En la Web 2.0, ese cambio lo representan los agregadores de noticias, programas, aplicaciones o páginas web que permiten al internauta quedarse en su sillón a la espera de que lleguen los contenidos que más le interesan sin necesidad de navegar como perro sin amo.
Todo esto es muy teórico, porque en realidad, hasta que consigues saber cómo funcionan esos programas te has tenido que empapar bien de mil enlaces diversos.
Voy a hablar de mi propia experiencia por si con ello consigo esclarecer un poco este mundillo, sobre todo para los que empiezan.
En las primeras fases blogueras nunca hay problemas, porque visitas dos o tres blogs de gente que conoces (sobre todo de aquellos que te han metido en el ajo, por las buenas o por las malas, y a los que quieres fusilar en cuanto cometan un error). Conforme vas pillando soltura, necesitas más visitas: has ido enlazando otros blogs que encuentras interesantes y te animas a visitarlos a diario. El siguiente paso es que pierdes el miedo a comentar. ¡No pasa nada! Puedes escribir en los blogs de otros y te leen y hasta te contestan. Incluso recibes comentarios en tu blog, lo que genera nuevos enlaces y más visitas diarias.
Ahí es cuando empieza tu problema. No quieres perderte ninguna novedad, pero tus colegas blogueros no siempre escriben a diario y tú venga a pinchar en sus blogs, esperando sus posts como el maná en el desierto. Los vínculos del historial o de favoritos se hacen interminables y aburridos. Necesitas un agregador de noticias.
En realidad, un blog (y un diario digital, un portal de servicios, etc.) es un molde vacío que se rellena con noticias mediante los feeds, o fuentes de noticias. Estas fuentes aparecen en los blogs con una nomenclatura extraña y un tanto misteriosa: RSS, ATOM, etc.. Los agregadores sirven para rastrear las noticias nuevas que ha incluido un feed en un sitio determinado. Si estamos suscritos, nos informará de todos los cambios en ese sitio. Ya no tenemos que ir pinchando de blog en blog, pues en la barra lateral aparecerán en negrita todos aquellos sitios que hayan introducido contenidos nuevos.
Que yo sepa (obsérvese en la cabecera de este blog que mi especialidad es la lengua, así que perdóneseme que incurra en errores de bulto), los procedimientos para suscribirse a los feeds son los siguientes:
-Descargar un programa en el ordenador que busque, lea y permita la suscripción a sitios que se nutren con feeds. Un ejemplo es RSSOwl. He estado usándolo durante bastante tiempo y va muy bien, porque mantiene el aspecto del Outlook Express y su funcionamiento es bastante simple. Ventajas: puedes abrirlo al principio y te carga todas las noticias mientras haces otras cosas con el navegador o con el correo. Inconvenientes: tienes que descargarlo en tu ordenador y por tanto no puedes usarlo desde otros lugares.
-Usar agregadores en la red. Los más habituales son Bloglines y Google Reader (podéis ver tutoriales en Novadors). En estos momentos estoy enganchándome a éste último, aunque no termino de pillarle el truco a la navegación. La principal ventaja es que dispones de tus noticias en cualquier lugar sólo con introducir tu cuenta de usuario. No necesitas descargar nada y sólo recibes aquello sobre lo que pinchas.
-Usar navegadores de internet que incluyan suscripción de fuentes. Sólo he manejado la versión 7 de Internet Explorer (supongo que Fire Fox también lo habrá desarrollado) y puedo decir que es muy práctica. Aparece un menú lateral igual al de favoritos o historial. Con un botón superior encuentra la fuente y con un clic te suscribe. Muy útil. El inconveniente, una vez más, es que sólo sirve para tu ordenador y no para cuando estés fuera.
En cualquier caso, las fuentes de noticias se pueden exportar (igual que los favoritos) en un archivo OPML que podemos trasvasar de un sistema a otro sin muchas complicaciones.
