente la técnica del busto parlante: cincuenta minutos de charla magistral? ¿Cuántos de vosotros resistiríais en televisión un monólogo de una hora en un plano fijo? Hay quien pretende que jóvenes adolescentes aguanten seis sesiones de este tipo al día, con temas tan apasionantes como “El predicativo”, “Rima asonante y consonante” o “La cita bibliográfica”... (por cierto, a ver si algún día las autoridades educativas ponen algo de sensatez en el diseño de los currículos).
Y, para acabar, también quisiera dar testimonio de que son muchos los profesores a los que les gusta escuchar las experiencias de los demás. Es de una soberbia irritante pensar que ya lo hemos aprendido todo y que las mejoras que proponen los otros siempre son ataques contra lo que hace uno. Me gusta escuchar y aprender de los demás. Siempre procuro contar lo que me funciona en clase (y dejar de hacer lo que no me funciona). Mi aula siempre está abierta para el que quiera entrar y este blog tampoco modera los comentarios, lo que viene a ser lo mismo en lo virtual. Si se contagiase esta transparencia, quizá los profesores y la educación en general dejaríamos de tener la mala prensa que tenemos. Porque, no nos equivoquemos, para la sociedad, los docentes seguimos siendo un colectivo de plañideras que, además, cada día hacemos peor nuestra faena.
Crédito de la imagen: Pink Floyd, The wall, en corrente SBL
Me avisa Patxo que la entrada no permitía comentarios. En efecto, no sé por qué razón, las opciones de la entrada que impiden comentarios estaban marcadas. Es la primera vez que pasa y me sorprende que ocurra de golpe cuando hablo de la moderación de comentarios. ¿A alguien le ha ocurrido algo parecido?
ResponderEliminarReconozco que tu argumento de que los alumnos tengan que seguir seis horas de monólogos en plano fijo me ha hecho pensar. También la referencia a los profesores que se prodigan en los niveles de bachillerato para no enfrentarse al primer ciclo de la ESO. Es muy cierto, y además cuando hablan lo hacen con enorme suficiencia. En los centros hay quienes saben esquivar estos niveles con habilidad pasmosa. Un saludo.
ResponderEliminarEste post me llega en un día triste, por aquello la desigualdad de los recursos. Llevo años intentando encontrar un aula de informática para trabajar con mi grupos, siempre que lo consigo es porque algún compañero de la familia de informática me cede la suya alguna hora.
ResponderEliminarEl año pasado decidí concursar al premio de páginas de web de centros educativos de la Comunidad de Madrid, me pegué un palizón brutal, horas y horas de trabajo, de sueño, para ganar 7.000 €, que me habían prometido destinar a montar un aula.
Luego, he mantenido la página, he ayudado a todos los compañeros que lo han solicitado. Cuando ha llegado el dinero y solicitado 17 ordenadores, cañón y portátil, se me responde eso es mucho, que sólo 14 ordenadores y punto. Debo decir que los ordenadores no alcanzan los 400€.
Por primera vez siento deseos de abandonar el aula, la indignación ha cedido paso a la tristeza. ¿Hasta cuando el mendigar?. Yo estoy cansada.
También suscribo el resto de tu análisis: el emperador está en pelotas, no lleva ningún traje nuevo.
Hoy, será porque es fiesta, quiero quedarme con lo positivo, me siento optimista. Igual también ayuda el que tenga un grupo de Diversificación con siete alumnos, un ordenador en el aula, un par de proyectores en el centro y un aula con ordenadores que puedo usar cuatro y hasta cinco horas semanales (porque todavía muchos compañeros apenas la usan). Soy consciente de mi situación privilegiada. Pero intento con la práctica demostrar que si todos los alumnos tuvieran esas ventajas, la educación iría mejor. Y eso que va en mi perjuicio: cada vez son más los profesores que se apuntan para usar el aula de informática.
ResponderEliminarHoy me siento optimista y por eso me quedo con las palabras de tu último párrafo: “Somos muchos los profesores a los que les gusta escuchar las experiencias de los demás... Me gusta escuchar y aprender de los demás.” Te escucho –te leo-, Antonio, y aprendo. Gracias. Y ánimo a los desanimados: no sé si la utopía es posible, pero lo que sí creo es que es imprensindible.
¡Hola Antonio! Te sigo siempre, pero hoy ha sido una gran sorpresa saber que ¡has estado en mi pueblo!
ResponderEliminarSin duda, "el Izpisua" es uno de mis centros preferidos, visito a menudo su página y sé que se cuece un buen trabajo en sus aulas. De haber sabido que ibas a ir, no me lo hubiera perdido. Otra vez, avisa.
Por supuesto, suscribo todo lo que dices y creo que ya es hora de que muchos docentes se tomen esto de la educación en serio y se dejen de rivalidades. Cuanto más compartamos, más ricos seremos todos y hay tanto que aprender...
Un saludo.
Pura.
La desolación de Lourdes Barroso es la misma que padecemos en mi centro.
ResponderEliminarNo tenemos los ordenadores que precisamos y la conexión es deficitaria, por no decir, inexistente. Vale decir que estamos en unas instalaciones provisionales.
Pero a dos pasos de nuestro centro, nuestros compañeros disfrutan de aulas específicas, pizarras digitales... En fin, la TICigualdad es todavía una utopía.
Leí hace unos días un correo en las listas DIM en el que se explicaba una experiencia exitosa en un centro catalán. Al final del correo, aparecía la coletilla. Es un centro con un ordenador por alummno y son más de 700.
