Alumno de 14 años, inmigrante bastante bien integrado en su segundo curso de escolarización en el sistema educativo. Buen nivel académico y alumno ejemplar en muchos aspectos. Me envía por correo electrónico su receta de cocina. Subrayo las palabras con faltas y devuelvo el documento para que lo corrija. Esta es su respuesta:
Maestro, yo no se poner los acentos.Se refiere al teclado. Creo que están fallando algunas competencias básicas, ¿no?
11 comentarios:
¡Pero si sabe enviar correos electrónicos! ¡Y con archivos adjuntos!
Antonio, estoy seguro de que muchos compañeros de tu alumno directamente no saben utilizar una cuenta de correo. ¿Me equivoco?
Efectivamente, es un desequilibrio llamativo y por eso me ha resultado curioso y lo he traído a colación. Porque más allá de la asignatura de informática, casi todos los profesores desconfían de que sus alumnos entreguen trabajos por ordenador (y por correo electrónico ya ni te digo).
Como bien dices, muchos de sus compañeros serían incapaces de usar el correo; pero más grave es que tampoco sabrían usarlo muchos de los míos, y son 'lisensiados'.
Una de alumnos: al echarle en cara la ausencia de tildes en su escrito, me dice un alumno: ¡si es que hay que darle muy rápido, es un rollo! Se quedó de piedra cuando vio que, aunque le diera al acento y luego pasara un rato buscando la letra en cuestión, el acento no se había "ido"... se lo he tenido que explicar a muchísimos alumnos, algunos, sorprendentemente, con buena velocidad en el teclado.
Una de profes: en mi centro nos comunicamos por correo electrónico desde hace muchos años (bueno, algunos siguen empeñados en no comunicarse). Un día le dice el secretario a una compañera nueva (y joven): ¿es que no abres el correo, que tienes el buzón saturado? y le dice: ¡pues claro! acabo de abrir una carta, pero la tenía encima de la mesa, yo no tengo buzón. Cuando le explicó que se refería al correo electrónico dice, muy digna: ¡Anda, si no sé encender el ordenador, voy a saber eso del correo!
Así es, Toni, una auténtica contradicción: todos mis alumnos son inmigrantes -soy Profesor de Refuerzo Lingüístico en euskera y castellano- y, absolutamente todos, emplean el ordenador en clase. Para escribir sus ejercicios, para buscar información, para comunicarse conmigo a través del correo... Lógicamente mi nivel de exigencia en este tipo de alumnado respecto a la corrección ortográfica, gramatical, sintáctica o semántica es menor que la que le puedo pedir a una alumno autóctono, pero, en su medida, no dejo de hacerlo. No dejo, por ejemplo, de recordarles que existen las mayúsculas, que no es lo mismo tubo que tuvo, que raíz tiene tilde en la i (sin mencionar ni que es un hiato ni nada por el estilo)... Es decir, exactamente lo mismo que a algunos de mis compañeros, pero con una diferencia: éstos no saben utilizar el ordenador. ¡Ésta sí que es parajoda!
Bueno, respecto a los compañeros, no debemos olvidar que existen estratos geológicos en la profesión. Tiendo a ser comprensivo con el desfase tecnológico de los senior... ¡Qué será de mí...!
Por otra parte, hay mucho que madurar en el uso de las destrezas básicas en nuevas tecnologías, me refiero a su uso, más allá de lo meramente instrumental, su uso maduro, moral me atrevería a decir...
Últimamente asisto a tutorías preocupantes... alumnado virtuoso con un uso nocivo del medio, adicciones, rol, horarios descabellados... Claro que todo esto es otro asunto... Mi natural digresivo. Sorry
Sí, realmente hay casos de incompetencias informáticas flagrantes entre el profesorado. A veces viene alguna compañera desesperada con el correo de la xtec porque no sabe abrirlo. Alguno ha empezado a utilizar el procesador de textos hace pocos meses y aún desconfía de él. Lo peor es que hay cierto orgullo en el desconocimiento de ciertas funciones básicas.
Otra de maestros y verídica al 100%:
- José Luis, el ordenador que nos han dado no funciona por más que le doy a F1.
Voy, miro el trasto (un desecho de tienta, por otra parte) y le digo:
- Primero tienes que encender esto (la torre) y esto (el monitor).
Aunque los "nativos digitales" tampoco se quedan cortos, pero ésas me las guardo para otro día.
Por la mayoría de docentes corre la leyenda urbana de que "nuestros alumnos saben más que nosotros" de ordenadores. Una de las funciones que me he encomendado como "dinamizadora TIC" (manda h.... la palabreja) es la de enterrar ese tópico, del que tu ejemplo es una muestra.
Nuestros alumnos no saben más informática que nosotros. Tal vez tendrán mayor destreza, y aprenderán más rápido a usar las máquinas, porque son más jóvenes; pero es a nosotros a quienes nos toca enseñarles qué hacer con ellas.
El otro día le puse este ejemplo a un compañero: Un muchacho de 16 años corre más y tiene más agilidad que su profe de educación física de 45. ¿Sabe más de deporte que él por ello?
Completamente de acuerdo con María José. A los míos que no se les saque de Google (el buscador, no el resto de herramientas que ofrece) y del "Messenger".
Después de la resaca del concurso de acceso a cátedras, me incorporo de nuevo a este rincón que son los blogs y que tanto he añorado estos días.
Un detalle: mi tribunal es antiTIC. No sé si saldré de esta, pero la desconfianza de muchos docentes con el uso de las TIC se ve reforzada por ejemplos como el de este alumno.
¡Qué lástima! El alumno seguro que tiene más predisposición a aprender que mucho docente instalado (enquistado, enraizado) en su rutina laboral.
Vale, después de leer vuestros comentarios pongo el toque desenfadado y frívolo al respecto. Al leer el mensaje sólo he podido pensar "¡Qué mono!", con el consiguiente riesgo de parecer una insulsa pija descerebrada; sólo contraponerlo con la mayoría de mis compañeros de clase para los que los acentos se limitaban a palabras acabadas en ción, -ía y algún ejemplar perdido de camión, me emociona...
Y si le metemos esto de la informática, la acabamos de liar, que tengo compañeros que no saben ni utilizar el WORD, así que...
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