Lo peor, sin duda, es hallarse como estoy yo en este momento, dudando entre un sistema y otro, pues ya se sabe que si tienes un reloj sabes la hora, pero si tienes dos, vas perdido. Ya os contaré cuando culmino por fin ese cambio entre el Paleolítico y el Neolítico 2.0.
Original image: 'RSS Fountain' www.flickr.com/photos/33917831@N00/170352038 by: Robert La Londe-Berg
Released under an Attribution-ShareAlike Licensehttp://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/
Released under an Attribution-ShareAlike Licensehttp://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/
Yo creo que todos hemos pasado por el estado ese del novato que se inicia y anda dando tumbos de blog en blog en busca de las actualizaciones. Yo lo hice hasta que descubrí Bloglines. Sé que lo puedo consultar online, pero también tengo descargado en mi ordenador el avisador y el botón de suscripción automática. Me va fenómeno (argot estudiantil) así que no me cambio. Creo que empiezo a controlar la tentación de probar todos los productos tecnológicos, que son interminables.
ResponderEliminarLo que sí tengo clarísimo es que si uno quiere seguir vivo en la blogosfera tiene que tener un lector de feeds.
Me siento plenamente identificada con el proceso que describes, Antonio. Ahora no sé vivir sin consultar mi agregador. Ha pasado a formar parte de mi rutina, como comprobar el correo.
ResponderEliminarHe sido pro Bloglines durante meses, pues no terminaba de hacerme con el lector de Google. Ahora, sin embargo, es el único que uso. Entre otras ventajas, me encanta que puedes compartir enlaces por etiquetas, sin tener que publicar todos, como en Bloglines. Así puedo compartir con compañeros unas determinadas fuentes, con alumnos, otras, etc.
Creo que nos veremos esta tarde en Sagunt, así que hablaremos sobre el tema.
Por más que lo intento no lo consigo. Me llamo José Mari y soy un profe de lengua en blogapuros. No logro colgar la etiqueta de blogfesor porque no sé dónde debo pegar el código html. Mi email es kaluitas@yahoo.es. Si fuera tan amable de indicármelo, quedaría muy agradecido.
ResponderEliminarUn saludo.
Tiene usted un blog espectacular.
Cualquier añadido que se quiera hacer en las plantillas suele estar en código HTML. Si vemos una página o blog que nos gusta basta con ir a la barra de herramientas del navegador, pinchar en VER, CÓDIGO FUENTE, y aparece el código HTML de ese sitio. Con el comando EDICIÓN, BUSCAR EN ESTA PÁGINA, se localiza el objeto o enlace o imagen que queramos para nosotros y copiamos en el portapapeles. Después vamos a la plantilla del blog y buscamos el lugar donde queramos situarlo y lo pegamos. En algunos elementos, como los contadores, es preciso ir a un sitio y abrirse una cuenta. Los espacios disponibles para el usuario en Blogger suelen estar al final de las plantillas y se reconocen por un montón de enlaces tipo 'a href="..."' que son los enlaces de las barras laterales. Sólo hay que ir pegando y pulsando VISTA PREVIA para ver si hemos acertado con el sitio.
ResponderEliminarAntonio, yo sé que esto lo has escrito para instruir un poco a los pobres neandertales que andamos por la blogosfera más perdidos que un ocho. Gracias por pensar en mí(jeje). Lo malo es que voy a tener que releerlo unas cuantas veces hasta que empiece a descifrar un poco el lenguaje que aún me suena a chino. Qué le vamos a hacer. Intenté el otro día con bloglines, pero ando como un pulpo en un garaje.
ResponderEliminarIba pensado un poco en quienes empiezan, pero era una reflexión necesaria para fijar lo aprendido. En esto vamos construyendo saberes dispersos que necesitan maduración. Después de estos días me he pasado a Google Reader definitivamente y casi todas las rutinas que tenía hasta entonces han cambiado. Es lo que tiene este medio, su carácter cambiante.
ResponderEliminar