20 abril 2008

Encadenado

Vivo dulcemente encadenado a mi agregador de noticias. Es Google Reader y casi se ha convertido en mi compañero inseparable a lo largo del día. Es el Aleph, el orificio por el que me asomo a la red y descubro todo lo que se mueve, con una velocidad y frecuencia que me asustan. Además, con su diseño espartano, no admite distracciones ni veleidades que me lleven a la dispersión.
Es dulce porque me trae los escritos de mis amigos, de mis conocidos, de mis colegas, porque me mantiene al día de los temas que me interesan, de los temas que me distraen. Pero es también mi condena, porque es mi página de inicio y me amenaza continuamente con cincuenta, con cien, doscientos artículos sin leer. He probado a borrar sitios, a pasarlos a carpetas-purgatorio, pero no paran de crecer las suscripciones (casi doscientas a día de hoy). Y tengo remordimientos de marcar como leídos artículos que no he visitado, pues pienso que en ellos tal vez hubiese algo interesante, de suma importancia.
De este modo, me da miedo abrir el navegador, si tengo trabajo pendiente, pues empiezo a deambular por el mar de artículos, a dejar comentarios aquí y allá, a marcarme los sitios curiosos, a compartir las entradas de interés... y así se me van las horas.
A quienes empiezan les recomiendo que se acostumbren a los agregadores, pues es el modo más sensato de mantenerse actualizado en esta blogosfera tan vertiginosa. Pero, por otro lado, me pregunto si no sería mejor asumir nuestra humanidad y nuestras limitaciones para manejar información.
Amigos, yo ya no puedo escapar, pero quizá vosotros aún estéis a tiempo de salvaros: Controlad el botón de "suscribir"; no leáis todo; no comentéis en todos los sitios; si os marcháis de fin de semana, borrad todo sin mirar; si volvéis de vacaciones, encargad a algún conocido que marque todo como leído. Hacedme caso y ganaréis en tiempo y salud (Benito Julepe no hizo caso y le embargaron su casa).
Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/22371451@N06/2247242701

11 comentarios:

María José Reina dijo...

Como de todas las drogas...cuesta desengancharse de ésta de leer blogs. Haces bien en lanzar esta campaña DI NO A LOS BLOGS. SI QUIERES, TÚ PUEDES.

daniblues dijo...

Yo estoy igual. ¡Qué haría yo sin mi NetNewswire para Mac! Y no quiero ni pensar cuando lo saquen para el iPhone jeje...

De todas maneras he iniciado un duro proceso de desintoxicación. Esta semana he eliminado más de 70 feeds y todavía estoy en 185. Así que todavía me queda un largo trabajo.

Saludos.

PS: Tu blog está en la "lista segura" :p

Anónimo dijo...

Antonio, como dicen los abuelos (porque ya casi nadie usa los refranes), sarna con gusto no pica.
saludos!

Joselu dijo...

Es cierto, Antonio, yo no tengo agregador de blogs. Miento, lo tengo pero no lo utilizo. Voy clicando en los links de mi blogroll y te encuentras con auténticas historias de pasión que merecen un comentario. Te lo reclaman. Lo hago como puedo, pero es cierto que detrae un tiempo precioso que se quita de otros sitios. Es un pozo sin fondo este de los blogs.

Jesús dijo...

No manejo agregadores. A decir verdad, nunca me he puesto (tamaña ignorancia la mía). Mantengo unas fidelidades (limitadas, claro) que no son sino otras tantas traiciones a quienes merecerían sin duda mi interés... Ars longa, vita brevis, Antonio.

eduideas dijo...

Empiezas leyendo un blog, te pasas a un planeta o agregador y te acabas montando en tu propia oficina de noticias... Yo de momento me limito a feevy que ya me llena de trabajo extra

Lourdes Domenech dijo...

Creo que los blogs, como todo, requiere disciplina.
Yo he pasado por varias etapas. En un primer momento, iba de blog en blog como abejita. Luego descubrí que los agregadores ofrecían el servicio de aviso. Pero lo que parecía una facilidad se ha convertido en una trampa. La trampa de las suscripciones.

Está bien advertir a los nuevos, pero me temo que visitar blogs, leer, comentar es consustancial a este medio. Si aceptas entrar, tiene que ser con la decisión de asumir el riesgo.

Esta es la razón de muchos abandonos. Todo hay que decirlo.

Anónimo dijo...

Hola Antonio,
yo empecé a engancharme con el blog de Joselu, después con el tuyo, más tarde con el de una amiga (me encantó bailar contigo), y ahora he creado el mío: estoy empezando http://profesoradelenguacastellana.blogspot.com. Me pierdo mucho y, tengo que admitirlo, me das mucha envidia: intento hacer un wikispace y siempre me lío. Al final, pienso: mañana.
Tengo que admitir que estoy fatal de competencias básicas: ¿cómo creo links en mi blog? Eso que haces tú de enviarnos a otro sitio es una bendición de condena...

Anónimo dijo...

Hola Antonio,
yo empecé a engancharme con el blog de Joselu, después con el tuyo, más tarde con el de una amiga (me encantó bailar contigo), y ahora he creado el mío: estoy empezando http://profesoradelenguacastellana.blogspot.com. Me pierdo mucho y, tengo que admitirlo, me das mucha envidia: intento hacer un wikispace y siempre me lío. Al final, pienso: mañana.
Tengo que admitir que estoy fatal de competencias básicas: ¿cómo creo links en mi blog? Eso que haces tú de enviarnos a otro sitio es una bendición de condena...

Animal de Fondo dijo...

Pues yo uso desde hace muchísimo Bloglines; probé GReader, y no sé por qué no me gustó tanto. A lo que voy: Tengo los blogs clasificados por carpetas según el tema, me basta con cinco o seis carpetas: Cuba, Periódicos, Fotografía, Educación, Blogs (sin clasificar), y una carpeta fundamental, que es Favoritos. Lo que hay en esa carpeta nunca lo dejo de leer, incluso suelo dar a "marcar como no leído" con frecuencia si quiero hacer un comentario posteriormente. Otra cosa que me gusta de bloglines es su carpeta de recortes, que puedes clasificar también. De lo que estoy más contento es de esa carpeta Favoritos, que crece y se reduce, pero que me permite saber que más o menos, las demás carpetas no importan tanto.

Toni Solano dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Efectivamente, el divagar durante horas de blog en blog es algo consustancial a este vicio. Veo que todos tenéis vuestros propios métodos, desde el bloguero-abeja que va de flor en flor, hasta el bloguero-ferretería, con sus feeds organizados en cómodos cajoncitos. Confieso que siempre me puede la curiosidad, y aunque establezca prioridades y favoritos, acabo leyendo todo. Mal arreglo.
Como siempre un saludo especial a quienes comentan por primera vez en este blog.