El mecanismo ha sido el siguiente:
- Compramos veinte libros a cargo del departamento.
- Preparamos un maletín de ejecutivo con los libros (la idea del maletín surgió por azar, al intentar deshacerme de un trasto que ya no usaba; para los alumnos parece ocultar un tesoro, lo que asocia la lectura a lo inesperado y valioso).
- Escogemos un día de la semana, generalmente el último de clase con el grupo.
- Se reparten los libros.
- Se dedican cuarenta minutos a la lectura en voz alta, procurando que participen todos los alumnos, pero sin obligar a nadie.
- El resto del tiempo se emplea para comentar la lectura, bien a través de los ejercicios propuestos en la guía de lectura, bien en un debate alrededor de los temas que han surgido de ella.
Los textos que hemos utilizado han sido estos:
- La voz de los sueños y otros cuentos prodigiosos. Edición de Hugh Lupton. Es un conjunto de relatos tradicionales, originarios de distintos continentes, muy atractivos y sugerentes.
- Relatos de fantasmas. Varios autores. Historias de miedo de autores consagrados, pero no muy conocidas.
a) Los relatos tienen la extensión apropiada para leerlos completos en una sesión.
b) El nivel de competencia lectora exigido no es muy alto.
c) El formato es atractivo, con ilustraciones y texto diáfano.
d) Incluyen una guía de actividades bastante completa para cada relato.
Para los alumnos ha sido una experiencia muy positiva. Si había algún contratiempo que obligaba a suspender la sesión de lectura, reclamaban airados sus derechos. Algunos no podían esperar a que leyeran sus compañeros y leían en silencio más rápido para llegar al final. Y los debates que surgían en clase eran también muy fructíferos. En fin, un acierto entre el mar de errores que uno comete a diario en clase.
Crédito de la imagen: http://www.flickr.com/photos/43888972@N00/44112633
14 comentarios:
Seguro que tienes más aciertos.
Esta colección de cucaña es buena, efectivamente. En nuestro caso, los propios alumnos la piden, piden "algún libro de cucaña".
La hora de lectura es una práctica acertada. Yo la he llevado a cabo de muchas formas. Ahora mismo la hacemos en silencio, pero en otras ocasiones la hicimos en voz alta. En cualquier caso, demuestra que la lectura también se puede promocionar "por obligación" si se sabe hacer (lo digo por el repetido debate sobre que no se debe obligar a leer, comentario que considero más propio de demagogos, inexpertos o ignorantes, que de un profesor, que generalmente comprueba que no es tan cierto).
Dedicar tiempo a la lectura en clase de forma habitual ha sido una práctica que durante tiempo se ha visto como una cierta "pérdida de tiempo". La lectura es una habilidad más en la que hay que entrenar a nustro alumnado y esto sólo se puede conseguir practicándola. Por esta razón, hay que dedicarle tiempo.
En los nuevos currículos se cita expresamente como contenido de trabajo en todos los cursos de la E.S.O. la lectura en voz alta y el comentario compartido de lo leído. Este tipo de práctica favorece que los alumnos entiendan lo leído y vayan construyendo entre todos un significado más rico, buscando relaciones, contrastando experiencias lectoras, etc.
La actividad que comentas conjuga todos estos aspectos y es muy interesante. Por lo que cuentas, el formato es parecido a una tertulia literaria que es un formato que se está utilizando en centros de esta comunidad con resultados favorables. Te remito un comentario sobre una experiencia similar de un centro de Mungia:
http://irmadel.wordpress.com/2008/03/13/tertulias-literarias-en-mungia/
Cada ves es más necesario leer en clase, los alumnos se acaban enganchando si escoges bien los títulos, gracias por tus recomendaciones
Antonio, en septiembre hablaste de un libro que recopilaba leyendas urbanas de terror: Tened miedo...mucho miedo. No sé si has tenido la oportunidad de utilizarlo en clase, porque con mis 2º de ESO funciona muy bien.
