Empezó José Mª González-Serna en el Cuaderno de clase una reflexión que viene de largo acerca del canon de lecturas juveniles. Ahora el Tigre la ha convertido en meme y me siento obligado a dar la cara en estas afanosas lides.
Confesaré primero -pues por tratarse de asuntos canónicos, no vaya a dar en el infierno (que parece ser se trata de un topos virtual, o sea literario también) por mendaz impenitente- que mis clásicos juveniles fueron los de Bruguera, como el que aparece en la imagen, aunque con preferencia por los tomos de gran formato que recogían veinte clásicos en forma de cómic rupestre.
Así que muy pronto me supe casi toda la bibliografía de Verne, Karl May, Charles Dickens, Stevenson, Mark Twain, etc. Autores que tuve que revisitar ya de mayor porque me remordía la conciencia.
No es extraño, pues, que hoy defienda para mis alumnos el derecho de leer adaptaciones, si les apetece. Ya tendrán tiempo y ganas de saborear los originales.
De modo que, en este canon particular, señalaré los libros que me marcaron literariamente hasta los veinte años aproximadamente y que, sin duda, abrieron tanto mi apetito que me convirtieron en el lector compulsivo que soy hoy. Aunque van ordenados alfabéticamente por autor, lamento el desorden a la hora de citarlos, pero los problemas con el editor de texto han acabado por cansarme:
Cuentos: Aldecoa, Ignacio
La busca: Baroja, Pío *
El árbol de la ciencia: Baroja, Pío
Fahrenheit 451: Bradbury, Ray *
Rimas y leyendas: Bécquer, Gustavo Adolfo *
La araña negra: Blasco Ibáñez, Vicente
Opiniones de un payaso: Böll, Heinrich
El Aleph: Borges, Jorge Luis *
Narraciones: Borges, Jorge Luis
La vida es sueño: Calderón de la Barca, Pedro *
Las ciudades invisibles: Calvino, Italo
Nuestros antepasados: Calvino, Italo *
El extranjero: Camus, Albert
La colmena: Cela, Camilo José
Las nubes. Desolación de la Quimera: Cernuda, Luis *
Novelas ejemplares: Cervantes, Miguel de *
La Regenta: Clarín, Leopoldo Alas *
El perro de los Baskerville: Conan Doyle, Arthur *
Cinco horas con Mario: Delibes, Miguel *
El camino: Delibes, Miguel *
Las ratas: Delibes, Miguel
Canción de Navidad: Dickens, Charles *
Tormenta de verano: García Hortelano, Juan
Bodas de sangre: García Lorca, Federico *
El señor de las moscas: Golding, William *
El incongruente: Gómez de la Serna, Ramón
El factor humano: Greene, Graham
Don Camilo: Guareschi, Giovanni
El viejo y el mar: Hemingway, Ernest *
Fiesta: Hemingway, Ernest
Siddharta: Hesse, Hermann
La Odisea: Homero *
La Ilíada: Homero
Un mundo feliz: Huxley, Aldous *
Cuentos de la Alhambra: Irving, Washington
Eloísa está debajo de un almendro: Jardiel Poncela, Enrique
Tres hombres en una barca: Jerome K. Jerome
Platero y yo: Jiménez, Juan Ramón
Dublineses: Joyce, James
La metamorfosis: Kafka, Franz *
Nada: Laforet, Carmen *
Juegos de la edad tardía: Landero, Luis
Artículos: Larra, Mariano José de *
La lluvia amarilla: Llamazares, Julio *
El río del olvido: Llamazares, Julio
Los mitos de Cthulhu: Lovecraft, H. P. y otros *
En las montañas de la locura: Lovecraft, H. P.
Soledades. Galerías. Otros poemas: Machado, Antonio *
Corazón tan blanco: Marías, Javier *
Relatos: Maupassant, Guy de
La verdad sobre el caso Savolta: Mendoza, Eduardo
El laberinto de las aceitunas: Mendoza, Eduardo
Sin noticias de Gurb: Mendoza, Eduardo *
El misterio de la cripta embrujada: Mendoza, Eduardo
Carmen: Merimée, Prosper
El desorden de tu nombre: Millás, Juan José
Beatus ille: Muñoz Molina, Antonio
Veinte poemas de amor y una canción desesperada: Neruda, Pablo *
Rebelión en la granja: Orwell, George *
Ancia: Otero, Blas de
El diablo en las colinas: Pavese, Cesare
El gato negro y otros cuentos: Poe, Edgar Allan *
La narración de Arthur Gordon Pym: Poe, Edgar Allan
La plaça del Diamant: Rodoreda, Mercè
Pedro Páramo: Rulfo, Juan
El túnel: Sábato, Ernesto
El guardián entre el centeno: Salinger, J.D. *
Hamlet: Shakespeare , William
Wilt: Sharpe, Tom *
Frankenstein: Shelley, Mary W.