La política educativa de distribución de dotaciones es algo dudosa.
Cuando hablas de la actitud de algunos docentes me haces pensar en que hay profesores.... y profesores, tanto para las TIC como para otros asuntos. Los hay de esos que se ríen de la aplicación de las nuevas y viejas tecnologías en las aulas, que presumen de la eficacia de su método de enseñanza y del respeto o temor que infunden en el alumnado, que suelen estar, o han estado, en equipos directivos, que tienen pocas y buenas horas de guardia y horarios inmejorables, que dan clase a Bachillerato o a algún 3º y 4º de los buenos, que siempre, normativa en mano, aconsejan (y obligan) mucho y ayudan poco, que cada día, sin falta, se quejan de lo mal que va todo, pero ellos se quedan sin hacer nada, amparados en el ya-no-tiene-remedio, en la crítica cansina y establecida, en las politiqueces de siempre. Esos abundan, pero, afortunadamente, cada vez van siendo más los otros, los que abren sus aulas y sus mentes a las TIC, a los alumnos, a los compañeros, a las soluciones.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con su planteamiento; menos clases magistrales y más formación orientada al caso.
ResponderEliminarDifundan las tic en los centros de enseñanza... por favor.
Patxo: Hablaba Patxo en su comentario nonato de valentía y humildad; ya he contado que me muerdo la lengua en más de una ocasión, y de humildad gasto la justa para mantener el pudor en un sitio público como éste.
ResponderEliminarJoselu: No estoy en contra de las clases magistrales, necesarias en alguna ocasión y nivel; estoy aburrido de quienes defienden en público lo que no soportan en privado, pues muchos de los que se quejan son incapaces de soportar sus propias peroratas. Y del arte del escaqueo, mejor ni hablar.
Lourdes B: Todos los años me animan a presentarme a los premios de materiales digitales, pero desisto por esa desazón que comentas. Me gusta la tarea de mi blog porque todo va a mi ritmo y a mi gusto; no necesito palmadas institucionales en la espalda si no van acompañadas de una mejora real en mi trabajo. El emperador ya sabemos que muestra sus vergüenzas sin pudor.
Carlos: Lo mejor de los blogs, para mí, es que permiten pasear de aquí para allá entrando en un montón de aulas y aprendiendo cada dia. Tu clase también es muy enriquecedora.
Pura: Siento no haber avisado con tiempo. No me gusta crear expectativas que no sé si voy a cumplir. Seguro que tenemos más ocasiones de conocernos, sobre todo ahora que ya sé el camino :-)
Lu: Alguien ha comentado en tu blog que si tuvieses medios serías imparable. Llevamos tiempo comprobando que este asunto educativo se resuelve más con ganas que con equipamientos; y ganas nos sobran (a pesar de los bajones periódicos).
Marian: Quienes no paran de quejarse tendrían que haberse leído las leyes cuando salieron y haberlas aplicado rigurosamente para no haber llegado a esto que vivimos. La comodidad de años tiene un precio.
José: En esas estamos: poquito a poco llegaremos a buen puerto.
No sé si recordáis el cuento de Pollyanna. En él, el cura del pueblo todos los domingos en su sermón abroncaba a los que asistían a la santa misa por la ausencia a la celebración de muchos de sus convecinos...
ResponderEliminarNo lo has hecho, tú, Antonio, no lo haré yo: no nos vamos a parecer a este cura rural. Es cierto que muchos sistemas educativos actuales funcionan mal o muy mal, pero no es menos cierto que hay muchas cosas que están bien planteadas y desarrolladas y, precisamente, es en la edublogosfera donde lo estamos viendo y leyendo cada semana. Ante momentos de desánimo como el de Lourdes, hay que intentar levantarse y seguir...
¡Po-de-mos!
La educación es un saber compartido. Lo más triste que me he encontrado es la falta de compañerismo que hay en los departamentos (salvo excepciones). Esos profesores que eligen los cursos y te miran mal cuando, ingenuamente, preguntas una duda o pides consejo. O peor aún, aquellos profesores "veteranos" que en cuanto llega el nuevo (la nueva) se escudan contra toda innovación e intentan frustrarte antes de comenzar (¿será por su propia frustración solapada?).
ResponderEliminarEl único sitio donde he encontrado consejos y apoyo ha sido en la red, a través de los blogs docentes...es un alivio que estéis por aquí para los que empezamos en esto.
En cuanto a las TICs: creo que lo fundamental, además de los recursos, es la reflexión (¿de qué sirve un power point si sólo se utiliza para proyectar esquemas? es el mismo método disfrazado). Pero claro, los recursos son los recursos...¿cómo narices me llevo a un aula de informática con doce ordenadores a un grupo de 30 alumnos sin que se arme la de dios...?
En fin, reflexiones ;).
Por cierto, que Hellín está cerquita de mi centro...a ver si algún día tenemos la suerte de verte por allí ;)
Hola, soy Rosa, de Hellín. Me gustó mucho tu charla y me anima a seguir aprendiendo y a seguir mis intuiciones sobre cómo enseñar a los alumnos. Me cuesta mucho esfuerzo seguir tanta novedad informática pero intento ser un grano de arena.me gustaron mucho tus puntos de vista.
ResponderEliminarGracias, Rosa, por tu comentario. Creo que no es estrictamente necesario estar en todas las novedades (lo que sería imposible), sino encontrar un punto medio en el que sentirse cómodos. Ya he visto en tu blog que vas encontrando ese equilibrio. Lo importante es animarse. Un saludo.
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