Ya el curso pasado trabajamos en clase con leyendas urbanas (las truculentas son un valor seguro) y la verdad es que esa antología me viene perfecta para darle continuidad. Es especialmente divertida la posibilidad de adaptar geográfica y culturalmente las historias (que en el libro de Jan Harold Brunvand han sido recogidas en el mundo anglosajón).
Un saludo.
Miguel: Me sale sarpullido cada vez que tengo que decidir una lectura obligatoria, pues para mí es un acto contra natura obligar a leer. En cambio, ofrecer lecturas y que puedan elegir es harina de otro costal.
Blogge@ndo: Es cierto que la LOE recoge la lectura como exigencia para todas las áreas del currículo, algo que se olvida en otras asignaturas distintas de las lenguas. La experiencia que enlazas ya la había visto; de hecho, en mi centro hay una tertulia de ese tipo que se lleva a cabo en un centro de discapacitados.
eduideas: La selección de títulos es el aspecto más delicado del asunto, porque obliga a leer un montón de libros juveniles que se adapten a cada gusto. Tampoco hay unas referencias críticas imparciales en este sector, y los docentes no acostumbramos a actualizar nuestras lecturas por miedo a perder valores seguros.
Jorge: Desde que doy clase he recomendado este tipo de lecturas (hay otra similar en Punto de lectura, Leyendas urbanas en España, a cargo de Ortí y Sempere, un poco más técnica). Nunca las he usado como estos que describo en mi nota, pero el año pasado invité a quienes se lo habían leído a que les contaran a sus compañeros las que más les habían gustado. Igual me animo para el año que viene. Gracias.
Toni,
Hay que convencer a las direcciónes para diseñar itinerarios de lectura que abarquen todas las áreas y cursos. Sería interesante hacer propuestas (goolee docs?) para asegurar que los alumnos pasan al menos tres horas leyendo a la semana en un espacio agradable. Disfrutan siempre de la lectura pero el ritmo de la vida actual, tal y como nos ocurre a nosotros, no les deja huecos.
Desde que leí el libro de las leyendas urbanas llevo dándole vueltas para hacer algún material con él pues es seguro que triunfa.
Por mi parte, ya vuelvo a las teclas después de pasar unas horas estupendas leyendo No acosen al asesino esta Semana Santa en casita pues el más pequeño ha estado malito. La historia no es muy apasionante (es un poco arriesgado presentársela a los de cuarto ¿no crees?) pero la capacidad de Guelbenzu para describir, para diseccionar la mínima actitud, el mínimo gesto es envidiable. Esa visión analítica de los hechos reales es interesantísima (que se puede convertir en condena como supere la ficción literaria). Con Tormenta de Verano no he podido.
Nos leemos.
Poco que aportar a lo ya dicho. En el centro está funcionando bien la hora de lectura en alguno de los niveles. Entre otras bondades ya comentadas, les aporta sosiego. Establecida la rutina, los alumnos añoran ese oasis.
Creo que Vicens Vives está trabajando muy bien la lectura no sólo en la serie Cucaña.
Anoto las recomendaciones.
En mi centro, el plan de lectura está funcionando mejor de lo que esperábamos. La hora de lectura es un momento esperado. En lo que va de curso, he visto cómo alumnos no-lectores han ido encontrando su espacio. Les ha costado un poco, pero ya se sabe que todo hábito requiere práctica.
Yo ya no dudo de que los centros educativos deben disponer de espacios y tiempos de lectura. Los beneficios de esta práctica se empezarán a notar en dos o tres años.
Por cierto, nosotros tenemos los libros en cajas del todo a cien. Por ello, a la hora de lectura la llamamos "cajón de lectura". La magia de buscar y rebuscar el libro deseado forma parte de la liturgia que hemos establecido.
Observo, tomo nota y me inspiro. Por lo que veo en este grupo de bajo rendimiento, optas por la lectura en voz alta durante cuarenta minutos frente al formato de lectura silenciosa. Y leen ellos (?). Tengo un grupo de tercero de este perfil. La objeción que se me ocurre es que ellos tienen tantas dificultades lectoras que se aburren unos a otros al leer. Eso al menos me pasa cuando leo teatro con ellos. La idea del maletín o caja, así como los libros escogidos son muy apropiados. Me empapo de tus ideas. En mi centro se aplica lo de las maletas, pero más en primero de ESO. La idea de tener dos libros comprados para toda la clase con las características que citas son una buena idea. Al menos es un proyecto contrastado con la realidad el que tú nos ofreces.