El perfume: Süskind, Patrick *
El Señor de los Anillos: Tolkien, J.R.R.
El hobbit: Tolkien, J.R.R.
La conjura de los necios: Toole, John Kennedy *
Niebla: Unamuno, Miguel de
San Manuel Bueno, mártir: Unamuno, Miguel de
Sonata de primavera: Valle-Inclán, Ramón del
Luces de bohemia: Valle-Inclán, Ramón del *
La máquina del tiempo: Wells, Herbert George
La guerra de los mundos: Wells, Herbert George *
El fantasma de Canterville: Wilde, Oscar *
Como digo, son lecturas de mi adolescencia y que estimo especialmente. He marcado con un asterisco aquellas que sigo recomendando a mis alumnos, sobre todo a partir de 4º de ESO o Bachiller, y sólo de manera selectiva, es decir, cuando creo que el alumno las disfrutará (algo verdaderamente difícil de acertar, claro). A los alumnos de cursos inferiores, suelo recomendarles lecturas juveniles de los catálogos recientes, como ya sabéis quienes seguís el blog y como podéis ampliar leyendo mis notas sobre lecturas.Con el tiempo he ido sumando algunas obras más que he incorporado a mi bagaje más tarde. En aquellas en que aparece "etc." quiero decir que me vale cualquier obra de ese autor:
Crímenes ejemplares, etc: Max Aub
13,99 euros: Frédéric Beigbeder
Tened miedo.. mucho miedo: Brunvand, Jan H.
La concesión del teléfono, etc: Andrea Camilleri
Soldados de Salamina : Javier Cercas
La dama de blanco: Wilkie Collins
Cuentos: Julio Cortázar
El nombre de la rosa: Umberto Eco
Como agua para chocolate: Laura Esquivel
Tomates verdes fritos: Fannie Flagg
Cien años de soledad, etc: Gabriel García Márquez
El guitarrista, etc: Luis Landero
El embrujo de Shangai, etc: Juan Marsé
Caperucita en Manhattan, etc: Carmen Martín Gaite
Carreteras secundarias: Ignacio Martínez de Pisón
La fuente de la edad, etc: Luis Mateo Díez
La aventura del tocador de señoras, etc: Eduardo Mendoza
Cuentos del reino secreto: José Mª Merino
Tres sombreros de copa: Miguel Mihura
No mires debajo de la cama, etc: Juan José Millás
La loca de la casa: Rosa Montero
1984, etc: George Orwell
China para hipocondriacos: José Ovejero
La visita del inspector: J.B. Priestley
Zazie en el metro: Raymond Queneau
Últimas noticias del paraíso: Clara Sánchez
Réquiem por un campesino español: Ramón J. Sender
El lápiz del carpintero, etc: Manuel Rivas
La sombra del viento: Carlos Ruiz-Zafón
La sonrisa etrusca, etc: José Luis Sampedro
Ensayo sobre la ceguera, etc: José Saramago
Un viejo que leía novelas de amor: Luis Sepúlveda
Amor América: Maruja Torres
Los amigos del crimen perfecto: Andrés Trapiello
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán: Pablo Tusset
Son de mar, etc: Manuel VicentYa veis que el caos reina en mis meninges. En mi descargo sólo me queda declarar que uno de los elementos que más valoro en mi estilo docente es la insistencia en formar lectores, para lo que empleo quizá más tiempo y esfuerzo del recomendado, pero que constituye también una labor que me produce las mayores satisfacciones.
Antonio, tu lista es para leerla detenidamente. Me ha encantado encontrar aquí un autor que a mí me apasionó a mis quince años, Heinrich Boll, de quien citas Opiniones de un payaso, yo devoré toda su obra: Casa sin amo, El pan de los años mozos, La aventura y otros relatos... A esa misma edad también tuve la fiebre Delibes del que citas varias novelas.
ResponderEliminarMe gusta el eclecticismo y la sinceridad de tu listado. Lo que más me separa de ti es... que citas como lecturas de juventud algunas obras que yo he leído ya madurita... porque en mi juventud no se habían publicado... En aquella época la más joven de las hermanas de mi madre era la encargada de controlar mis lecturas. A mis manos no llegaba nada que no tuviese su "nihil obstat". ¡Tiempos!
