Quienes escriben suelen tener ante sí una doble posibilidad: escribir sobre algo o escribir sobre el acto de escribir. La primera opción ha dado lugar a la mayor parte de la literatura que conocemos; pero la segunda también ha dado como fruto un buen número de obras que llamamos metapoéticas o metaliterarias, al modo del famoso soneto de Lope.
Viene esto a cuento de mi siguiente nota, un artículo por encargo o por promesa, que requiere una justificación metapoética, aunque con esto de los blogs habría de llamarse función metabloguética.
Concurrí hace unos días a una llamada que lanzaba Rafael Robles desde su blog. Ofrecía su libro Leer El Quijote en Teherán a aquellos que estuviesen dispuestos a redactar reseñas constructivas sobre él. Conozco a Rafael Robles desde hace mucho tiempo, primero por sus participaciones en el foro Formespa y más tarde a través de sus blogs: Vida de profesor y rafaelrobles.com. De modo que me tentó su oferta y acepté participar en este singular encargo.
Recibí el libro en menos de una semana y prácticamente en un fin de semana me lo he liquidado. Incluso a mí me ha sorprendido una lectura tan expeditiva, sobre todo cuando se me acumulan un montón de libros por leer. Pero el libro de Rafael Robles tenía un atractivo especial, pues constituye para mí un género nuevo: el blog hecho libro.
Dice el propio autor en el prólogo de Leer El Quijote en Teherán: “Hay quien afirma que convertir en libro a un blog que haya contado con éxito en la blogosfera es apostar sobre seguro”, aunque muestra sus reservas por la falta de experiencias y datos concretos en ese género. También yo tenía mis reservas, pues creo que los blogs constituyen un género particular que precisan su propio canal. Convertirlos en libro supone crear un nuevo texto, del mismo modo que adaptamos novelas al cine. Pensaba incluso en mi blog llevado al papel, materia insostenible más allá de dos o tres páginas. Así que, amigo Rafael, la lectura de tus hazañas en Irán partían con ciertos recelos y prejuicios por mi parte.
Sin embargo, como ya he avanzado, la lectura de Leer El Quijote en Teherán ha supuesto un gran placer y me ha recordado que ya existían géneros literarios muy parecidos: los libros de viajes, las memorias, los diarios. En el fondo, un blog no deja de ser una bitácora, ese libro que reúne la memoria y el viaje, dos elementos presentes en todo lo que nos cuenta Rafael Robles. Concretamente, me ha recordado a La gallina ciega de Max Aub, un libro que publicó nuestro autor exiliado con motivo de su viaje a la España del agonizante franquismo. Aub, como Robles, parece hallarse en un mundo extraño, lleno de incongruencias y de malentendidos. Ambos autores retratan una sociedad muy alejada de sus convicciones pero hasta cierto punto sentida como propia. Y ambas realidades, a su vez, tan lejanas en el tiempo y el espacio, el Irán actual y la España de los años sesenta, presentan curiosos paralelismos y coincidencias (sobre todo en cuanto a la libertad de prensa, al papel social de la mujer, al folclorismo...). Supongo que Max Aub, grafómano impenitente, de no haber sido por su amor a la tipografía tradicional, hubiese escrito sobre España un blog muy parecido al de Rafael Robles.
En cuanto a lo que se cuenta en el libro y cómo se cuenta, tendréis que esperar a la próxima nota.
Más allá de la curiosidad de leer lo que anuncias, quisiera convencerte de que tu blog daría más que para tres o cuatro páginas. Per se los blogs son misceláneas, por lo que en "tu libro" tendrían cabida los muy variados y suculentos posts sobre didáctica, lecturas para adolescentes, crítica literaria, ludoteces...
ResponderEliminarConfirmo la idea de Lu, seguro que sacas libro de tu blog, si eso te interesa. Eso sí, me has convencido para leerme el libro de Rafael - también seguí su blog - aunque aún no nos hayas dado tu opinión sobre el texto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Estoy de acuerdo con Lu sobre la esencia miscelánea de los blogs. Paulatinamente se va perfilando una poética. Espero la entrada prometida (¿imitamos la técnica del folletín?).
ResponderEliminarGracias por la nueva referencia del autor y su obra.
No he seguido más que muy ocasionalemente el blog de Rafael Robles. Su empresa me parecía envidiable y la edición en libro de su experiencia me llenan de satisfacción como si fuera un proyecto cercano a mí. Tus referencias a La gallina ciega me son próximas y estimables. La realidad de contar en estos momentos su vida de profesor en Teherán me resulta sugerente. Seguro que es un país del que tenemos un montón de tópicos. Hoy, por ejemplo, salía en la prensa la censura sobre Barbie, Harry Potter y Batman. Entre sus alumnos habrá los que son amantes de la cultura occidental sin duda. Un cordial saludo.
ResponderEliminarHola, Antonio:
ResponderEliminarLo que escribiste fue interesante. Yo en mi blog he puesto los escritos espanoles sobre la literatura y otros diferentes. Puedes visitarlo y escribeme tu idea.
Podrias darme tu correo?
Fateme