Patxo: Las direcciones de los centros desconocen en muchos casos las exigencias de la LOE en cuanto a la lectura y en cuanto a las competencias básicas, algo que se debe resolver de manera consensuada en los claustros (quizá con planes de lectura más allá de los departamentos de lengua). Del libro de Guelbenzu, que está leyendo un alumno de 2º de bachiller, la impresión preliminar es que es un poco lento para ellos, así que habrá que descolgarlo de 4º.
Jesús: Creo que la lectura silenciosa es el siguiente paso. Oyendo a mis alumnos descubro por qué suspenden tantas asignaturas: no saben leer, en 2º de ESO...
Lu: Me gustaría disponer de un espacio de lectura propio. La biblioteca del centro es un cuarto mal iluminado y pequeño donde no cabemos todos. Con los grupos de 3º me voy al bosquecillo que hay junto al instituto, pero con los pequeños no me atrevo. También coincido en que es ésta una labor a largo plazo.
Joselu: Los textos de estos libros son bastante claros, por lo que no suelen perderse en la lectura. Es más, se corrigen unos a otros cuando cometen errores. Si las historias no se acabasen en una clase, me resultaría difícil llevar a cabo esta actividad, porque siempre falta alguno un día y se pierde el ritmo, a los otros se les olvida el argumento, etc. Estoy preparando otra antología con relatos breves que voy sacando de internet. Ya os contaré.
Lo de la maleta también lo usa Ángel Encinas(conocido tuyo)en mi instituto. La tiene llenita de libros a la entrada del pasillo de 1º de ESO, para enganchar a los niños. Hay libros de todo tipo. Ellos eligen el que quieren, nunca por obligación. En Navidades se le ocurrió disfrazar a un carrito de camarera, de manera que iba ofreciendo "tostas de intriga", "canapés de cómics"... por las clases. No hubo niño que no se llevara libro!!!
En cuanto a la serie "cucaña", genial. De textos clásico me quedo con la selección de Torregrosa de las estampas de Platero y yo. Sólo con ver la acuarela correspondiente, ya vives la sensación modernista del relato.
Otra cosa: me parece muy interesante la selección de libros que has hecho, pues a los que menos les gusta leer hay que engancharlos con libros que tengan varios capítulos o historias independientes entre sí, que no sean de muchas páginas. Que cada pequeño relato sea una historia cerrada, por si se cansan. Les agobia ir por la página 5, y que el libro tenga 220. Te doy otro título parecido: "Socorro! Doce cuentos para saerse de miedo", de Elsa Bornemann. Creo que es de Edelvives.
Gracias, Montse, por las informaciones y la sugerencia.
El espacio de lectura en clase es un éxito, y hace lectores fuera de las aulas. Están deseando leerse ese libro que se ha leído fulanito que le ha gustado tanto.
Al principio creía que "perdía" horas de clase dedicándolas a la lectura. Ahora creo que las "invierto" de otra manera. ¿De qué sirve acabar el libro de texto, si al curso que viene el alumno no recordará nada? ¿Dónde dice en el currículum que haya que acabar el libro hecho por quién y con qué criterio?
Cada vez me gustan menos los libros de texto y más las lecturas, aunque sean adaptadas (¿no trituramos las papillas a los bebés hasta que le salen los dientes?).
Hola Antonio, a parte de nuestro blog sobre literatura, estamos empezando a crear otro sobre literatura infantil, para niños de primaria, principalmente a partir de 3º; trato de buscar información sobre buenos enlaces, artículos, etc.
Además quisiera incluir los trabajos y lo que escriben nuestros hijos (el mío tiene 10 años, recién cumplidos). Tú que eres profesor, me podrías echar un cable?
Gracias.
Te recuerdo que mi blog se ve bien sólo con internet explorer.
Gracias de nuevo. Salu2
Ana
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