Qué recuerdos me traen las adaptaciones ilustradas de Bruguera, una de cuyas portadas encabeza tu artículo... No sé las que llegamos a tener en casa de mis padres. Por culpa de una de ellas (que estaba leyendo en clase, bajo el pupitre), me gané una "coca" de un profesor.
ResponderEliminarUna selección interesantísima, Antonio, que voy a recoger y anotar cuidadosamente.
Gracias a las adaptaciones de Bruguera de pequeñita me leí casi todo Julio Verne. Yo tenía varios tomos de esos qu e traían unas cuantas novelas todas juntas, y las demás las cogía en la biblioteca.
ResponderEliminarY me alegra ver que prácticamente todos mis libros favoritos están en tu lista :)
Elisa: Las pasiones febriles por autores no se curan con el tiempo, sino que van cambiando (aunque ahora tengamos menos horas para dedicarles). En cuanto a los autores recientes, es una pequeña trampa que se me ha colado: en realidad no son lecturas hasta los veinte años, sino hasta acabar el bachiller; pero yo lo acabé casi con 23 porque me dediqué a otros menesteres, así que alguna novela de la primera lista debería ir en la segunda.
ResponderEliminarEduardo: Qué tiempos aquellos en que nos escondíamos para leer... Yo recuerdo pasar tardes enteras en la biblioteca de mi pueblo leyendo historietas de Bruguera (y Astérix y Tintín...).
Fantine: Escribiré algo a propósito de lecturas generacionales y lecturas personales, porque creo que somos hijos de una época y eso se nota en nuestros cánones. Sólo hay que leer a los compañeros que ya han elaborado listas y comprobar cómo coincidimos en buena medida.
Para no alargar demasiado la lista y ya que has citado a Camus, recomiendo vivamente su "El primer hombre". Ése y "Sueños en el umbral", de Fatima Mernissi fueron los dos libros que más me gustaron de todos los que leí ese año.
ResponderEliminarAlgo que he observado (y que me deprime) es el cambio que produce el tiempo en la percepción de las obras literarias. No leo de la misma forma ahora que a mis veinte años. Obras clave que me marcaron entonces, ahora me producen aburrimiento. Sin embargo, retengo para mi gozo particular el efecto que causaron en mí en su momento inicial, que es el que vale. Recuerdo a mis veinte años el descubrimiento de Kafka y Samuel Beckett, autores que ahora ya no puedo leer. No estoy en el mismo proceso de búsqueda de una identidad. Es otra la fase. Entonces me fascinaba la arrogancia de la juventud. Ahora me atrae la experiencia y la conciencia del tiempo que pasa. Por eso El Quijote sigue gustándome. Entonces para mí era un libro de humor. Ahora es un libro de profundo desengaño y lleno de tristeza.
ResponderEliminarEs amplísima la lista de lecturas que nos brindas.
ResponderEliminarYo recuerdo de mis años de pollita adolescente los libros de los cinco. Sí, yo me crié con esta saga de aventureros. A su lado, tuve a bien disfrutar de las lecturas que mi padre ponía a mi alcance, poemas en su mayoría. Leí a Lorca con 9 y 10 años. Entender entendía que en los versos había algo más que palabras. Esa fue mi fase inciática en la poesía.
¡Qué placer leer y compartir tertulias como las que están generando estos post!
Uff... qué vértigo. Algún día tendré que hacer también mi lista de libros amados. Y también de situaciones de lectura... Aquél libro que leí aquél verano en la playa... El de aquellas vacaciones en mi pueblo castellano... El que, tras recomendármelo vivamente mi amigo tal o amiga cual, compré inmediatamente y lo leí compulsivamente a lo largo de una noche...
ResponderEliminarEn mi canon de profesor he tenido durante años "Mi familia y otros animales", de Gerald Durrell. Creo que mis alumnos de hoy no lo soportarían.
Gracias por la inclusión de una obra de mi abuelo entre las favoritas. Un saludo.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y, especialmente, a Enrique, vástago de saga literaria. Precisamente este trimestre en 4ºde ESO leeremos en clase 'Eloísa está debajo de un almendro', y el año que viene 'Cuatro corazones con freno y marcha atrás'.
ResponderEliminar!Te he encontrado! Aquí estoy, dispuesta a aprender...
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